Paseo – Santa Maria de Palau-Solitá – Can Duran – Serrabarona – Sant Menna – Sentmenat – Ca l’Anec – Can Capella – Can Gibert – Can Tarragona – Ca l’Aiguader – Can Pujol – Font de Can Pujol – Font de Sant Roc

Ufffff! Que frío … el agua de la cantimplora parecia haber salido del congelador directamente, los dedos de la mano ni se sabe si estaban ahi, menos mal que el sol hizo presencia y la ruta pasaba mayoritariamente por zonas abiertas. Corta pero bonita ruta en bici que nos permite pasar por sitios como: Santa Maria de Palau-Solitá, como punto de inicio – Can Duran antigua y gran masia que ahora es restauramte y pequeño museo de aperos de labranza, El Racó de l’Avi, en su entorno hay piedras de molino y artilugios antiguos propios de las labores del campo. Nos entretenemos con unos simpaticos burros de la masía.

Tomamos dirección a Sentmenat por el Eix de Llevant que coincide parcialmente con el GR – 97 hasta el barrio de Serrabarona. En un desvio a la izquierda hay un pequeño Mas ( no se el nombre todavía ) y seguimos hasta la Iglesia de Sant Menna – Sentmenat. La iglesia fue construida en el año 1744 debido al mal estado de la iglesia románica, situada a mediodía de la rectoría, de la que aprovechó las piedras. Los fundamentos se iniciaron en mayo de 1728 y en septiembre se colocaba la primera piedra. Antes del año 1955 se añadió una nueva tramada y los ábsides actuales. Destaca también el Campanario Románico de la Rectoria de la Iglesia ( mas información ). Después damos una vuela por Sentmenat buscando la pLaza de la Vila pasando por algunos edificios singulares de la población, Casa Costa, Casa Domingo Ramoneda ( mas información ).

Volvemos de nuevo a Serrabarona y unos indicadores marcan desvio a la izquierda hacia Ca l’Anec – Can Capella, una pronunciada bajada nos lleva al Paratge de Ca l’Anec seguimos hasta Ca l’Anec mas adelante nos desviamos un poco hacia la derecha para visitar Can Capella. Masía rectangular, documentada en el siglo XI, de tres crujías (la central más ancha que las laterales) y dos plantas. La cubierta es de dos vertientes con la cumbrera paralela a la fachada, sobrealzada. Actualmente tiene otro cuerpo añadido a uno de los lados, “lugar en ruinas”, Seguimos hacia Can Gibert – Can Tarragona. En la Entrada esta plantado un Menhir ” el Menhir de Can Tarragona”.
Seguimos hacia Ca l’Aiguader donde encontramos una piara de cerdos que parecían estar en un balneario con terapia de chocolate por el color de su piel, creo que son cerdo ibérico. La masia esta en restauración y en los alrededores una balsa una singular farola y una fuente de obra y cerámica nos llama la atención. Torcemos hacia el norte con angulo de 90º bordeando un campo ya que en el mapa aparecía un camino pero sobre el terreno no estaba. Es un tramo corto que nos deja en la pista que va hacia Can Pujol. Esta masía tiene una era con un horno y una torre de un pozo. Bajamos por la pista entramos por un sendero en el interior del bosque de Mas Castell en dirección a San Roc, llegamos a un claro y bajando a mano izquierda damos con la Font de Can Pujol con un gran choro de agua y un entorno de los mas bonitos que se pueden ver por la zona. Después tomamos rumbo a San Roc, buscamos la Font de Sant Roc, pero el entorno no esta tan cuidado como debiera, esta todo muy escondido en maleza, hay una gran balsa de dos cuerpos. Ya volvemos por el lateral de la Riera de Caldes hacia Santa Maria de Palau-Solitá viendo una gran colonia de aves que disfrutan del sol y el río.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 15 km la vuelta.

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Rutas – Lliçà d’Amunt – Santa Eulalia de Ronçana – Bigues i Riells – Riells del Fai

Ya hace algún tiempo, cuando pasábamos por la carretera que une Riells de Fai y las dos Lliças, me fijaba en que gran parte del recorrido disfrutaba de algunos buenos tramos de carril bici o algo parecido, así que hoy nos decidimos un poco sin preparar a ver como seria llegar desde Lliçà d’Amunt hasta el Gorg de Sant Jeroni en Riells del Fai usando estas vias. Claro que no esta todo enlazado completamente y se han de hacer algunos tramos por carretera, pero aun así y con algunos desvíos hacia lugares interesantes en el camino, la experiencia a sido positiva. Ojala que dentro de algún tiempo tengamos mas vías para bicicletas y caminantes, pero hay que aprovechar lo que tenemos. Tambien hay alternativas buscando senderos y PRs. Pero hoy se trataba de ver como estaba el recorrido en cuestión.

Dentro de que es un recorrido mas propio para bicicleta de carretera, por algunos lugares es necesario una bici todo terreno, ademas también nos metimos por lugares para investigar y nos encontramos con pistas y senderos que son mas bien propios para BTT. Entre los lugares de interés que nos encontramos por el camino destaco los siguientes, empezando y tomando como inicio la Iglesia de Sant Julià de Lliçà d’Amunt os podemos encontrar con: La torre del Pla – Can Sabater – Can Falga – La Serra Granada – El Rieral y desviándonos a la derecha esta Can Burgués – La Verneda – Acueducto del Torrente de l’Areny o Torrente del Rector, a partir de aquí nos desviamos para subir hacia la Iglesia de Santa Eulàlia de Ronçana y alrrededores viendo algunas casas masía y relojes de sol y bajando por otro tramo de nuevo a la carretera, seguimos y encontramos – La Mama – Ca l’Unyó, aquí nos despistamos y cojimos un sendero que bajaba al Rio Tenes pero no nos servia aunque puede verse unas acequias interesantes, volvimos hacia Ca l’Unyó – llegamos a los carril Bici de Bigues i Riells – Casa Consistorial de Bigues, Ya en la carretera hacia Riels del Fai me paro a observar una caídas de agua en la pared que piensos que son del escape de un acueducto que hay arriba en la pared de roca – llegamos al cruce – La Paradeta un restaurante – subimos hacia la Pineda y podemos ver desde el camino la masia de Can Camps a la izquierda – Moli de la Pineda – La Pineda – Font de la Pineda – y finalmente el Gorg de sant Jeroni. En este enlace podéis leer sobre lugres de interés de la zona.

Alli, disfrutando de un día mas primaveral que de invernal, tomamos bocado viendo como unos perrillos de bañan en el gorg ( poza ), se lo pasan pipa, se nota. De vuelta y al ver un puente a la derecha que cruza el Tenes decidimos ir por alli suponiendo que habría salida, que la había, encontramos al otro lado una gran masía Can Noguera continuamos por una bonita pista que mas tarde se convierte en sendero hasta que llega a El Molinet a su vez salimos al puente nuevo de Bigues, al otro lado esta Can Pruna. Ya tomamos los carriles de nuevo y por el camino vemos Can Corominines. Al llegar de nuevo a Santa Eulalia de Ronçana vemos de nuevo el Acueducto del Torrente de l’Areny o Torrente del Recto y vemos mas arriba del torrente otro puente. Después veo a mi derecha Can Brustenga y me acerco, encontré a uno de sus propietario que me permitió entrar a ver el patio, el lavadero, la capilla, desde aquí le agradezco el gesto ya que a mi me gustan especialmente este tipo de edificios y este concretamente es espectacular por las dimensiones y el lugar en el que esta situado. Me queda pendiente visitarla por dentro otro día.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 31 km la vuelta.

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Rutas – Montcada – Torre dels Conills – Can Tort – Font del Tort – Can Panxa – Can Piquer – Coll de Moià – Font dels Caçadors – Font dels Avellaners – Sant Pere de Reixac – Turo de Moià

Hoy nos reencontramos con Francesc y los compañeros de Martorellas, con los que ya hace tiempo no coincidimos para andar. Aprovechando que ellos organizan una salida mensual, nos apuntamos. En este ocasión es en la Serralada Marina, ademas de que nos queda cerca pasaremos durante la caminata por varios puntos por los que no habíamos pasado antes, exceptuando la Font dels Caçadors. Llegamos pasando el puente de Montcada a la entrada de la Torre dels Conills, como llegamos bastante pronto al punto donde quedamos, me doy una vuelta y veo que un poco mas arriba hay unos aparcamientos bastante nuevos y un área de recreo, así que cambiamos de aparcamiento. Esperamos al grupo de Martorelles y cuando llegan aparcamos todos juntos. Tras los los saludos de rigor damos inicio a la caminata tomando dirección a Can Tort y pasaremos por los siguientes puntos de interes: Font del Tort – Can Panxa – Can Piquer – Coll de Moià – Font dels Caçadors – Font dels Avellaners – Sant Pere de Reixac – Turo de Moià y desde aquí la bajada hasta la Torre dels Conills.

El camino comienza subiendo suave, después de pasar Can Tort y a pocos metros esta la font del Tort. El espacio que la rodea ha sido acondicionado recientemente y presenta un aspecto muy agradable y acojedor. Seguimos hacia arriba y pasado el área de la fuente giramos a derecha por un camino que se va convirtiendo en sendero pasando a lado de Can Panxa. Llegamos a una pista mas ancha y la tomamos primero a derecha y despues a izquierda en dirección a Can Menut y Can Pique. Desde esta perspectiva se ve el conjunto que forman Can Miqueló – Can Taianet – Ca n’Ortigosa. Seguimos la pista y llegamos al Coll de Moià, desde el camino divisamos la silueta de Sant Pere de Reixac, pero antes de visitarla giramos hacia la derecha para adentrarnos en el Cami de Vilatort que nos llevara a la Font dels Caçadors y Font dels Avellaners, andado aproximadamente un kilometro llegamos a la Font dels Caçadors que se encuentra a ras del sendero y dando inicio al Torrent de Reixac. Seguimos caminado por el Cami de Vilatort que hace una curva pronunciada y pasa junto a una antigua cantera, después de pasar un grueso roble llegamos a un desvio a la izquierda donde empieza el sendero que va a la Font dels Avellaners, este tramo es corto pero esta algo espeso de vegetación. Llegamos a la fuente y es un lugar muy especial donde alguien o varios alguienes se dedicaron en su momento a dejar algunas talla en piedra y mosaicos de cantos rodados, pero parece que el lugar había estado mejor no hace tanto y algunos de los arreglos que tenia parecen haber desaparecido. Tomamos el sendero que hay en sentido contrario al que llegamos y nos lleva a la pista del Coll de Moià, ahora si nos desviamos hacia Sant Pere de Reixac.

Sant Pere de Reixac – La historia no ha respetado a Reixac: sus más de mil años de existencia están marcados por el fuego y la destrucción. Además de las pequeñas reformas que los sucesivos habitantes fueron introduciendo, la iglesia ha sufrido dos grandes incendios, uno en el año 1652 y otro en 1936, que provocaron restauraciones casi integrales en su arquitectura. Eso hace que resulte muy difícil de discernir las diferentes etapas constructivas y las partes originales de las reformas. La planta actual consta de dos naves paralelas encabezadas por un ábside cada una y orientadas a levante. Al lado de la nave central se alza una torre campanario adosada con posterioridad a la nave central, como puede verse por las dos ventanas laterales cegades por el muro del campanario.

La nave central está cubierta con vuelta de cañón y encabezada por un abside rectangular con una pequeña ventana de doble esqueixada y arco de medio punto. En esta nave se abre la entrada al templo constituida por un arco de medio punto con decoración muy sencilla formada por las mismas dovelles. En el mismo muro, esta la puerta que comunica con la torre del campanario, actualmente utilizado como sacristia.

El primer piso de la torre, de planta cuadrangular, se ha fechado en el siglo XI o XII, a pesar de que las primeras hileras de piedras de menaje muy irregular, se observa una orientación diferente de opus spicatus, cosa que nos indica una construcción anterior. La parte superior es octogonal, con cuatro ventanas, producto de la reforma del siglo XVII. Donde ahora hay la puerta que comunica con la nave principal, antes había un arco de medio punto rebajado que actualmente está tapiado.

Adosada al campanario, y con una entrada por la nave, se construyó al siglo XVII una pequeña capilla, desaparecida en 1936, donde se situó el altar de la Mare de Déu del Rosal, Sant Antoni y después el sepulcro de Alamanda de Reixac (fechado en el siglo XIV), del que aún en podemos ver las marcas de alabastro en el muro exterior de la torre, que debia de hacer de pared medianera con la capilla.

Iniciamos la vuelta y llegamos otra vez al Coll de Moià, en lugar de seguir hasta de Can Pique, tomamos a derecha y subimos hasta la bandera debajo del punto más alto de la colina. Desde aquí una pronunciada bajada nos deja en la Torre dels Conills donde hemos dejado los vehículos. Un saludo a los compañeros de Martorelles.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 8.5 km la vuelta.

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Paseo – Molins de Rei – Can Tintorer – Sant Bartomeu de la Quadra

Un paseo por los alrededores de Molins de Rei para descubrir nuevos rincones de Collserola. Aunque la intención era hacer una ruta mas larga y completa, la falta de tiempo hoy nos limita ya que debemos estar de vuenta sobre las 13h. Pero queda pendiente para otra ocasion varios destinos cercanos a esta zona, como son La Rierada y Santa Creu d’Olorda, entre otros.

Can Tintorer es un restaurante en una masía del siglo XVI. En plena naturaleza. También tiene una parte dedicada a los caballos. Al lado esta Ca n’Amic

Sant Bartomeu de la Quadra es un núcleo de población perteneciente al término municipal de Molins de Rei. Está situado dentro de la sierra de Collserola, en un collado entre la riera de Santa Creu y la riera de Vallvidrera.

El lugar de Sant Bartomeu era una antigua cuadra perteneciente a Santa Cruz de Olorda. La iglesia parroquial de Sant Bartomeu de la Cuadra, mencionada en 1143 como Sant Bartomeu de Olorda, fue derribada en 1936. Con las mismas piedras se construyó un nuevo templo en 1947, de una nave, con campanario de torre cuadrada.

En el siglo XIX formó parte del municipio de Santa Creu de Olorda y, al dividirse este en 1916, fue incorporada a Molins de Rei. En 1868 fue erigida en parroquia independiente. La iglesia antigua, seguramente románica, fue destruida piedra a piedra en 1936. Según antiguas fotografías, el edificio era de una nave encabezada por un ábside semicircular, tenía una absidiola al norte, un porche a mediodía y la puerta llevaba la fecha del 1636. Se conservan cuatro capiteles de tradición prerrománica. La iglesia conservaba un retablo gótico dedicado a Sant Bartomeu, del siglo XV, con escenas de la vida y martirio del apóstol. Desaparecido en 1936, algunas tablas son actualmente el Museo Diocesano de Barcelona. Los otros retablos, el del Rosario y el de San Isidro, de los siglos XVI y XVII, junto con algunos cuadros, también desaparecieron en 1936. Asimismo, entonces se perdió el fondo documental de la parroquia.

Nota: Curiosamente a cuatro pasos de donde aparcamos para salir a andar “Plaça de les Bruixes” existe el jaciment ibèric de la plaça de les Bruixes, por desconocimiento no lo fuimos a ver, después en el mapa me di cuenta de el, otra vez sera

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 12 km la vuelta.

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Paseo – 13a Biennal del Pessebre – Castellar del Valles

Aprovechamos que en Castellar del Vallès se celebra la 13a Biennal del Pessebre del 4 de diciembre de 2010 al 16 de enero de 2011 para conocer un poco el pueblo, ya que siempre lo pasamos de largo o lo cruzamos cuando vamos a caminar a algún lugar. El Grupo Belenista de Castellar del Vallès presenta las actividades programadas para la 13 ª Bienal del Pesebre Catalán, un evento que cada dos años organiza una de las entidades de la Federación Catalana de Pessebristes.

En esta edición de la Bienal del Pesebre el grupo catellarense ha apostado por combinar exposiciones de pesebrismo clásico con otros que apuestan por los nuevos lenguajes en el pesebre o la presencia del pesebrismo en la red de Internet. En Castellar entre el 4 de diciembre y el 16 de enero se podrán ver 90 pesebres provenientes de diversas poblaciones de Cataluña y de estilos muy diferentes.

Las exposiciones previstas para la Bienal del Pesebre son:

– 60 ª Exposición de pesebres de Castellar del Vallès
– Belenes de Cataluña
– Nuevos lenguajes para el pesebre
– El belén del Mercado
– Tu pesebre en la Red
– Pesebrismo por escrito y retratado

De merecida visita tener en cuenta entre otras la Iglesia de San Esteve, edificio levantado entre 1885 y 1892 sobre los cimientos de la iglesia de estilo barroco construida a finales del siglo XVIII, y sobre la capilla de Sant Iscle y Santa Victoria, documentada en 1636. Conocida como la catedral del Vallès, es uno de los ejemplos más emblemáticos del neogótico catalán. El Palau Tolrà Sede del Ayuntamiento de Castellar del Vallès. Antigua residencia de la familia Tolrá, fecha de 1890. Desde 1994, es la Casa de la Villa. El conjunto arquitectónico está formado por tres edificios: la residencia, la granja y los gallineros. Además, también hay un jardín con una glorieta, un manantial, bancos modernistas y una pérgola, utilizada en actos oficiales. El jardín es un espacio agradable abierto al público. Las Escoles Tolrá donde llama la atención como tenían en el siglo pasado, puertas diferenciadas de entrala a la escuela para Niños y Niñas.

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Rutas – La Salut – Les Tres Fonts – Font vella de la Salut o de Canyameres – Els Corrals Nous y Vells – Serra de Sant Iscle – Can Domènec – Can Manent – Rio Tort – Can Vilà – Togores – Pi de las Tres Brancas – Morages Vell – Font de Can Moragues – Torrent de Colobrers – Font de la Tosca – Can Pages – Rio Ripoll – Font del Socaire – Font dels Degollats – Moli d’en Torrella – Raval d’Amalia

Hoy nos reencontramos con una ruta que ya hicimos en diciembre del 2007, aunque hoy partiremos de la Salut y tomaremos una variante para localizar la Font vella de la Salut y otra variante para localizar la Font del Socaire y pasaremos por los siguientes puntos de interes: Les Tres Fonts – Font vella de la Salut o de Canyameres – Els Corrals Nous y Vells, donde tubimos la oportunidad de charlar con unos colombófilos y ver distintos tipos de palomas, subiendo después a la Serra de Sant Iscle – Can Domènec – Can Manent – Rio Tort – Can Vilà – Togores – Pi de las Tres Brancas – Morages Vell – Font de Can Moragues – Torrent de Colobrers – Font de la Tosca – Can Pages – Rio Ripoll y aqui localizamos la Font del Socaire tambien buscamos la Font de Can Catala, pero no la encontramos seguimos hasta la Font dels Degollats – Moli d’en Torrella y pasando por el Raval d’Amalia subimos de nuevo a la Salut.

Este itinerario recorre la Sierra de Sant Iscle por el sector más oriental del término municipal de Sabadell. El camino pasa por lugares húmedos como el meandro del río Tort y por bosques de encinas y pino blanco hasta la ermita de Togores. Desde allí y en dirección al torrente de Colobrers pasaremos cerca del Pi de las tres Brancas y al final antes de tomar el torrente de Colobrers hacemos parada en la fuente de moragues. El torrente de colobrers transcurre por un lugar natural y espectacular con gran variedad de especies vegetales. Hay árboles de ribera, chopos, sauces y plátanos. Los acantilados son de una formación de piedra tosca, de gran belleza y rodeada por altos riscos y la fuente de la Tosca nos aparece como un manantial natural. El recorrido pasa por Can Pages.

Desde aquí bajamos al Rio Ripoll y retornamos pasando por el margen Izquierdo, camino al Prat Vell y Can Catala, entre estos dos asentamientos horticolas encontramos la Font del Socaire, pero no la de can Catala, seguimos hasta llegar a la pasarela hacia el Área recreativa de Sant Vicenç de Jonqueres, una fuente y una barbacoa a disposición del personal. Volvemos a cruzar la pasarela y tomamos rumbo hacia el área de descaso de Can Amat. Pasado este punto y a la altura de Can Puiggener es muy interesante ver la concentración de aves . ánades, grullas y otras, ademas de cabras y otras especies que ayudan al mantenimiento del sistema. De allí hasta el área de descanso de la fuente dels Degollats podemos ver curiosas cuevas a la altura, geográficamente hablando, del Hospital Tauli. Ya desde allí y pasando por otro área de descanso al lado del rio Ripoll. llegamos a la altura del Puente de la Salut y del Moli d’en Torrella, tomamos el camino de la Izquierda y llegaremos a la carretera y extremo del Puente de la Salut, cruzamos al otro lado y encontramos las escalinatas del Raval d’Amalia que nos llevaran hacia el cementerio de Sant Nicolau la Salut, aqui termina el recorrido.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 15 km la vuelta.

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Rutas – Barberà del Vallès – Rio Sec – Badia – UAB – Columnas Autonoma – Torrent de Can Domènec – Font del Carme – Via Verde Bellaterra – Estación Bellaterra – Font de la Bonaigua – Torrent de Can Magrans

Partiendo de la Plaza Constitución de Barberà del Vallès desde donde se accede al GR – 173, nos dirigimos hacia el Rio Sec pasando por Badia, la UAB y visitando lugares de interés como: las Columnas de la Autonoma – Torrent de Can Domènec – Font del Carme – Via Verde Bellaterra – Estación Bellaterra – Font de la Bonaigua – Torrent de Can Magrans, etc – Este itinerario nos muestra muchos de los elementos naturales que antiguamente caracterizaban los ecosistemas de la plana vallesana. En la primera parte del recorrido caminaremos entre los que eran campos de cultivos y que ahora se estan convirtiendo en el futuro Parque industrial del Riu Sec que rodean las ruinas de una antigua masía de Can Borell y restos arqueológicos romanos y medievales de Sant Pau de Riu Sec, un ejemplo del pasado agrícola de este territorio. Posteriormente nos adentraremos en un magnífico bosque de pinos y encinas y descubriremos el espléndido bosque de ribera del torrente de Can Domènec, para seguir por lo que sera en un futuro la Vía Verde del Valles.

Riu Sec : Curso de agua intermitente que nace en el macizo de Sant Llorenç del Munt i conduce las aguas que drena por los términos de Terrassa, Sabadell, Sant Quirze del Vallès, Badia del Vallès y Cerdanyola del Vallès hasta el río Ripoll, del que es afluente.

El campus de la UAB cuenta des del año 1999 con una obra de arte emblemática que ya se ha convertido en un signo de identidad de la Universidad. Se trata de cuatro columnas de granito que se retuercen y estiran simultáneamente, buscando el cielo. Son obra del escultor valenciano Andreu Alfaro. Estas cuatro columnas, que miden entre 25 y 40 metros de altura, están rodeadas por un espacio de césped donde se ubican bloques de piedra con inscripciones de todas las universidades que forman parte del Instituto Joan Lluís Vives.
Torrent de Can Domènec – En el itinerario se encuentra la fuente del Carme, uno de los lugares más singulares de Can Domènec. La fuente está rodeada de una arboleda fresquívola con especies típicas de ambientes húmedos. Fue construida hacia los años sesenta y tuvo un papel sociológico y de ocio importante hasta los años ochenta entre los vecinos de las poblaciones cercanas, que venían a disfrutar del entorno natural. Junto a la fuente del Carme hay un majestuoso roble (Quercus cerrioides) de una edad aproximada de 130 años unos 22 metros de altura. Situado en un entorno privilegiado, en el cauce del torrente de Can Domènec y junto a la fuente del Carme, este roble es uno de los ejemplares más antiguos y majestuosos del campus de la UAB.

En la estación hay una indicación de la altura sobre el nivel del mar, es de 174 metros la parte baja, y de 270 las partes altas. Plaza de la estación, a la izquierda, Hostal de San Pancras, y siguiendo por delante del Hostal, y el primera calle a la izquierda es el camino que lleva a la fuente dicha de la Bonaigua. Esta fuente, rodeada de plátanos, fue arreglada en 1930. Hay un rótulo o panel de azulejos de Valencia, que dice:

Si de la font beus aigua cada dia
tindrás prosperitat, pau i alegria,
els teus fills seran sans, tes filles belles,
no sofrirás dolor ni malaltia,
i et morirás de vell, sense recança,
tot beneint a Déu i amb l’esperanga de millor vida.

Volvemos a la estación y tomamos de nuevo la VIA VERDE …

Can Magrans – transcurre por la parte de atrás de la Facultad de Veterinaria. Durante la mayor parte del recorrido se bordean cultivos y pinares, en algún tramo, encinar y encinar con robles.

VER RUTA RELACIONADA DE AGOSTO 2007

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 14 km la vuelta.

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Rutas – Sentmenat – Font del Cal Pates – Ermita Santa Caterina – Font de la Serra – Ermita de Sant Jaume – Castell de Sentmenat – Can Fruitós – Ermita de Can Fruitós – Verge de Can Senosa – Can Senosa – Taula Colomina – Font del Bou – Saltant de Guanta – Cuevas del Conde y de la Princesa – Antiguo Horno de Cal – Guanta – Font de les Nueretes – Saltos y pozas

Partiendo de Sentmenat pasaremos por los siguientes lugares de interés: Font del Cal Pates – Ermita Santa Caterina – Font de la Serra – Ermita de Sant Jaume – Castell de Sentmenat – Can Fruitós – Ermita de Can Fruitós – Verge de Can Senosa – Can Senosa – Taula Colomina – Font del Bou – Saltant de Guanta – Cuevas del Conde y de la Princesa – Antiguo Horno de Cal – Guanta – Font de les Nueretes – Saltos y pozas

Iniciamos el itinerario dejando aparcado el coche en un parquing que en la carretera de salida de Sentmenat hacia Catellar del Valles. De alli mismo sale un sendero hacia el Castell de Sentmenat, hacia donde nos dirigiremos despues, pero mejor dar un pequeño rodeo por la calle Climent Humet, ya que en el recorrido de la misma encontraremos la fuente del Cal Pates, la Ermita Santa Caterina, las casas de piedra y la fuente de la Serra y siguiendo recto llegamos al Castell, Junto a él está la ermita dedicada a Sant Jaume, donde están enterrados casi todos los marqueses de Sentmenat. Una vez en el Castell de Sentmenat y siguendo en dirección a Can Fruitos, seguiremos las indicaciones del PR-C 48. Los primeros datos que se tienen del Castillo de Sentmenat son del año 1056 y va unido a un tal Ramon Miró. El edificio, todo él de piedra, se conserva bastante bien exteriormente, abierto por poniente y cerrado por levante por un grueso muro, que en ciertos puntos alcanza un grosor de 3,40 m. Dicho muro ofrecía protección a la parte llana, más accesible y fácil de atacar. En su interior se pueden ver distintas arcadas góticas y una magnífica bóveda de cañón que cubre todo a lo largo el corredor paralelo a la pared de levante. Sobre la puerta principal puede observarse un escudo con tres alas: son las del emblema de los Sentmenat. El castillo es propiedad del marqués de Sentmenat y está deshabitado.

Mas adelante llegamos a Can Fruitós. Tiene integrada en su conjunto la ermita románica dedicada a Sant Fruitós, siglo XII. Pasamos rozando el ábside. En el patio de la masía podemos ver dos arcadas góticas y
un molino de aceite. Can Fruitos es una Masia que toma el nombre de una antigua capilla dedicada a san Fruitós. El nombre aparece por primera vez en el año 1066. La Masia presenta la típica estructura de la masía del siglo XVIII, pero diversas reformas posteriores le han dado una fisonomía distinta, que se corresponde más con una masía del siglo XIX. En el patio lateral interior hay dos arcadas góticas muy esbeltas y bonitas.

Pasada la ermita, encontramos una balsa de agua, la balsa de Can Fruitós. Llegamos a la riera, y la atravesamos por una pasarela. Seguimos el camino de Can Senosa. Cruzamos la riera por el puente de Can Senosa y pasado a la derecha vemos en un rincón la imagen de la Moreneta a modo de lugar de culto. Pasamos por detrás de la casa de Can Senosa, hasta que la pista adornada por algunos olivos, se adentra en unos prados. Caminamos un rato paralelos a la riera hasta otro cruce. El camino de la derecha va al Salto de Guanta. Nosotros tomamos a la izquierda y atravesamos la riera por una palanca de madera hasta la Font del Bou. Después al final de la fuente podemos retomar el camino que va hacia el Salto de Guanta. Una vez alli investigamos los alrededores, no tenemos suerte porque no hay agua y desluce un poco pero en los acantilados de la derecha hay algunas cuevas, según nos comento una amable señorita por el camino se trataría de las cuevas de la Princesa y las Cuevas del Conde. Volvemos a la base del salto buscando el sendero que bordea y que nos llevara a la pista que sube a Guanta. Pronto encontramos los restos de un antiguo horno de Cal. Después de una breve subida llegamos a la pista de Guanta. Finalmente siguiendo la pista llegamos a la casa de Guanta, anterior al siglo XV y construida sobre las rocas.

Encontramos en Guanta una reunion de cazadores y una ambulancia, se trata de algún campeonato de caza con perros. La casa de Guanta es anterior al siglo XV, pero la documentación sobre esta masía es confusa. La casa situada encima de la roca, según fuentes orales, se construyó sobre las paredes de una masía más antigua y parte de las piedras de aquélla se reaprovecharon en ésta. Muy cerca de la casa se encuentra el Castellet de Guanta, también denominado Castillo del Moro, datado en 1012. Actualmente, sólo permanecen en pie dos lienzos de pared. Seguimos el PR-C 48 por la pista hacia arriba hasta un gran deposito, alli se convierte en sendero otra vez y encontramos la Fuente de les Nueretes, bonito lugar, siguiendo el bonito sendero hacia arriba nos vamos encontrando una sucesión de pozas y saltos de agua que a NICO le permite disfrutar de unos baños y a nosotros disfrutar viendola.
De vuelta pasamos de nuevo por Guanta y seguimos por la pista abajo hasta que encontramos un indicador a la izquierda que nos permite seguir por un sendero hasta la pista del camino de Can Senosa cerca de la pasarela de Can Senosa y la Verge. Desde alli es deshacer el camino, encontrándonos con bastantes jinetes y amazonas por el camino.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 11.5 km la vuelta.

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Paseo – La Colònia Güell

La Colonia Güell comenzó a formarse en 1890 a iniciativa del empresario Eusebi Güell en su finca Can Soler de la Torre, situada en el término municipal de Santa Coloma de Cervelló. Allí trasladó la industria textil que tenía en Sants (actualmente municipio de Barcelona).
El interés de alejarse de los conflictos sociales existentes en la ciudad, hizo que la nueva industria -equipada con la más moderna tecnología de la época- se plantease en el marco de una colonia industrial; con las casas de los obreros al lado de la fábrica, integradas en la misma propiedad, constituyendo un núcleo urbano con personalidad propia y con su vida social y económica tutelada por la empresa.

A diferencia de la gran mayoría de colonias industriales de Cataluña, Eusebi Güell procuró mejoras sociales para los trabajadores y aplicó su condición de mecenas de la cultura. Así pues, dotó la Colonia Güell de equipamientos culturales y religiosos e incorporó la corriente modernista a las nuevas construcciones, encargando proyectos a diversos arquitectos, y singularmente a Antoni Gaudí la construcción de la iglesia.
Los albañiles maestros de obra, dejaron también la muestra de su talento en muchos de los edificios, como es especialmente visible en la variedad de cornisas y detalles de las fachadas.

Las colonias industriales estaban concebidas como una organización socioeconómica que tenía como finalidad primera la producción industrial. La fábrica ocupaba la mayor parte del tiempo de los hombres y mujeres de la colonia, para ellos y ellas era la garantía de tener un salario regular en unos tiempos de precariedad económica.
Aun así, el movimiento sindical y las reivindicaciones obreras llegaron a la Colonia con el paso de los años.
A l’inicio de la guerra civil en 1936 la fábrica fue colectivizada y gestionada por sus trabajadores. Acabada la guerra el 1939, fue restituida a la familia Güell, que en 1945 la vendió a la familia Bertrand y Serra.

Durante los años siguientes la colonia continuo la producción industrial y mantuvo la personalidad del núcleo urbano diferenciada del pueblo de Santa Coloma de Cervelló. Este último fue creciendo en población superando la de la Colonia en los años 60.
La Colonia Güell se mantuvo al margen del crecimiento urbanístico descontrolado de los años 60 y 70 al conservarse como una propiedad casi compacta que tenia como objetivo prioritario la producción industrial.
En el marco de la crisis del sector textil, en 1973 la fábrica cesó su actividad, produciendo un gran impacto social en la Colonia. Durante los años siguientes la propiedad se fue vendiendo: la fábrica en fracciones a empresas diversas, las casas a sus habitantes, y los equipamientos y terrenos del entorno a instituciones públicas.
En 1990 el conjunto de la Colonia Güell fue declarado Bien de Interés Cultural –Conjunto Histórico y se estableció la protección de los edificios más relevantes, así como de las características generales de edificación.
En los años del cambio de siglo, del XX al XXI, comenzó la rehabilitación de los edificios de la fábrica, la iglesia, la antigua cooperativa de consumo y la plaza Joan Güell, así como la mejora de los pinares del entorno y del camino de Gaudí. El año 2002 (Año internacional Gaudí) se construyó el nuevo aparcamiento para los visitantes y se implantó la organización del servicio de visitas al conjunto de la Colonia.
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Rutas – Lliçà d’Amunt – Sant Julià – Font de Can Coscomer – Les Torres – Santa Maria del Valles – Ca l’Orlau – Can Montcau – Can Quimet – Can Xicola – Can Comes – Santa Justa – Parc del Tenes – Can Puig – Sant Baldiri – Rio Tenes

Este itinerario por el municipio de Lliçà d’Amunt combina el paseo por campos, bosques y ríos con la visita a ermitas y masías de interés histórico y arquitectónico. La ruta se pueden hacer a pie, en bicicleta de montaña e incluso a caballo con inicio y final en la Plaça de l’Església de Sant Julià. Discurre mayoritariamente por caminos y senderos, aunque algún tramo transcurre por las calles y hay que cruzar alguna carretera y basicamente siguiendo el PR-C32.

El recorrido desde la Plaça de l’Església de Sant Julià, pasa por el centro histórico, y entra en la plana del río Tenes por el Parc del Tenes, después se dirige hacia la Font de Can Coscomer – Les Torres – Santa Maria del Valles – Ca l’Orlau – Can Montcau – Can Quimet – Can Xicola – Can Comes – Santa Justa – Parc del Tenes, a la vuelta y acercándonos de nuevo a la Església de Sant Julià en frente encontramos Can Puig y después nos acercamos hacia la ermita de Sant Baldiri. Veremos lugares de interés natural como la zona fluvial y agrícola del río Tenes, fuente de Can Cosconer y las encinas centenarias de les Torres (ya Lliçà de Vall), bosque de Can Montcau.

La parroquia de Sant Julià de Lliçà d’Amunt se menciona como tal en el año 1014 y fue integrada en la Baronia de Montbui el año 1059. Inicialmente, dependía del vizconde de Barcelona, después pasó a depender del obispo de Barcelona y fue este quien, a mediados del siglo XII, la cedió al monasterio de Sant Miquel del Fai, que ejerció el derecho de presentación hasta el siglo XVIII. Es de origen románico, comprobable no sólo por ser citada en documentos sino por los restos claros de románico, incluso, de prerrománico: ventanas del ábside decoradas exteriormente con elementos de cuerda y de características propias del siglo X. Seguramente era más pequeña que ahora: una sola nave de dos tramos y el ábside. Al principio del siglo XV se hizo una primera reforma que la dotó de dos naves laterales. A principios del siglo siguiente se hizo una nueva ampliación claramente renacentista, sobre todo visible en la puerta. Se le añadió un tramo a los pies (entonces debía desaparecer la portada románica) y el campanario. Un siglo más tarde, se amplió por el lado de mediodía y, finalmente, en 1946, se alargó notablemente, desplazando el ábside a Levante, aprovechando los elementos antiguos y construyendo en el lado sur la sacristía. También en esta última reforma se sustituyeron los pilares que separaban las naves por unas ligeras columnas que ofrecían menos dificultades visuales.

De la ermita de Santa Justa y Santa Rufina las primeras referencias documentales son de 1101 y 1125. Desde el siglo XII, la iglesia desempeñaba funciones de parroquia. Parece que fue una de las parroquias más antiguas de la zona, en un lugar de población bien conocido en la época romana. A principios del siglo XV, aparece citada como Santa Justa d’Olivet, haciendo referencia a la “domus” o casa fuerte que tenía cerca. Debido al despoblamiento general del lugar, fue suprimida como parroquia y pasó a formar parte de la de Santa Eulàlia de Ronçana y, en 1432, de la de Sant Julià de Lliçà d’Amunt hasta nuestros días. En 1936 fue quemada y en 1975 se inició la reconstrucción. La construcción es típicamente románica, con dos fases diferenciadas. La nave hasta ábside puede ser del siglo XI y presenta la peculiaridad del muro que cierra el presbiterio, muy poco habitual en Catalunya. La segunda fase corresponde al ábside con una tipología de entorno del siglo XII. Al fondo del presbiterio se situó el retablo gótico de la vida y martirio de las santas pintado por Rafael Vergós, y que en 1916 pasó al Museu Diocesà de Barcelona, donde se conserva. En el siglo XVI se reformó la fachada y se construyó el campanario. Fue en el siglo XVIII cuando se edificó la capilla lateral del Roser.
La ermita de Sant Badiri aparece documentada por primera vez en 1325, aunque es a partir del siglo XVIII cuando abundan las referencias a esta iglesia. Fue quemada en la guerra de 1936 y restaurada por los feligreses y devotos del santo en 1946. En 1715 se construyó la capilla actual i el altar retablo. En cada lateral hay cuatro robustos contrafuertes. En 1934, el altar y la capilla fueron restaurados por el artista Nonell, de Barcelona.
Ca l’Orlau – Ya en el siglo XIX, era una propiedad de la familia Puig de Samalús, que también poseía Can Dunyó, la masía vecina. La familia Puig se convirtió en una de las principales sagas de propietarios rurales de la comarca. Por este motivo, Ca l’Orlau se convirtió en una granja. Actualmente, todavía mantiene una tarea agropecuaria.Ca l’Orlau es una masía de estructura compleja que se ha ido adaptando a las necesidades de la vida agrícola y ganadera de los inquilinos, aprovechando las épocas de bonanza económica. Se trata de un edificio de planta cuadrada con cubierta de tres vertientes, sobre la cual se eleva un cuerpo de cumbrera paralela a la fachada con cubierta a dos vertientes. En el lado que mira al este, se adosó un cuerpo que sigue la misma estructura del resto del edificio. En el siglo XIX, se modificó la fachada principal, añadiendo una cornisa moldurada que deja al viento los dos extremos superiores, ya que detrás no hay ninguna estructura que se corresponda con nuevas estancias. Consta de planta baja, piso y buhardilla. La cubierta es de teja árabe. La fachada está revocada y aún conserva un bonito reloj de sol. La puerta principal es de arco de medio punto hecho con dovelas de piedra muy bien cortadas. Las ventanas del primer piso son de caballete plano sin decorar y antepechos moldurados, pero solamente la de la izquierda muestra un motivo decorativo hecho a base de dentículos.
Can Moncau – Aunque la masía es del siglo XVI, el nombre Moncau no aparece en el censo de 1553. Probablemente, entonces recibía otro nombre. Quizás, la entrada a la masía de Pere Moncau, a finales del siglo XVI o al inicio del siglo XVII, conllevó este cambio. Pedro Moncau era natural de Tagamanent, donde aún se mantiene este topónimo. La familia Moncau se encuentra documentada a lo largo de los siglos XVII, XVIII e inicios del XIX. Los Moncau formaban parte de un campesinado medio y acomodado, de modo que algunos miembros de esta saga ocuparon cargos de responsabilidad en el gobierno de la baronía de Montbui. Esta posición les llevó a emparentarse con sagas de características similares a las suyas del mismo pueblo y otras parroquias, por ejemplo, los Bosc de Lliçà o los Maspons y los Brustenga de Santa Eulalia. Esta capacidad les permitió superar momentos críticos, como la epidemia de peste que asoló la zona el verano de 1653. Entonces, en tan sólo cinco días, murieron cinco personas de la casa. En 1835, Maria Moncau, heredera de la masía Moncau, se casó con Josep Rovira de Villar, heredero del mas homónimo de Santa Maria de Llerona, de modo que, desde entonces, Can Montcau ha convertido en una granja. Los Rovira de Villar se convirtieron en uno de los principales propietarios rurales del Vallès e intervinieron de forma activa en la vida asociativa de la comarca durante el primer cuarto del siglo XX. La familia Rovira de Villar fue propietaria de la masía hasta el último cuarto de la centuria pasada. Descripción Can Moncau representa la tipología clásica de la masía que queda establecida a partir del siglo XVI, coincidiendo con un período de recuperación del campo. Una vez establecida la tipología de tres cuerpos con la sala ocupando el cuerpo central, se hace evidente la simetría compositiva de la fachada, que es una de las características de las masías del siglo XVI. Originariamente, era una masía de tres cuerpos paralelos. Posteriormente, se le añadió uno al lado sur por habitaciones, y otro en el lado norte, utilizado como bodega. En la puerta principal, que es de arco de medio punto hecho de dovelas, se accede mediante unos escalones de granito. En la piedra clave hay un escudo, y a ambos lados de la puerta, un poyo. En la ventana de la derecha de la puerta, que es de caballete plano, está grabada la fecha, 1668, así como un motivo de entrelazado. Asimismo, conserva una reja de hierro forjado de lagarto. Las aberturas del primer piso son de tipo gótico y reflejan su máximo esplendor de la masía. Las de las habitaciones son de arco conopial con el interior lobulado y mascarones y decoración vegetal en las impostas. La ventana de la sala destaca por su riqueza decorativa. El interior de la masía conserva, casi intacta, la distribución del espacio que se estableció en el siglo XVI. Entre las estancias más significativas destacan, en la planta baja, la cocina y en el primer piso, la sala, que era una de las estancias más significativas. Asimismo, se conservan los poyos en el interior de las ventanas de la fachada principal.
Can Comes – Documentada desde el siglo XIII, el año 1253 Simón de Llor vendió la masía Ubach a Guillem Comes y los suyos, junto con un molino. Así pues, parece que en el periodo medieval se consolidó un patrimonio importante en manos de la familia Comes. Debido a la muerte sin descendencia del heredero de la masía, Francesc Comes, en 1433 el alcalde de la baronía de Montbui vendió la heredad a Pedro Sabater, campesino de Santa Eulàlia de Ronçana. Sabater se le dejó a su hija Margarida, la cual se casó con Joan Taxeu, desde entonces llamado Comes. Así se inició una nueva saga que llevó ese nombre. A lo largo del siglo XVI, la familia Comes prosperó económicamente y se enemistó con otras familias destacadas, especialmente a causa del matrimonio que se produjo entre Antic Comes y Margarita Ros, heredera de la masía Ros de Lliçà d’Amunt. De esta manera, el patrimonio se amplió notablemente. Joan Comes Ros, hijo heredero de Antic y Margarida, recibió una gran propiedad que legó a su hija Maria Comes. La citada Maria se casó con Rafael Casanova i Solà, descendiente de una familia acomodada de Moià y personaje destacado de este sitio. Desde entonces, la familia Casanova posee varios bienes en Lliçà: Can Comes y el Molí d’en Comes y Can Ros.
Can Comes es una masía compleja que se ha ido configurando a lo largo de los siglos. El núcleo primitivo de esta masía era una antigua masía-torre, una construcción muy típica de los siglos XII y XIII, y que ahora queda en la parte posterior. La torre es de planta cuadrada y sobresale por encima de las cubiertas de los cuerpos que se han añadido a lo largo de los siglos. La cubierta es a cuatro aguas con teja. Los muros son de mampostería. Las aberturas originarias eran las pequeñas aspilleras que se conservan en varios puntos de los muros. Las grandes ventanas se abrieron tardíamente. A ambos lados de la torre hay adosados dos cuerpos de caballete paralelo en la fachada. El edificio principal del siglo XVI es lo que se entiende por masía clásica: caballete perpendicular y cubierta a dos vertientes iguales. La vertiente de la izquierda parece más corta por el adosamiento de un cuerpo perpendicular en época posterior. Consta de planta baja, piso y buhardilla. La puerta principal es de arco de medio punto hecho con dovelas muy bien cortadas. Las ventanas del piso son góticas, de arco conopial con el interior lobulado y motivos florales en las impostas. Las aperturas del resto de la casa son de caballete plano sin decorar de nueva construcción. Todo el conjunto de edificaciones de Can Comes estaba protegido por un barrio, antes situado en el lado de poniente y ahora trasladado a mediodía, que finaliza con una galería de arcadas que deja abierta la era por un lado, y por el otro con una antigua corte con aspilleras. En el lado este de la era se encuentra la granja. Se trata de un edificio de planta rectangular con numerosos contrafuertes en la fachada.
Can Puig – Los propietarios de Can Puig formaron un patrimonio notable que se transmitió desde sus orígenes con la intención de garantizar su integridad y su continuidad a lo largo del tiempo. La economía familiar pasó por varios momentos, pero con un patrimonio tan notable, que incluso las etapas más críticas de la historia rural catalana se pudieron superar, aunque recurriendo a alguna forma de endeudamiento, como por ejemplo los censales muertos, una forma de crédito La transmisión del patrimonio a los herederos de Can Puig se hizo siguiendo el orden de progenitura y prefiriendo los hombres antes que a las mujeres; sin embargo, en más de una ocasión, una chica se convirtió en la dueña de la casa. La política matrimonial de la familia Puig no trajo consigo el incremento del patrimonio rural. Todo parece indicar que existía una voluntad de mantener la independencia de la casa y evitar cualquier posible supeditación, tal y como se demuestra con el deseo de mantener el apellido la saga. La familia y el patrimonio Puig se integraron muy pronto en el seno de la comunidad de Lliçà d’Amunt y ocuparon una posición preeminente que se mantuvo a lo largo del tiempo. Durante la época moderna, los Puig continuaron ocupando cargos de gobierno en el seno de la baronía de Montbui, incluso obtuvieron cargos de poder real, como fuera el caso de Pau Puig, que fue nombrado colector del impuesto del excusado de Lliçà d’Amunt el año 1771. Can Puig está formada por un conjunto de edificaciones rodeadas por muros en la parte sur, que le dan un carácter fortificado. El edificio más peculiar de todos los conservados es el que está situado frente a la masía, mirando hacia la iglesia, adaptado al desnivel de la colina. Se trata de una construcción anexa utilizada como pajar, cuadras, cortes y gallinero, pero que en un tiempo había tenido fines defensivos, ya que en todo el perímetro de los muros todavía se pueden ver las aspilleras. Este anexo, que es de planta irregular, en el ángulo que mira al suroeste, cuenta con una especie de torre con planta con tendencia a ser circular. La cubierta es una vertiente sobre vigas de madera, y los muros de todo el conjunto son de mampostería de cantos rodados, muy bien dispuesto en la parte inferior. En su interior se conserva la distribución clásica del espacio, establecida en las masías en el siglo XVI, la escalera que lleva hacia la sala del primer piso se conserva un hermoso mirilla con calado de tipo gótico. La masía con cubierta de teja árabe termina en un alero imbricado. La fachada que se ve actualmente, se debe en parte a las obras del siglo XVII, tal y como lo indican el tipo de aperturas de las ventanas de caballete plano sin decorar de piedra vista. La puerta principal, de tipo clásico, está descentrada respecto al eje del caballete, es de arco de medio punto y está hecha de dovelas muy bien estructuradas. En la piedra clave hay un escudo rodeado por los tres angelitos alados. Las ventanas de primer piso son de caballete plano sin decorar; el central y el de la izquierda se reconvirtieron en balcón.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 15 km la vuelta.

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