Escultura a Antoni Farrés Sabater |
Pues fue buena idea aprovechar el viernes para dar esta vuelta en bici, este día el sol brillaba de lo lindo y puesto que el sábado estuvo gris y el domingo lluvioso, la apuesta fue acertada. Es recomendable pasar de tanto en tanto por lugares que hacia tiempo no visitaba y ver como en algunos casos hay ciertas trasformaciones del paisaje, algunas con mas fortuna que otras pero o bien te refresca el recuerdo o bien te lo actualiza. Como no, también a veces uno se sorprende de ver lugares que nunca a visto habiendo pasado mil veces al lado .
Torre de l’Aigua |
Entre los edificios mas singulares y que siempre captan mi atención, esta La Torre de l’Aigua, es seguramente, el edificio más emblemático de la ciudad, hasta el punto de ser el símbolo identificativo. Se terminó de construir en 1918, y entró en funcionamiento 4 años más tarde, para solucionar los problemas de suministro de agua que el crecimiento demográfico de la segunda década del siglo XX había propiciado. El objetivo: acumular el agua extraída de los pozos del río Ripoll. La planeó el ingeniero sabadellense Francesc Izard y Bas, pero fue realizada según un proyecto de Lluís Homs Moncusí y con la dirección de obras del arquitecto municipal Josep Renom i Costa. Está constituida por ocho pilares, dispuestos en forma de tronco de pirámide, y están unidos por los diferentes tramos de la escalera helicoidal que da acceso. Los pilares sostienen el cuerpo elevado, de sección ortogonal y cubierto por un capitel de ocho complementos. Encima del depósito está el mirador, con una apertura a cada lado, de forma rectangular con la parte superior ligeramente arqueada, y protegidas por balcones de hierro. En este vídeo podéis ver como es por dentro y también parte del entramado subterráneo.
Masia de Can Rull |
La Masia de Can Rull, aun la recuerdo cuando su entorno apenas urbanizado, parecía un entorno rural y estaba habitada por un señor ( no recuerdo el nombre ) cuya dieta estaba basada básicamente en frutas y verduras que el cultivaba. La Masía era la casa solariega de la familia del mismo nombre en los siglos XVII y XVIII. Can Rull da su nombre a uno de los barrios más antiguos (fuera del núcleo histórico) de la ciudad de Sabadell. Antiguamente se llamaba Can Julià Ferrer en el siglo XVI era una de las que tenía más tierras del término. Ha sido rehabilitada recientemente y la utilizan diferentes entidades de la ciudad. Can Rull es una masía de tipo basilical, con fachada de cara a levante. La fachada es muy equilibrada, con cuatro ventanas en el piso, los arcos del desván y la puerta adintelada.
Castell de Can Feu |
Otro edificio singular es el Castell de Can Feu, se empezó a construir en 1816, sobre los cimientos de la antigua masía de Sobarber, de la que se tiene noticia el 1055. En el gran jardín huerta hay una capilla dedicada a la Virgen de Montserrat, construida en 1704. La masía fue reformada a finales del siglo XIX. El historiador Andreu Castells explica en su libro “El arte sabadellense” que la construcción del castillo de Can Feu se debe a una apuesta que concertaron tres primos para ver quién construiría el castillo más vistoso. Josep Nicolau de Olzina hizo el de Can Feu. Se trata de un centro de forma rectangular, flanqueado por tres torretas y una torre maestra de cinco plantas, con ventanas que imitan el estilo gótico y aspilleras. En marzo del 2007, el Ayuntamiento de Sabadell ha cerrado un acuerdo con los propietarios del castillo, y los terrenos adyacentes, para que pase a manos del municipio. Se prevé una inmediata rehabilitación, y la construcción de un parque a su alrededor.
Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 19,5 km la vuelta