10 razones para hacer un crucero por las Islas Griegas

Los cruceros se han convertido en la elección de muchas personas, que quieren aprovechar al máximo sus vacaciones. Así, pueden conocer varios destinos en un solo viaje, sin tener que cambiar de hotel y disfrutar las actividades que se realizan a bordo durante la travesía.

Entre los destinos más populares, se encuentran diversas rutas por el Mediterráneo, siendo uno de los más recomendados el de las islas griegas. En unos pocos días, tendrás la posibilidad de conocer de primera mano lugares donde han nacido muchas de las leyendas de la mitología y ocurrido eventos históricos.

Su cielo y aguas azules, las casas blancas de la mayoría de sus pueblos, las delicias que ofrece su cocina y la calidez de su gente, les dan un lugar en tu lista de sitios para conocer. Te damos algunas de las razones más resaltantes para hacer un crucero por las islas Griegas.

1. Vivir la historia de primera mano

Grecia es considerada la cuna de la civilización occidental, además de contar con una rica mitología, que intenta explicar la relación de los seres humanos con los dioses. Muchas de las islas griegas que visitarás en tu recorrido, tienen una historia fascinante.

Se dice que Mykonos surgió de los gigantes vencidos por Hércules y que tomo su nombre del hijo del dios Apolo, siendo la isla de la luz. Y Santorini nació de una piedra que diera tritón a uno de los argonautas y que este lanzó al mar, mientras que Zeus se escondió de su padre, el fiero Kronos, en Naxos, donde también vivió su hijo Dionisio.

2. Su gastronomía deliciosa

Cuando sales de vacaciones, debes consentir a los sentidos y en las islas griegas el paladar podrá degustar platos maravillosos. En estos predominan los productos frescos, aceite de oliva de primera calidad y colores que también embelesan la vista.

Si eres amante de los frutos del mar, no dejes de degustar los mariscos más frescos, un explosivo Oktapodi sta Karvuna (pulpo a la brasa). Para endulzarte, la clásica batlava o las amigdalitis (galletas de almendra), acompañadas de un rico café griego.

3. Bañarte en playas paradisiacas

El Mediterráneo se caracteriza por sus aguas azules y sus lindas calas, que invitan a disfrutar de un baño refrescante durante el verano. Es casi imposible nombrarlas a todas, pero destacan nombres como Myrthos Beach en Cefalonia o Navagio en  Zakynthos.

Entre las más concurridas, se encuentra Playa Roja, en Santorini, con sus arenas rojizas en la costa sur de una de las islas griegas más populares. Y si prefieres los rincones poco conocidos, en DiarioDeValderrueda nos dicen que no puedes dejar de visitar Milos, una de las islas Cícladas.

4. Ver pueblos únicos

Hay más de 200 islas griegas habitadas, y en muchas de ellas hay lugares de ensueño, comenzando por sus características casas blancas, que casi llegan al mar. En Santorini, hay que ir a Oía, un pueblo construido sobre acantilados de miedo, con cúpulas azules que se levantan al cielo.

En Creta, La Canea es una ciudad que te dejará embelesado, con sus hermosos edificios venecianos, su faro y la mezquita, entre muchos otros. En Mykonos, verás casas bañadas directamente por el mar, y frente a esta, en Delos, podrás visitar templos de gran belleza.

5. Gozar de sus paisajes imponentes

En las miles de islas griegas, puedes llegar a perderte y enamorarte de sus bellezas escénicas, de las que te traemos una selección. Milos se supone que es la cuna de la Venus que lleva su nombre, con un paisaje agreste, que recuerda la superficie de la luna.

Tilos es una isla tranquila, que te invita a entrar en contacto con tu lado más natural, donde podrás descubrir playas únicas luego de trepar por sus escarpadas montañas. Y si prefieres el verde, tienes que conocer Paxos, una pequeña isla verde, llena de olivares que se combinan con el azul profundo de su mar.

6. Disfrutar de puestas de sol inolvidables

Uno de los momentos más mágicos del día, es el crepúsculo, cuando el sol empieza a esconderse y llena el cielo de colores deslumbrantes. Las islas griegas son famosas por brindar atardeceres que quitan el aliento, siendo muy famoso el de Oía, en Santorini.

Mykonos es la isla de la luz, y para unas fotografías de premio, debes ver un atardecer con los molinos de viento de fondo. Y si tienes la oportunidad, no dejes de ir a Naxos, la cuna de Zeus, y disfrutar de la caída del sol desde la puerta de Apolo.

7. Un clima ideal para la diversión

Estas islas gozan de un clima mediterráneo, por lo que casi todo el año tienes una agradable temperatura para disfrutar del mar y el aire libre. Aquellos que prefieren alejarse del tumulto de los turistas, pueden viajar entre mayo y junio o de septiembre a octubre.

En el verano, el clima es ideal, pero es el momento de mayor afluencia de turistas y todo estará mucho más concurrido. Durante el invierno, van a predominar lluvias nocturnas y a primera hora del día, aunque las temperaturas nunca son extremas.

8. El calor de su gente

Grecia ocupa las primeras posiciones entre los lugares más acogedores del mundo, debido a la calidez y amabilidad de su población. Son personas muy expresivas, que seguramente te abrazarán o darán la mano en cualquier ocasión, para hacerte sentir como en casa.

Algunas islas griegas son consideradas “zonas azules”, debido a que su gente es muy longeva, tal es el caso de la isla Ikaria. La mayoría de la población alcanza los 90 años de edad, con buena salud, debido a su estilo de vida tranquilo y los alimentos naturales de su dieta.

9. Descubrir rincones desconocidos

Entre las más de 200 islas griegas que están habitadas, no todas son tan conocidas como Santorini, Creta o Mykonos. Si prefieres los lugares tranquilos, Patmos es una buena opción con pocos habitantes y sitios increíbles, como el monasterio de San Juan en la ciudad de Chora.

Hydra es otro de los secretos dentro de las islas griegas, con su puerto en forma de media luna, y caminerías para disfrutar de sus encantadoras vistas. Y entre las Cícladas, un tesoro por descubrir es Sifnos, capital de la cerámica en el Egeo y con calles de ensueño en la ciudad de Apolonia.

10. Experimentar estilos de vida contrastantes

Cuando haces un viaje, lo mejor es la experiencia vivida y mientras más intensa, mucho mejor. Las islas griegas te dan la posibilidad de disfrutar de un estilo de vida sofisticado en grandes centros poblados de Mykonos o Santorini.

También, compartir de manera sencilla con las personas en sus calles y pequeños puertos, conociendo sus costumbres y formas de ver la vida. Desde la fiesta desenfrenada hasta momentos de tranquilidad y contacto con la naturaleza, encontrarás al hacer un crucero por las islas griegas.

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