Golondrina común y golondrina dáurica "hirundo rustica y daurica".

14 Junio, 2008 18:17
Escrito por jmdf, General

por Josep Maria Dalmau    jmdf@fondoimagenes.com                       www.fondoimagenes.com

¿Que tendrán las humildes golondrinas que tienen la virtud de poner nostálgicos a las personas? ¿Que vuelven cada año no será, pues multitud de aves migratorias se van, vuelven y no nos ponen de morriña? Que anidan en nuestros balcones como muy bien dijo el poeta romaaaantico Gustavo Adolfo, pues no se que decir, las avispas en ocasiones también anidan en los balcones y las ponemos de vuelta y media. En todo caso, si he de buscar una explicación poética prefiero a Brassens que nos cuenta…

L’hirondelle en partant ne fera plus l’automne.   La golondrina al partir sabe que viene el otoño. Puede que sea esta la cuestión de la nostalgia, al marchar las golondrinas sabemos que el invierno esta cerca.

 

En todo caso, las golondrinas sin ser un ave llamativa es una de las que esta mas presente en nuestras vidas. Sobradamente conocida por su silueta estilizada y sus erráticos vuelos en ocasiones a ras del suelo; cuando esto pasa, nos anuncian que la presión atmosférica ha bajado y los insectos base de su alimentación también andan bajos, preparen el paraguas; la lluvia se acerca. Si por el contrario, vuelan altas el buen tiempo esta servido. Sus colores, también conocidos por todos; la golondrina común dorso superior negro azulado y la parte inferior blanco beige. En cambio, la golondrina dáurica muy similar a la común, tiene el cuello y parte de la cabeza de un color rojizo muy pronunciado.

 

Se pasan largas horas volando, cazan en pleno vuelo sus insectos, cuando tienen sed, efectúan un vuelo rasante sobre el agua, hunden la cabeza en el liquido elemento sin dejar de volar. La configuración de sus alas le permite increíbles vuelos acrobáticos con curvas extremadamente cerradas, es muy probable que Icaro al volar persiguiera las golondrinas batiendo sus alas en su quimérico y desastroso vuelo que le llevo cerca del sol. Pueden volar muy altas, también a ras del suelo, se persiguen, juegan en un largo baile que parece no tener fin. Cuando por fin se paran a descansar, prefieren cables de tendido eléctrico o de teléfonos. Si están construyendo su nido paran frecuentemente en el suelo a fin de recoger ramitas, barro o paja.

 

No rehuyen al hombre, construyen sus nidos en los aleros de los balcones o en los huecos de los árboles, aunque podemos verlas en la ciudad, su elemento es el campo abierto. Que espectáculo pararse a contemplar sus maravillosas piruetas en plena natura. El hombre puede construir sofisticadas maquinas para volar, pero jamás conseguirá la sensación de libertad que tienen las golondrinas en sus piruetas anárquicas y caprichosas. Al igual que muchas aves migratorias, pasan el invierno en el norte de África, al llegar marzo pasan el estrecho a millares dirigiéndose hacia el norte, a los primeros síntomas del fin del verano, vuelven al calor del continente negro.

 

Cuando llegan a su destino, buscan sus nidos de pasados años. Muchas veces ya no los encuentran, en su lugar hay un supermercado o un campo de golf se ha comido el árbol donde anidaban. El fotógrafo de la naturaleza, debe observarlas con atención. Durante la primavera sus vuelos serán frenéticos y será difícil que las podamos fotografiar. Avanzada la estación es posible que consigamos tenerlas a una prudente distancia cuando recolectan material para sus nidos. Lo mejor es esperar el momento propicio en que se paran a descansar en un cable del tendido eléctrico o telefónico. La distancia será razonable y con una  compacta con ultra zoom de 500 o superior obtendremos buenas fotos, aunque si usamos una reflex SLR con una buena óptica tendremos la ventaja de poder disparar una ráfaga rápida en un par de segundos, cosa que nos garantiza una buena toma.

 

Fotografiar golondrinas no tiene que significar un gran esfuerzo, pero debemos tener en cuenta una regla de oro que es valida para casi todas las aves; las fotografiamos cuando ellas quieren, no cuando queremos nosotros. Ya podemos camuflarnos, escondernos o llevar el mejor tele objetivo del mundo. Si tienen el día inquieto, no nos dejaran ni acercarnos, si por el contrario el día es apacible y se cumplen todas las pautas que solo ellas saben y que yo no he conseguido descifrar, nos dejaran acercarnos a una distancia razonable y posar graciosamente para nosotros.

 Las golondrinas tienen muchos depredadores naturales como las aves rapaces que se ceban en ellas, también los bruscos cambios meteorológicos que sufrimos los últimos años hacen mermar sus colonias, pero el hombre destruyendo zonas verdes es el máximo responsable que constantemente tengan que buscar nuevos habitas. Tratémoslas respetuosamente, podemos fotografiarlas sin molestarlas, son las aves en las que mas poetas se han inspirado.

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Estorninos, negros y pintos

22 Junio, 2008 23:28
Escrito por jmdf, General

por Josep Maria Dalmau                                  jmdf@fondoimagenes.com      www.fondoimagenes.com

Una de las aves mas odiadas en los últimos tiempos, total; por que los pobres animalitos en invierno gustan de los árboles de la ciudad  mas calidos por las farolas y el asfalto y dejan los automóviles que duermen debajo llenos de excrementos. Nada que no se pueda remediar con un poco de agua y esponja. Puede  también que si paseamos al atardecer por un paseo arbolado nos caiga una cagada en plena cabeza; nada irremediable, esta vez agua con un poco de champú y cabeza limpia. La gente asocia a los estorninos con unas bandadas de pájaros asesinos casi como las de la película del director británico Alfred Hitchcock, basada en el relato corto titulado The Birds, de Daphne du Maurier. Nada más lejos de la realidad. La única similitud es que los que deciden pasar el frió invernal en las ciudades se desplazan en grandes bandadas que pueden sobrepasar el millar de volátiles y arman un cierto alboroto a su paso.

 

¿Pero, nos hemos tomado alguna molestia en conocerlos? Muchas ciudades, les podan los árboles o provocan ruidos estridentes para ahuyentarlos; esto en el mejor de los casos. ¿Se  merecen esto tan hermosos animalitos? Aunque ya he repetido en numerosos capítulos que este es un libro de fotografía y naturaleza, no de naturalistas; voy a intentar explicar como son y a mostrar las más bellas fotografías que he obtenido de los estorninos para intentar que cambien de opinión y aprendamos a respetarlos. Que si bien puede ser que provoquen alguna molestia, cuando el personal imberbe anda salido y organizan una fiesta botellón, molestan y ensucian muchísimo mas y no van a dispersarlos de mala manera. Vamos a ver quienes son los estorninos.

 

 

Negros y pintos son pájaros paseriformes Familia: Sturnidae de buen tamaño que oscila entre los 24 y 28 centímetros, aunque como dice el refrán “de noche todos los gatos son pardos” de lejos todos los estorninos pueden parecer negros; nada mas lejos de la realidad, el estornino negro visto de cerca presenta unos reflejos verdes o azules según les de el sol de una gran belleza, por su parte los pintos bastante similares visten un plumaje iridiscente verde y púrpura  mas o menos salpicado de blanco según la época. Ambos presentan pico amarillo algo curvado y fuertes garras.

 

 

Originario de la Europa meridional, en los últimos años bajan en grandes bandadas cuando llega el otoño y están colonizando la península Ibérica instalándose en las ciudades. Se instalan en los frondosos árboles de parques y avenidas a pasar la noche y apenas amanece salen en numerosas bandadas de núcleos compactos que forman una nube negra de formas caprichosas y cambiantes todo ello acompañado de una fuerte algarabía. Se dirigen a los campos a buscar su alimento y en algún momento pueden provocar un cierto daño en la agricultura, pero no puede calificarse de plaga ni muchísimo menos. Por otra parte, están los efectos beneficiosos que conllevan que en mi opinión compensan sobradamente las pequeñas molestias que pueden causar en el campo o en las ciudades.

 

 

Los estorninos se alimentan de pequeños invertebrados como larvas, gusanos y pequeños insectos por lo que ayudan a controlar las plagas de estos bichitos. También aprovechan frutas y semillas que encuentran caídas en el campo ayudando a mejorar las cosechas.

 

Ave esencialmente europea, fue introducida en Estados Unidos a principios del siglo pasado seguramente en algún mercante que transportara grano. Carente de grandes depredadores se ha extendido con gran profusión en el continente americano donde no tiene grandes simpatías por parte de sus habitantes que lo consideran un poco ave de mal agüero. Puede confundirse muy fácilmente con el mirlo, aunque este es algo mas corpulento, plumaje de un negro mate y sobre todo el mirlo común tiene un anillo ocular amarillo del cual carecen los estorninos.

 Ya hemos hablado un poco de las costumbres y pequeñas molestias que pueden causar y de las innegables ventajas que nos proporcionan los estorninos, ahora vamos a comentar como podemos fotografiarlos pues son pájaros muy bonitos y debemos plasmarlos para nuestra colección. De entrada, hay muchos; millares diría yo. Basta con que usted madrugue un poco entrado el otoño y los vera salir al campo formando autenticas nubes, por lo que encontrarlos nos será fácil. Llenan árboles, cables de tendido eléctrico y campos donde haya un poco de hierba en la que puedan encontrar su alimento.

 

No son muy desconfiados, por lo que si avanzamos muy muy despacito podremos acercarnos a una distancia razonable, por otra parte su tamaño de más de 20 cm. Nos permitirá obtener buenas tomas con un tele objetivo de unos 500 mm. Al igual que con otras muchas aves, en las horas centrales del día con luz cenital los colores aparecen mas apagados. Yo recomendaría fotografiarlos por la mañana o al atardecer que es cuando mas podemos plasmar sus magníficos tonos iridiscentes.

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La gazza ladra, la urraca ladrona.

01 Julio, 2008 23:25
Escrito por jmdf, General

Por Josep Maria Dalmau                          jmdf@fondoimagenes.com        www.fondoimagenes.com  

 

Hay que ver, lo que el chismorreo popular, que no siempre es sabiduría puede atribuir “vicios y taras mas propias de los humanos” a simpáticos animalitos que por definición son puros e inmaculos. A las pobres urracas les ha tocado la fama de ladronas y con ellas se han ensañado. No solo el vulgo populacho, si no también músicos como Gioacchino Rossini que compuso en 1817 “La urraca ladrona” donde la desventurada Ninetta da con sus huesos en la cárcel por culpa del hurto de un plumífero. También Hergé les dedico una historieta en 1963 “Las joyas de la Castafiore”, donde otra urraca era la causante de la desaparición de las joyas de la famosa diva, en esta ocasión pagan la culpa unos pobres gitanos que por allí deambulaban. Suerte que estaba Tintín y el inefable capitán Haddock para poner las cosas en su sitio.

 

  

Mas no solo de ladronas tienen fama, la “cultura popular” entre comillas otorga a la pobre urraca rivalizando con los cuervos y gatos negros la fama de traer mala suerte. Una leyenda cristiana muy extendida cuenta que cuando Jesús estaba agonizando en la cruz, todas las aves fueron a consolarle menos la pobre urraca que estaría ocupada en otros menesteres, este imperdonable olvido le valió que fuera maldecida para toda la eternidad y le cargaran el mochuelo de la mala suerte. También es vox populi “bonito el latinajo” que cuando una urraca aparece en el dintel de una ventana anuncia una muerte próxima. Leyendas aparte, lo cierto es que las urracas se sienten atraídas por los objetos brillantes que suelen recoger y guardar en su nido, se han llegado a encontrar monedas y joyas valiosas en sus escondrijos.

   

Pero habladurías aparte, vamos a lo que nos interesa a un buen fotógrafo de la naturaleza; las urracas, de la familia de los córvidos son unos bellos pájaros que pueden llegar a medir unos 40 centímetros llegando la envergadura de las alas a los 60, con su cuerpo blanco y negro iriscente tienen una larga cola de un bonito azul que puede pasar a un verde metálico según le de el sol. No son aves migratorias, están todo el año entre nosotros por lo que las podemos encontrar en todas épocas. A pesar de la tirria que les tienen los humanos, son aceptablemente sociables y gustan de la proximidad de los núcleos urbanos. Son omnívoras, lo que significa que comen de todo lo que encuentran, esta facilidad de buscar alimento y la falta de depredadores naturales ha hecho que se hayan multiplicado muchísimo.

 

  

A pesar de que su voz natural es un graznido bastante desagradable, las urracas son inteligentes y astutas. Se ha dado el caso de ejemplares que han sido capturados y con bastante paciencia han sido capaces de aprender a imitar la voz humana. Su principal opositor con el que se lleva fatal, es el críalo “Clamator glandarius” ave de la misma familia y costumbres que el cuco que tiene la manía de aprovechar el menor descuido de las urracas cuando estas ya han puesto sus huevos en el nido para ir ellas y poner los suyos propios entre los de las urracas. De esta forma las incautas urracas cuidan y alimentan los polluelos de los crialos y siendo estos más precoces no es raro que acaben con los legítimos ocupantes del nido.

  Como he comentado anteriormente las urracas son muy abundantes y no demasiado asustadizas. Especialmente en verano veremos gran cantidad de ellas por lo que nos será muy fácil fotografiarlas. En las copas de los árboles, subidas a pequeños promontorios o simplemente en el suelo buscando su comida si nos camuflamos con un cierto sigilo no deberíamos tener problemas para llegar a una distancia razonable que podamos cubrir con un objetivo de 300 a 500 milímetros. Como normalmente operamos a pleno sol, con un ISO de 400 y un diafragma de F5,6 debería dar una velocidad superior al 1/1500 de obturación. Suficiente para poder operar sin trípode con lo que conseguimos una mayor movilidad.No será el pájaro mas bello que haya fotografiado, tampoco el que mas dificultad le haya ocasionado; pero aunque solo sea por todo lo que se ha dicho de ellas, las urracas merecen un puesto preferente en nuestra colección.

                                                                                       jmdf@fondoimagenes.com

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Están todas las que están, pero no son todos las que son.

10 Julio, 2008 11:42
Escrito por jmdf, General

Por Josep Maria Dalmau     jmdf@fondoimagenes.com                www.fondoimagenes.com

 

Hasta aquí he intentado transmitir mis modestos conocimientos de fotografía y mostrar algunos ejemplos de insectos, paisajes y aves. Lógicamente dirán; faltan muchas especies. En el mundo de los insectos y de las aves, las especies catalogadas se cuentan por millares. Es prácticamente imposible que un fotógrafo de la naturaleza pueda reunir en una vida todas los especimenes, mas aun como si en mi caso al igual que un medico de medicina general toco todos los temas.

buitron

Este DIARIO DE UN FOTOGRAFO DE LA NATURALEZA solo pretende ser una guía de iniciación, para que sepamos cual es el equipo necesario que tenemos que usar en cada caso. Como debemos vestirnos y comportarnos en la naturaleza. He hecho un amplio hincapié en el máximo respeto que debemos tener hacia el mundo natural. Siguiendo los capítulos de este libro, tendríamos que saber reconocer las especies más habituales y obtener fotografías de un cierto nivel.

 

buscarla

Esta es la experiencia que he adquirido a lo largo de mi vida, si puede ser de alguna utilidad, será mi recompensa.

 

cernicalo

¿Por qué es tan importante dejar un legado en imágenes de la natura? La naturaleza cada vez se aleja más de las ciudades y  sus ocupantes. Hace ya muchos años, en mi juventud detrás de casa había un huerto lleno de legumbres y verduras, algunas aves de corral picoteaban alegremente buscando su grano. Los pájaros nos visitaban a compartir esta abundancia y beber en la balsa cercana. Esta proximidad con el mundo natural es lo que compartíamos antes los niños, y debo decir que éramos muy felices.

 

colirrojo

El desarrollo urbanístico e industrial ha alejado por no decir destruido esta proximidad. Los niños actualmente no es raro que crean que las verduras ya salen envueltas en plástico y con etiqueta de las matas. La educación que reciben y las nuevas tecnologías a las que son tan aficionados tampoco ayudan. En la televisión nos hablan del deshielo y el cambio climático; pero queda tan lejos. Cuantas más imágenes seamos capaces de transmitir de nuestra naturaleza próxima, más ayudaremos a conocerla y conservarla.

críalo

Expongo a continuación alguna aves que no he tratado con detalle pero que nos pueden ser útil a la hora que deban identificar un ejemplar. Aunque repito el encabezamiento de este capitulo. Están todas las que están, pero no son todas las que son. Hasta aquí he llegado, pero este no es el ultimo capitulo, seguiré haciendo fotografías de la naturaleza tanto de aves como de insectos que tengan a bien admitir mi presencia y siguiendo los avances técnicos que se produzcan tanto en cámaras como en objetivos hasta que el gran Manitú me llame para acudir a las eternas praderas verdes libres de toda contaminación.

paloma torzaz

lavandera blanca

mosquitero

papamoscas

petirrojo

tarabilla norteña

zorzal charlo

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Patos salvajes

24 Julio, 2008 11:02
Escrito por jmdf, General

 

    Josep Maria Dalmau      jmdf@fondoimagenes.com                      www.fondoimagenes.com

No puedo hablar de los patos salvajes ni de todo lo que ellos representan por su forma de vida, su libertad total de movimientos o su belleza intrínseca al verlos volar en una perfecta formación sin recordar el poema de Jean Richepin Les oiseaux de passage.

Richepin nos enseña el camino y el precio que hay que pagar por la libertad, por la vida salvaje y maravillosa de aquellos que han decidido seguir en contacto con la natura.

¡Oh, gente feliz! De pronto en el espacio.  Tan alto que parecen ir, lentamente una gran bandada. En forma de triangulo, llega, planea y se marcha.

¿Dónde van?...¿Quienes son? ¡Qué lejos están del suelo!¡Miradlos pasar! Ellos, son los salvajes, van donde sus deseos les llevan, por encima de los montes.

Y bosques, y mares, y vientos, lejos de las esclavitudes. El aire que respiran, haría estallar vuestros pulmones.

 ¡Miradlos! Antes de alcanzar su quimera, más de uno, con el ala rota, y llenos de sangre los ojos, morirá. Pero son ante todo. Hijos de la quimera, sedientos de cielo azul.

Los patos salvajes, capaces de morir antes que convertirse en aves de corral. ¿Quiénes son; de donde vienen? Del orden de los anseriformes, los patos pertenecen al grupo de los anátidos. Evolucionaron hace muchos años al medio acuático que les proporciona refugio, alimento y seguridad contra sus muchísimos depredadores; el principal el hombre, que lejos de cazarlos para subsistir, los persigue incansablemente en un deporte sangriento hasta llevarlos en muchos puntos a la extinción.

 

De un peso entre el kilo y el kilo y medio, tienen una envergadura de unos 50 a 70 centímetros, si ningún cazador da cuenta de ellos, pueden llegar a vivir hasta 13 años. Habitan en cualquier zona húmeda como embalses, ríos, pantanos y estanques de prácticamente todo el mundo. El principio de la primavera es la época de cría del pato salvaje, ponen entre diez y doce huevos que eclosionaran 28 días después. Su alimentación es omnívora, come semillas, plantas acuáticas, insectos, crustáceos, peces y moluscos. Esta variada alimentación y el hecho de saber adaptarse muy bien a la contaminación y a los destrozos que el hombre causa en sus habitats ha hecho del antecesor del pato domestico un autentico superviviente un autentico superviviente capaz de resistir a la especie mas dañina y destructora; la humana.

 

Cuando el otoño acecha, los patos empiezan su cortejo nupcial; es un bello espectáculo verlos nadando con el cuello estirado alrededor de una hembra, avanzado el invierno inician la marcha hacia los lugares de nidificación que suelen ser placidas ensenadas o remansos de agua. Sabedores de sus muchos depredadores, construyen sus nidos muy bien escondidos entre las hierbas o los juncos, después los forran con su propio plumón. Cuando las jóvenes crías rompen el cascaron, no precisan de su madre; les basta su propio instinto para alimentarse y aprender a volar, aun así; solo los mas fuertes sobrevivirán.

 

Para el fotógrafo de la naturaleza encontrarse a estos supervivientes natos es una prueba evidente de que todo no esta perdido, que todavía quedan espacios aceptablemente habitables donde estos animales se pueden perpetuar. Son muy desconfiados; afortunadamente, lo mas probable es que al vernos empiecen a volar. Para fotografiarlos e inmortalizar estas bellas estampas, tendremos que armarnos de paciencia y esperar bien camuflados entre los juncos o humedales que suelan frecuentar. El equipo; usemos una pequeña compacta ultra zoom o una buena reflex cuanto mas larga sea la focal mas probabilidades de éxito tendremos. Los que usen el digiscoping más fácil lo tendrán, pues podrán disparar desde considerables distancias. Lo que si les puedo asegurar, es que ver a los patos salvajes nadando tranquilamente en su elemento es una de las experiencias mas gratificantes que podamos encontrar.

 Las petroquímicas contaminan con demasía frecuencia el rió por el que gusto pasear, también los residuos urbanos convenientemente camuflados van a parar al rió ante la pasividad de quienes deberían velar por sus aguas que son fuente de vida no solo para la flora y la fauna, sino también para la vida humana. Hasta cuando podrán acompañarnos.

Ellos, son los salvajes, van donde sus deseos, les llevan.

descargar PPS  naturaleza    http://www.fondoimagenes.com/ENTRADA-PRINCIPAL.htm 

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Otoño

18 Septiembre, 2008 10:26
Escrito por jmdf, General

por Josep Maria Dalmau                                       jmdf@fondoimagenes.com                     www.fondoimagenes.com

 Antes que Jacques Prevert empiece a cantar por las hojas muertas.

A l'enterrement d'une feuille morte
Deux ecargots s'en vont
Ils ont la coquille noire
Du crepe autour des cornes
Ils s'en vont dans le soir
Un tres beau soir d'automne.

Al entierro de una hoja muerta
se van dos caracoles
tienen la concha oscura
crespón llevan de moño
bajo los árboles
se fueron sin premura

una tarde de otoño.

Que Hamlet vague en noches oscuras por las almenas bajo la niebla, François Mauriac escribe tristes poemas de niebla. La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.

Que solitarias damas otoñales poco previsoras o demasiado independientes suspiren lánguidamente mientras pasan amorosamente el índice por el monte de venus ahora mas parecido a cráter lunar;  es el momento de observar los cambios que nos llevaran ineludiblemente al Otoño. Cuando la frenética actividad estival del yang nos abandona, los colores se vuelvan mas ocres y amarillos y una extraña paz nos invade. La naturaleza se prepara para su vestido de invierno. Para cuando la energía vital que empuja la vida hacia el exterior se extinga, debemos estar preparados para aprovechar la sinergia que hemos obtenido durante el buen tiempo igual que hacen los vegetales para crecer hacia dentro o muchos animales invernantes que vivirán de sus reservas durante el tiempo hostil e inclemente.

Como observadores que somos de la naturaleza, aprenderemos a conocer estos cambios sutiles antes que el calendario que no siempre es fiable nos lo indique. A finales de agosto es el tiempo predilecto de apareamiento de las libélulas que ponen sus huevos en remansos poco profundos de agua que el estío casi ha secado, después nuevas lluvias, harán que eclosionar las ninfas para empezar su nuevo ciclo acuático. Las hormigas inician un frenético acarreo de semillas hacia sus nidos subterráneos. Es hermoso contemplar largas filas de muchos metros de hormigas cargadas cual porteadores de antaño con enormes cargas que superan varias veces su peso y volumen a fin de llenar la despensa para el invierno.

Cuando el verano esta a punto de terminar, los olores son intensos en el campo; las plantas al secarse desprenden multitud de fragancias, pero ninguna tan dulce como el hinojo con su peculiar aroma anisado que nos recuerda los almuerzos dominicales de antaño con toda la familia reunida y aquellas copas de licor casero que se servían a los postres, hasta los ausentes estaban presentes. También podría hablar de las golondrinas con sus jóvenes crías que se reúnen a descansar en los cables eléctricos antes de emprender su éxodo hacia el sur y decirles que volverán, “si un mal viento africano no las arrastra hasta el medio del desierto del que ya nunca se vuelve.” También pasa con muchas personas al llegar el otoño; ¿viejos; que mal viento se os ha llevado?

No; no hablare de las golondrinas, demasiados cursis ya han hablado. Prefiero observar a las abubillas, los abejarucos, coloridos pájaros que han llenado de color nuestro verano y también se reúnen para pasar el estrecho para ir a sus campos de invierno, pero sabemos que volverán si estamos aquí para observarlos.

Todos estos detalles no pueden pasar desapercibidos para los fotógrafos amantes de la naturaleza. El otoño se acerca a pasos agigantados; ya no fotografiaremos coloridas aves, no sudaremos el calor de la canícula pero que magnificas fotografías nos proporcionara el tiempo otoñal. Cada estación tiene un encanto especial si sabemos observar al igual que Jacques Prevert, las hojas muertas nos darán infinidad de encuadres maravillosos con unas luces que solo en esta época se pueden obtener. Otoño, no es tiempo de eliminación y de todos los Santos, También es tiempo de renovación, como la pluma inútil que pierde el águila en pleno vuelo; después nuevas plumas vendrán a calentarle las alas.                                                                                       jmdf@fondoimagenes.com

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LAVANDERA BOYERA (Motacilla flava)

28 Octubre, 2008 12:18
Escrito por jmdf, General

LAVANDERA BOYERA (Motacilla flava)

Por Josep Maria Dalmau  jmdf@fondoimagenes.com  www.fondoimagenes.com 

  

Para un fotógrafo de la naturaleza, especialmente si tanto en entomología como en ornitología su escuela ha sido la de la vida “este es mi caso” la observación debe de ser la primera y fundamental virtud. Sirve de muy poco consultar libros técnicos en la materia si primero no hemos pasado infinidad de horas en el campo observando la naturaleza. Es mucho mas provechoso primero observar, intentar comprender el comportamiento de nuestros modelos aunque esto nos lleve muchos años y después verificar en los libros hechos por naturalistas para saber si nuestras deducciones son correctas.

  

Esto, lógicamente; puede llevarnos a cometer errores. Nunca me cansare de repetir que somos fotógrafos de la naturaleza, no biólogos ni naturalistas. Ni en muchos casos ellos consiguen sacar por si mismos todas las fotografías que usan, ni nosotros vamos a rivalizar con ellos en conocimientos científicos. Es fácil que en alguna ocasión, cometamos algún error de identificación; no apurarse, siempre habrá algún amable colega que con sutileza “o no;” nos corrija y así vamos aprendiendo. Si en fotografía puedo jactarme de tener unos elevados conocimientos técnicos, y aun así; aprendo cada día que salgo al campo. ¿Cuanto más debo aprender sobre la naturaleza y sus bellos habitantes?  Es muy probable que necesitara unas cuantas vidas para ponerme al día y tener unos conocimientos dignos.

  

Por ello digo, como he empezado este artículo,  que el valor de la observación, no tiene precio. Todas las fotografías de este libro, han estado hechas en un recorrido de unos seis o siete kilómetros al lado de un pequeño, maltratado por las petroquímicas, expoliado por un uso irracional del agua y sucio rió olvidado por tantas administraciones que dicen velar por el medio ambiente. Para aquellos que han tenido la paciencia de leer este libro desde el principio, saben que me refiero al rió Francoli.

  

A través de los años, recorriendo el mismo trayecto allí donde aparentemente ya no queda nada, he ido observando los cambios. He podido obtener todavía hermosas fotografías de la fauna y la flora en peligro de extinción. Comprobar como cada año los insectos disminuyen y las aves migratorias vienen en menor número por encontrar sus habitats degradados. Antes gustaba de refrescarme y beber de sus cristalinas aguas. La ultima vez que sacie la sed en el agua del rió, termine en urgencias de un hospital con una severa intoxicación. Puede que el agua que devuelven al cauce después de usarla para fines industriales no este tan limpia y depurada como nos cuentan.

  

A pesar de todo, unas abundantes lluvias al final del verano y principio del otoño, arreglaron temporalmente las cosas, en la desembocadura, habitad natural de muchas especies limícolas, nuevas crías siguen sobreviviendo. Me alegre mucho, cuando a principios de octubre observe la llegada de una numerosa colonia de lavanderas boyeras procedentes de centro Europa que paraban unos días en nuestras latitudes antes de emprender su larga migración hacia tierras Africanas.

 Las lavanderas boyeras  (Motacilla flava) a diferencia de la lavandera blanca (motacilla alba) que acostumbra a pasar el invierno en parajes templados de la península, normalmente solo la vemos pasar en la época pre-nupcial entre marzo y abril donde paran para descansar, aunque este paso es bastante rápido. Prefieren anidar en los climas más ricos de alimento de centro Europa “esta más limpio”. El paso post-nupcial que empieza a finales de agosto, alcanza su máximo esplendor durante el octubre. Ha sido durante los primeros días de este mes cuando he tenido ocasión de observar una nutrida colonia de casi un centenar de avecillas descansando a orillas de mi rió en esta ocasión excepcional por las tempranas lluvias y un agua raramente limpia.

Pensemos que este bello espectáculo de tantas lavanderas boyeras fácilmente identificables por su barriguita de un amarillo intenso y pardo verdoso en el manto superior, de no haberse producido estas lluvias, habrían pasado de largo de nuestros parajes huyendo de sus aguas contaminadas.

  

Después de un verano bastante mediocre en el que he observado realmente pocos odonatas (libélulas) donde otros años nos recreaban la vista infinidad de ejemplares, escasas mariposas y menos anfibios; las ranitas han sido las mas perjudicadas por la ínfima y escasa calidad del agua. Por no hablar de los cangrejos de rió que precisan agua limpia para vivir y reproducirse; aparecieron muertos a principio de verano a causa de algún vertido toxico. Estas lluvias otoñales me han alegrado el principio de la estación fría. Aunque una flor, no hace verano; no dejo de preguntarme cuanta agua tendría que caer para llevarse toda la porquería de este rió cuya única desgracia es haberle puesto un complejo petroquímico al lado y pasar cerca de unas ciudades con escasa conciencia ecológica. Sigo pensando que la madre naturaleza es sabia y un día lloverá tanto que se llevara la contaminación y a los contaminantes.

 Esperando este día, sigo observando la naturaleza, en ocasiones triste; pues donde antes había un extenso matorral poblado de pequeños seres, encuentro un hoyo de culebreantes cañerías en reparación. Aunque después lo tapen, el daño; ya esta hecho. Pasaran muchos años para que vuelva a regenerarse si le dan tiempo. Otras, como esta vez, paso horas mirando agazapado las pequeñas aves alimentarse antes de emprender su largo vuelo trans-sahariano. Nunca me cansare de observar. Estos breves momentos, son el alimento del alma para el amante de la naturaleza, el nirvana, el éxtasis. El calor, los mosquitos y las incomodidades desaparecen ante estos espectáculos que nos ofrece la natura. Nunca dejare de creer que la naturaleza es más sabia que el hombre y que las cosas aun puede arreglarse y volver a ser como antes. Mientras las aves nos sigan visitando y los gráciles insectos en mayor o menor medida sigan habitando este cauce, seguiré pensando que la inmensa tontunez llamada industria y desarrollo aun puede arreglar o paliar el mal que ha hecho, y yo; humilde observador, notario de la naturaleza seguiré dando fe con mis hermosas fotografías.

                                                                                jmdf@fondoimagenes.com

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