Seis semanas sin fumar

Escrito por efp | 10 Dic, 2010
Ahora que ya no fumo soy mucho más observador con los hábitos y costumbres de los fumadores, quizás es por mera curiosidad, quizás por encontrar un motivo que me explique como pude estar tanto tiempo enganchado al tabaco, pensando que sería imposible dejarlo. Ahora me fijo mucho más en la gente que hay fuera de un local fumando, en el balcón de su casa (ahora en invierno no creo que nadie pueda decir que es un placer...), al dar el primer sorbo a un café por la mañana, el cigarrillo de quien espera... cuando paso cerca de alguno de estos fumadores me pregunto a mi mismo cual fue el motivo que me llevó a pensar que no podría dejar de fumar.

Hoy hace 6 semanas que dejé de fumar y ya he llegado a un punto en el cual no necesito el tabaco para nada, ni hay situaciones que me sean más complicadas de afrontar sin un cigarrillo. Estoy contento, puedo pasar los días sin notar la adicción que me consumía cada día poco a poco. Cuando me planteé dejar de fumar creía que un mes y medio sin fumar sería una eternidad, realmente lo es, pero ahora por un motivo muy distinto, veo muy lejos el día en que dejé de fumar pero no con tristeza, lo veo con alegría.
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Subida del precio del tabaco

Escrito por efp | 3 Dic, 2010

Hoy leyendo las noticias en el periódico he visto que el gobierno va a subir un 24% los impuestos sobre el tabaco. Ahora al haber llegado a la quinta semana sin fumar me alegro no tener que volver a comprar tabaco después de leer este tipo de noticias. Antes cuando fumaba y subían el precio del tabaco siempre me decía a mi mismo que quizás era el momento para dejar de fumar, pero la realidad era otra... seguía fumando y me acostumbraba al nuevo precio con bastante facilidad, en realidad creo que hubieran tenido que triplicar el precio de golpe para darme cuenta de que era una barbaridad.

En una ocasión, en una de estas subidas de precio del tabaco, cambié de marca de tabaco, esa marca que tantas "alegrías" me había dado, esa que me había acompañado en tanto momentos de alegría y de soledad durante mi vida, ahora la abandonaba por 15 céntimos. Ahora, lo que si es cierto es el ahorro hasta el día de hoy, en sólo cinco semanas ya llevo ahorrados casi 140 euros.

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Un mes sin fumar

Escrito por efp | 27 Nov, 2010
Ayer conseguí llegar al primer mes sin fumar, estoy sorprendido por varios motivos, el primero es la facilidad con la que he conseguido llegar hasta aquí. Cuando empecé, mi cabeza me decía que iba a resultar muy difícil conseguir dejar el tabaco, pero ahora me resulta hasta difícil pensar que pudiera pensar esto. Me he dado cuenta de que si lo tienes claro y consigues meterte en la cabeza que has dejado de fumar el resto es bastante fácil. Ahora que ha pasado un mes me doy cuenta de que esta parte, la de tenerlo claro, es quizás la más importante. Creo que si cuando dejas de fumar tienes dudas, la ansiedad va a poder contigo y tarde o temprano la necesidad de fumar volverá, pero si lo tienes totalmente claro va a ser difícil que vuelvas a caer en la tentación.

Lo segundo que me ha sorprendido es algo que ya sabía antes de empezar, pero hasta que no empiezas no te das cuenta, el ahorro. Ahora con solo un mes ya he dejado de gastar en tabaco unos 110 euros, que para los que aún contamos en pesetas son más de 18.000 ptas. Además al ritmo que va subiendo el precio del tabaco, estos cálculos cada día me permitirán ahorrar un poquito más.

En definitiva, en un mes me he dado cuenta que no era para tanto cuando me planteé dejar de fumar y además del ahorro mi salud me lo esta agradeciendo.
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La alarma de la nicotina en la mente.

Escrito por efp | 23 Nov, 2010
Hoy hablando con una compañera de trabajo sobre dejar de fumar me ha comentado que ella se hizo la siguiente propuesta hace algunos años. Dejaría de fumar durante un mes para ver si era capaz de conseguirlo, de este modo, si conseguía aguantar un mes quizás podría dejarlo definitivamente. Cuando empezó lo llevaba bastante bien, la primera semana lo pudo aguantar sin demasiados problemas, pero después, cada día que pasaba y cuanto más se iba  acercando al mes sin fumar, las ganas de encenderse un cigarrillo eran muy fuertes y la última semana se le hizo interminable. Después cuando llegó al final volvió a fumar, es más, se fumó lo que no se había fumado en ese mes.
 
Oyendo esto me doy cuenta de que la adicción está prácticamente toda en la mente. La propuesta que yo estoy realizando es firme, es por esto que cada día que pasa tengo menos ganas de fumar, en cambio a esta compañera le sucedía todo lo contrario, ella no quería dejar de fumar, pero esperaba que si estaba un mes sin fumar sus ganas se irían pasado ese tiempo. Todo esto es mentira, esta chica al no tener claro que dejaría de fumar al cabo de un mes, solo estaba deseando que pasara ese mes para poder fumarse un cigarro y cuanto más cerca estaba del final más ganas tenía de fumar. Es por esto que no importa si es un mes, un semana, un año, lo importante es tener claro que no se va a volver a fumar.
 
Si estas dentro de un hospital, en un avión, en el cine… tu cuerpo sabe que no puede pedir nicotina y por eso no la pide con mucha insistencia, pero cuando ve que se acerca el momento de pedir nicotina se dispara una alarma que no te deja hasta que no le das un cigarrillo. Este es el motivo por el cual esta compañera no pudo aguantar pasado un mes, se le disparo la alarma. La única forma de apagar la alarma del tabaco es con el convencimiento propio, no hay otro sistema más efectivo que este.
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Exfumador ¿hasta cuando?

Escrito por efp | 22 Nov, 2010
Pronto hará un mes que inicié esta etapa sin tabaco, es prácticamente distinta a cualquier otra etapa de la vida. Me explicaré mejor, cuando inicias alguna nueva etapa, estudios, trabajo... tiene un inicio y vas hacia un objetivo, pero en esta etapa el objetivo ya está cumplido cuando hace un minuto que has dejado de fumar, cierto que luego hay que mantenerlo, pero el objetivo ya lo has alcanzado.

Cuando dejé de fumar pensaba en el futuro, sin quizás darme cuenta de que ese futuro ya había llegado. Ahora tengo pensamientos contradictorios cuando reflexiono sobre el tabaco, me considero un exfumador, pero no se si es un título que voy a utilizar toda la vida o con el tiempo me olvidaré, quizás con el paso de los años llegue a ser un exfumador profesional o a conseguir algún master en vivir sin fumar.

Dejando las ironías para otro momento, lo que si es cierto es la satisfacción de poder mantener a día de hoy esta vida sin humo.
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La tercera semana sin tabaco

Escrito por efp | 20 Nov, 2010
Ayer conseguí llegar a la tercera semana sin fumar ni un solo cigarrillo, un ahorro aproximado de 77 euros, casi nada!!! Ayer pensaba que pasaría si me fumaba un cigarro, solo uno, para ver que tal me sentaba, pero no para volver a fumar. He oído varias veces que gente que hacía tiempo que había dejado el tabaco, volvía a fumar. ¿Tan peligrosa es la nicotina? es sorprendente la rapidez y la eficacia con la que la nicotina puede enganchar a una persona, es por eso que pensaba en como sería fumarme un cigarrillo más, ahora que estoy convencido de que no quiero fumar y que cada día que pasa lo necesito menos, es por este motivo que quería hacer esta prueba "científica" del efecto del tabaco una vez ya he conseguido dejarlo. De momento no lo he vuelto a probar, en realidad tengo miedo de que este pequeño experimento sea un gran fracaso y estas tres semanas sean solo eso, tres semanas sin fumar. Creo que dejaré el experimento para más adelante, quizás cuando llegue al primer mes sin tabaco...
Para lo que no necesito hacer ningún experimento, es para darme cuenta de que lo más difícil para dejar el tabaco es uno mismo. Llegar a estar convencido de que el tabaco no aporta nada positivo y de que es solo una estúpida (y cada vez más cara) costumbre social, es lo que más cuesta, una vez das el paso y decides no fumar más el resto es bastante fácil.
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¿Donde está el tabaco?

Escrito por efp | 18 Nov, 2010
La verdad es que casi ni me acuerdo, cuando no han pasado ni las tres semanas que dicen necesarias para que el cuerpo deje de necesitar la nicotina, ya casi ni me acuerdo que la necesito. Pensaba que este periodo se me haría más largo y duro, que no podría superarlo, pero ahora que he llegado hasta aquí veo que ni ha sido tan difícil, ni tan largo, como en un principio creía. Parece increíble que haya estado tanto tiempo para decidir si dejaba de fumar o por el contrario ya encontraría otro momento, ni yo mismo me lo puedo creer y me estoy dando cuenta de que al final lo que cuesta más es ese momento para empezar, después una vez convencido de que vas a hacerlo y ves que lo estas consiguiendo, la sorpresa es ver que no es tan difícil. A parte de la necesidad de la nicotina, el resto esta todo en la cabeza, si consigues superar las situaciones sociales que te han hecho fumar toda la vida, cada día que pasa te supone menos esfuerzo no fumar. Ahora que ya me estoy dando cuenta de que es posible volver a vivir sin tabaco, recuerdo alguna noche en la que me había quedado sin tabaco, tenia que salir de casa a comprar. De estas noches, me acuerdo de una en especial en la que la gasolinera donde iba ya estaba cerrada, tuve que ir al centro de la ciudad, en el primer bar no tenían cambio, en el segundo la maquina estaba estropeada... finalmente en el tercero conseguí comprar tabaco. Ahora veo estas situaciones como parte de una película cómica. En esos momentos creo que era más el pánico de no tener tabaco que el fumar lo que me hacia salir de casa a comprar tabaco.
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El último cigarrillo (el desenlace)

Escrito por efp | 17 Nov, 2010
Ayer os dije que iba a contar como fue mi último cigarro. La verdad, cada vez que pensaba que iba a dejar de fumar no me imaginaba como sería fumarse un último cigarrillo, supongo que la idea que tenía es que se me haría demasiado corto, no sabría si dar más caladas para ingerir más humo o por el contrarío intentar que no se quemara demasiado rápido para que el momento se hiciera más largo, casi eterno.
También pensaba donde me lo fumaría, supongo que si lee esto un no fumador tiene derecho a reírse y pensar que menuda estupidez, pero para un fumador es una situación que tiene mucha importancia. Bueno, en cuanto al lugar donde fumar ese último cigarro, era difícil de decidir, no podía ser un cigarro andando por la calle pendiente de otras cosas, ni en una parada de autobús mientras veo como llega el mío y aún no he fumado ni la mitad, no podía ser así, tenía que ser un momento en el que dedicase toda la atención del mundo a ese cigarro y además tenía que disponer del tiempo suficiente para hacerlo con tranquilidad, al fin y al cabo era el último, después ya no fumaría nunca más.
Era un viernes por la noche cuando estaba decidiendo como sería este cigarro, estaba ya en la cama consultando con la almohada como sería ese último cigarro y me quedé dormido. A la mañana siguiente ya tenía la respuesta, el último cigarro ya me lo había fumado, no iba a caer en el ritual que os he contado antes, si lo hacía así el tabaco ya habría ganado la primera batalla y lo que yo quería era dejar de fumar. Así que realmente y aunque este final quizás reste emoción a la historia, mi último cigarrillo ya me lo había fumado y no me había dado ni cuenta. Creo que fue al anochecer cuando paseaba a los perros, fue como cualquier otro, pero al fin y al cabo esta adicción es lo que tiene, creemos que el ultimo va ser distinto y es mentira, es el que nos puede incitar a encender otro.
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Un resfriado, mal momento para dejar de fumar

Escrito por efp | 16 Nov, 2010
Hoy estoy un poco resfriado, es de esos días en los que cuando era fumador decía que lo iba a dejar, pero al final lo único que hacía era fumar menos. Eran esos cigarros que ni me apetecían, simplemente necesitaba la nicotina. Ahora que llevo más de dos semanas sin fumar, hoy sería incapaz de encenderme un cigarrillo y me cuesta pensar que cuando fumaba pudiese llegar a necesitar un cigarro en estas condiciones, pero la adicción es más fuerte que la razón y en estos casos en los que un sabe que lo más sensato es no fumar, acaba fumando, a disgusto, pero acaba fumando.
Pienso que cuando uno está resfriado no es un buen momento para dejar de fumar, a mi me produciría un efecto inverso. Al estar resfriado quizás tendría menos ganas de fumar, pero no por deseo propio, sería por culpa de la congestión nasal y el mal estado en general y a medida que el resfriado fuera disminuyendo irían aumentando las ganas de fumar. Además durante el periodo de congestión lo único que conseguiría es tener el “mono” contenido pero esto agravaría más la situación cuando estuviera recuperado de la congestión, las ganas de fumar serían cada vez mayores. Es por esto que creo que dejar de fumar tiene que ser un acto de voluntad propia, no por un resfriado, el resfriado solo nos tiene que servir para poder ver lo mal que sienta un cigarro y lo mucho que necesita nuestro cuerpo la nicotina cuando ya se ha habituado a ella. En definitiva, yo llevo más de dos semanas sin fumar y estoy contento de poder ver cada día más lejos ese último cigarro que me fumé. Por cierto, este último cigarro, no fue el típico cigarro melancólico, parecido a una despedida en una estación de tren… el próximo día os contaré ese último cigarrillo.
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La hipocresía y el tabaco

Escrito por efp | 15 Nov, 2010
Ayer leía en un suplemento dominical de un periódico un artículo sobre el tabaco. En este artículo se habla de los conservantes, colorantes y demás añadidos que incluyen nuestra comida y bebida, los cuales pueden ser de dudoso beneficio para nuestro cuerpo. Una vez enumerados los posibles perjuicios se establece una relación entre la prohibición de fumar en los lugares públicos y la continuidad que tendrán estos conservantes y colorantes, hablando de la hipocresía que esto representa, por un lado nos prohiben el tabaco pero por otro permiten que se continúe añadiendo este tipo de productos a la comida.
Este artículo me hace reflexionar sobre los perjuicios del tabaco, estos perjuicios son tan claros que para mi no hay hipocresía en esta ley, creo que es un paso hacia la mejora de la salud y los derechos de los no fumadores.
La hipocresía la vivimos al despertar cada día, al ver las noticias que hablan de gente con problemas mucho más graves que el humo de un cigarrillo y que no podrá nunca cambiar su vida. Nosotros, desgraciadamente, si que tenemos la opción de fumar o no fumar y la opción de cambiar muchas de las facetas de nuestra vida, es por esto que creo que esta ley va a ser beneficiosa para la salud y el bienestar de mucha gente, dejando de lado que en otros ámbitos de nuestra sociedad tengamos que avanzar y mejorar mucho.
Creo que es positivo reflexionar sobre los aspectos a mejorar en la sociedad de hoy día, pero creo también que socialmente esta nueva ley va a ser beneficiosa ya que favorece el derecho individual de las personas que no quieren fumar, estas personas se han visto resignadas durante muchos años a tener que convivir con el humo del tabaco, la ley y la sociedad amparaban a los fumadores y les permitía llenar de humo cualquier espacio. Ahora la libertad del no fumador es respetada, pero también la del fumador, el cual puede seguir fumando, fumar no está prohibido, solo está regulado el espacio donde se puede fumar.
Creo que igual que las prácticas de tiro con armas de fuego se realizan en un lugar adecuado, una actividad tan peligrosa como fumar también tenía que tener un espacio donde poder practicarse, al fin y al cabo cada año muere muchísima gente por la “práctica” del tabaquismo y muy poca por la práctica del tiro.
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Cena, tabaco y sociedad

Escrito por efp | 14 Nov, 2010
Ayer por la noche tuve una cena con los compañeros del trabajo, dentro del restaurante no se podía fumar, pero eso no evitó que me fijara en los viajes de muchos de mis compañeros hacia el exterior para ir a tomar su dosis de nicotina. Me sorprendió que algunas de las chicas de la oficina, que siempre han criticado el tabaco, fumaban!!! yo no sé si es el alcohol, o simplemente es la situación social la que les hace fumar en estas ocasiones. También creo que la noche ayuda a los fumadores sociales, si hubiéramos ido a comer, en vez de ir a cenar, seguramente la mayoría de fumadores sociales no hubieran fumado. Quizás el tabaco, para este tipo de fumadores, esta asociado con la noche y por eso son incapaces de encender un cigarrillo hasta que no se va el sol. También es cierto que si se fuman un cigarrillo por la mañana les puede sentar fatal, supongo que por la falta de costumbre...
La gran diferencia que noté, es que al día siguiente me encontraba mucho mejor que cuando fumaba. Estas noches de cena son las típicas en las que la cantidad de tabaco que se consume es mucho mayor a la de una noche normal, desembocando en un notable malestar a la mañana siguiente. Hasta ahora achacaba este malestar al alcohol consumido durante la cena, pero ayer me di cuenta que el tabaco contribuía enormemente. Otro de las diferencias que pude apreciar al día siguiente fue la ropa, ya no apestaba a humo!!!
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Dos semanas sin fumar

Escrito por efp | 12 Nov, 2010
Hoy celebro la segunda semana sin fumar, parece mentira lo rápido que pasa el tiempo, cada día estoy más convencido de que puedo dejar de fumar definitivamente. Esta última semana no he pensado tanto en el tabaco, si bien es cierto que las veces que he pensado en fumar han sido quizás más intensas que en la primera semana, he llegado a pensar que por uno no pasaría nada… pero de momento aguantó.
Estoy contento y sorprendido también por otro motivo, cuando tengo a algún fumador cerca, el humo de su cigarrillo no me incita a fumar, cuando lo dejé pensaba que era una de las cosas que quizás me costaría más, pero de momento las ocasiones en las que las ganas de fumar son más fuertes son debidas a una necesidad interior, no a un estímulo exterior.
Leí hace unos días que la dependencia física de la nicotina en un fumador se “curaba” entorno a las tres semanas, espero estar dentro de la media de estos estudios y la próxima semana poder ver nuevos resultados en mi camino. De momento, estas dos primeras semanas me dejan muchas más satisfacciones que momentos de ansiedad, el principal avance (sin tener en cuenta la salud), es poder realizar cualquier actividad sin la necesidad de tener que parar para poder fumar un cigarro, esto mejora mucho la concentración ya que mi cuerpo no empieza a estar ansioso por la nicotina cada hora y puedo centrarme más en lo que estoy haciendo.
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El límite del tabaco

Escrito por efp | 11 Nov, 2010
Ayer hablando con una compañera de trabajo sobre el tabaco, ella me contó que su marido había tenido que dejar el tabaco forzosamente por un grave problema en los pulmones. Además a raíz de esto, ella se entero de que su marido ya hacía tiempo que arrastraba problemas en los pulmones, cosa que él nunca le había comentado, el siempre pedía hora para la visita del médico cuando ella trabajaba, así siempre podía ir solo. Supongo que en el fondo pasa lo mismo con casi todos los fumadores, siempre creemos que a nosotros no nos va a tocar, que nosotros vamos a ser unos de los pocos afortunados a los que el tabaco no les va a afectar. El marido de mi compañera, debió pensar que sería algo pasajero, que si se contenía un poco y no fumaba tanto como antes el problema se solucionaría por si solo.

Así es como funcionamos la mayoría de las personas, siempre pensamos que es prácticamente imposible que nos pase algo malo, de esta forma supongo que es más fácil tirar hacia delante, ya que si realmente pensáramos que el tabaco está acabando con nuestra salud seriamos incapaces de encender otro cigarrillo. El caso de mi compañera es real, no es una de esas historias lejanas de las que podemos tener la duda de que sean ciertas. El problema del tabaco es que en la mayoría de los casos, cuando se ha encontrado el límite ya es demasiado tarde, ya no hay vuelta atrás, y en ese momento, dejar el tabaco quizás ya no sea una solución.
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El tabaco en nuestra sociedad

Escrito por efp | 9 Nov, 2010
Estos días he podido ver que la mayor parte de la gente que sabe que he dejado de fumar no creen que lo haya dejado del todo, piensan que siempre hay algún cigarrillo escondido, ese de después de comer, el de después de cenar, etc… pero no, no hay cigarrillo escondido, estoy intentando, y de momento lo estoy consiguiendo, ser consecuente con mi decisión de dejar de fumar. No tendría sentido fumarme algún cigarrillo “a escondidas”, ¿de quien tengo que esconderme?, ¿de los demás?, ¿de mi mismo?, no tendría sentido, el único engañado sería yo mismo. Es curioso, pero hasta los que nunca han fumado ven que es muy difícil dejar el tabaco, ven que es una adicción.
Hasta hace poco los no fumadores han respetado prácticamente sin oponerse al humo del tabaco en casi todos los espacios de convivencia de la sociedad, bares, discotecas, aviones (si, si, hasta hace relativamente poco se podía fumar en los aviones!!) y yo creo que lo han aceptado al ver que los fumadores éramos tan dependientes del tabaco que si nos privaban del humo no podíamos desarrollar la vida con normalidad, por suerte esta tendencia va cambiando y ahora son los fumadores los que se tendrán que adaptar a la vida cotidiana sin humo.
Aun recuerdo cuando era pequeño, al ir de viaje en coche con mis padres y mis hermanos, siete personas dentro del coche, solo fumaba mi padre y todos los demás teníamos que convivir con el humo, ahora esta situación ya no estaría tan bien vista por la sociedad, un padre fumando dentro del coche con sus hijos!!!
Creo que poco a poco la sociedad está avanzando y reconoce los perjuicios del tabaco, es un proceso lento, pero tiene que ser así, son demasiados años en los que el tabaco a formado parte de nuestra sociedad de una manera muy activa. Ahora tenemos que ir asimilando poco a poco el nuevo papel que el tabaco va tener socialmente.
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Las situaciones que nos incitan fumar

Escrito por efp | 8 Nov, 2010
Estos días me estoy dando cuenta de que la costumbre de fumar está muy relacionada con situaciones y lugares que ahora, poco a poco, tengo que ir superando. Me explicaré mejor, antes me fumaba un cigarrillo con el primer café de la mañana, una vez consigo superar la necesidad de ese cigarro, el control que tengo sobre ese cigarrillo/situación es mucho mayor. Ahora poco a poco tengo que ir superando la multitud de situaciones que a lo largo de la vida he ido relacionando con el tabaco. Antes fumaba dentro del coche, y claro, cada vez que subía al coche me encendía uno, al salir de un centro comercial, después de comer, de cenar, al terminar algo, al hacer una pausa, con una cerveza, cuando estaba nervioso, cuando estaba relajado… en definitiva siempre hay un momento para un cigarrillo, así que ahora lo que me toca es ir eliminando esos momentos de mi cabeza (físicamente ya no fumo) para olvidar en lo máximo posible el tabaco.
Es curioso observar como el tabaco se va introduciendo dentro de la vida de los fumadores, lo hace muy lentamente, prácticamente ni te das cuenta, siempre piensas que no estás enganchado, hasta que al final, cuando decides dejarlo te das cuenta de que llevas diez, quince o veinte años fumando. En este punto, dejarlo es más complicado de lo que parecía, tu cabeza necesita, además de la nicotina, superar todos estos momentos en los que siempre te acompañó un cigarrillo, ya forma parte de tu vida.
Ahora que llevo diez días sin fumar resulta casi cómico ver que tampoco es tan difícil dejar de fumar, la tragedia insuperable que parecía avecinarse cuando decidí dejar el tabaco, de momento no aparece, por ahora tengo una gran satisfacción y me siento orgulloso de estar en este punto.
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