5 razones para comprar un colchón viscoelástico hoy mismo

Para tener una vida saludable, es imprescindible lograr un buen descanso nocturno, a fin de que tu organismo funcione correctamente. Un alto porcentaje de la población tiene problemas para dormir o suele levantarse, sintiéndose cansado y con dolores musculares.

Aunque pueden existir diversas razones, una de las principales es que no cuentan con el colchón adecuado para sus características particulares. Los colchones pueden estar fabricados de distintos materiales, resaltando los que cuentan con un acolchado de espuma viscoelástica.

Estos colchones son ideales para personas que pasan mucho tiempo en cama, debido a su gran adaptabilidad a la forma del cuerpo. Conoce esta y otras razones que te llevarán a comprar un colchón viscoelástico hoy mismo.

¿Cómo son los colchones viscoelásticos?

Están fabricados usando como núcleo una espuma de poliuretano, que tiene la capacidad de comportarse de manera distinta con el calor. Cuando la espuma viscoelástica está fría, muestra más firmeza y al recibir el calor del cuerpo, se vuelve más moldeable.

El material fue desarrollado por la NASA en la década de los 70 del siglo XX, pero nunca se utilizó para los astronautas. No obstante, debido a sus propiedades, fue incorporada en los asientos de aviones, haciéndolos más cómodos al pasajero.

En los años 80, el material fue accesible al público en general y para los 90 se desarrolló el primer colchón viscoelástico. Eran utilizados principalmente para la fabricación de colchones de uso médico, en personas que debían pasar la mayor parte del tiempo en cama.

Hoy en día, los colchones viscoelásticos se encuentran entre los más populares del mercado, y al momento de elegirlos deberías considerar lo siguiente:

  • Toma en cuenta la densidad del colchón, que puede ir de baja (hasta 40 kg/m³) hasta alta (más de 80 kg/m³). A mayor densidad, el colchón presenta una mejor adaptabilidad.
  • El acolchado viscoelástico del colchón puede presentarse en ambas caras o únicamente en una de estas.
  • Una buena espuma viscoelástica no ejerce mucha resistencia a la presión, mantiene la forma al retirarla y suavemente vuelve a la posición original.

Según la forma en que se fabrican, los colchones viscoelásticos pueden ser de dos tipos:

  • Espumados: los componentes químicos del viscoelástico se vierten en un molde abierto, por lo que se forman celdas más grandes. La circulación del aire es mayor, mientras que la sensación de “efecto memoria” es menor, debido a que no se controla totalmente la densidad. Suelen ser más económicos.
  • Moldeados: para hacerlos, los componentes químicos se trabajan en un molde cerrado, en el que se ajusta mejor la densidad. Los poros son más pequeños y cerrados, haciendo que la sensación de adaptabilidad sea mayor. Son más costosos, pero de mayor calidad.

Razones para comprar un colchón viscoelástico

La elección del colchón debe hacerse con cuidado, tomando en cuenta tus necesidades y hábitos de sueño particulares. Los viscoelásticos están entre los más buscados y te presentamos las principales razones para elegirlos:

1. Gran adaptabilidad

Debido a las características de la espuma, cuando apoyas tu cuerpo en el colchón y ejerces presión, el material se adapta a tu forma. Y como leemos en DiarioAbierto, hace que el peso se reparta de una forma mucho más equilibrada en la superficie de descanso.

Esto ocurre debido a que el material viscoelástico es termo activo y se vuelve más moldeable con el calor, mientras que en las áreas frías se mantiene firme. Para personas que deben pasar mucho tiempo acostadas, reduce la formación de lesiones en la piel, como las escaras.

Las mismas se forman por la presión que genera el peso del cuerpo, pero con el colchón viscoelástico, esta es muy pequeña. Igualmente, es muy conveniente para un descanso nocturno mucho más profundo.

2. Excelente para evitar dolores corporales

Es frecuente que las personas se levanten cada mañana quejándose de dolores musculares, de espalda o de las articulaciones. Muchas veces, esto es ocasionado por una mala postura al dormir o por las características del colchón que utilizas.

Con un colchón viscoelástico, se resuelven muchos de estos inconvenientes, ya que al adaptarse a la forma del cuerpo, permite una mejor alineación de la columna. Igualmente, es ideal para aquellos que sufren de dolores en las caderas o hernias lumbares.

Lo importante es que selecciones la densidad que te brinde, la firmeza que mejor va con los problemas y dolores que más te afectan. También, estos colchones son buenos como prevención para sufrir dolores en la cervical o la espalda baja.

3. Recomendados cuando duermes en pareja

Dormir con otra persona no siempre es sencillo, puesto que ambos toman distintas posturas y se mueven de manera distinta. Si el colchón no es el adecuado, lo más probable es que ambos miembros de la pareja, no descansen correctamente.

Con un colchón viscoelástico se evitan estos inconvenientes, asociado a su adaptabilidad y “efecto memoria”. Cada persona se mueve de forma independiente y estos movimientos no se reflejan en el colchón.

4. Tratamiento hipoalergénico

En general, los materiales de los viscoelásticos no suelen producir alergias, pero hay algunas personas sensibles, por lo que debes probarlos antes de decidirte. No obstante, es mucho menos frecuente que lo que ocurre con colchones de látex.

También, puedes encontrar modelos con tratamientos especiales para evitar la aparición de los ácaros y la acumulación del polvo. Estos son elementos que tienden a generar cuadros alérgicos, particularmente en niños.

5. Amplia vida útil

Esto va a depender principalmente de la calidad de los materiales, estimándose que dura en buenas condiciones entre 8 a 10 años. Luego de este tiempo, lo mejor es cambiar tu colchón, para garantizar que tengas un correcto descanso nocturno.

Para que la vida útil del colchón sea la máxima posible, debes recordar, voltearlo cada cierto tiempo y hacer un buen mantenimiento. Nunca lo humedezcas, ya que se dañan las capas interiores y tampoco lo guardes en posición vertical.

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