Partiendo de Barberá del Vallés pasamos por Badia del Vallés hasta llegar a Cerdanyola del Vallés. El primer edificio interesante que encontramos en este recorrido es la Masoveria Can Serra Parera – El edificio antiguo es del siglo XVI y ha llegado muy transformado en la actualidad. Es una masía de planta rectangular, con unos bajos, un piso y una cubierta a dos vertientes con el caballete paralelo a la fachada, que presenta una puerta con arco de medio punto y dovelas y un reloj de sol de 1789. A un lado, hay una torre palomar. Ya en el siglo XIX, se le adosa la casa de los propietarios, rectangular, con bajos, dos pisos y que aprovecha parcialmente dependencias de la masía. Con una fachada principal con tres puertas de arco escarzano y ventanas abajo, balcones en la primera planta y ventanas en la segunda. A un lado, encontramos una galería de dos pisos. De antes de 1844, es un molino harinero que cuenta con dos muelas. Y finalmente, mencionaremos la balsa y el pozo. En 1364, Pedro Parera compra la casa fuerte de la familia Saltells. En el siglo XVI, la propiedad crece absorbiendo otras masías, como el Morató, el Cabot, y el de Santa Lucía.
Llegamos al Carrer de Sant Ramón donde encontraremos mas edificios interesantes, como la Casa Llopis, es una de las primeras torres de veraneo de Cerdanyola, construida alrededor del año 1872 y reformada hacia el 1893 según proyecto atribuido a Gaietà Buïgas. Es un edificio ecléctico, que juega con el contraste del color rojo del estucado que imita el ladrillo visto y el color ocre de los elementos ornamentales (cornisas, pilastras, balaustradas, aperturas y medallones). En una de las esquinas hay una torrecilla con cubierta piramidal apuntada, hecha con cerámica vidriada. Tambien encontramos la Torre Vermella, edificio construido hacia el 1879 por los hermanos Planas i Casals como torre de veraneo. Podría ser una de las primeras obras de Gaietà Buïgas pero no se ha conservado el proyecto original. Es un edificio de carácter historicista que debe su nombre al color del ladrillo visto en que está construido todo el edificio. La estructura de la casa es simétrica y formada por dos volúmenes yuxtapuestos, con una destacada torrecilla poligonal en uno de los lados.
Al final del Carrer de Sant Ramón tomamos la avenida de la flor de maig, arbolada por ambos lados hasta que pasamos la riera y comenzamos a subir por la carretera hacia Can Coll. Antes encontraremos dos casa muy juntas, se trata de la Casa Ramon Capdevila (Villa San Jorge) – Casa situada en la avenida Flor de Mayo-en el barrio de Montflorit-donde se concentran la mayor parte de residencias articulares de principios del siglo XX en Cerdanyola. Estructurada en tres cuerpos, con el central más alto y acabado con una torrecilla en la fachada principal y una terraza en la posterior .. La casa es de 1922 y la torre de 1924. Y la Casa Soms (Cerdanyola del Vallès – Vallès Occidental) – Casa que Francisco Somos encargó a Balcells en 1933 en Montflorit. Se compone de varios cuerpos yuxtapuestos donde destaca una torre en medio. Juega con la combinación de elementos de varios estilos, como las aberturas góticas, los porches clásicos y otros propios de la arquitectura popular. Dentro, hay que mencionar los suelos y las barandillas de cerámica.
Llegamos a Can Coll y tomamos el camino que indica a la Font Güell o Font dels Caçadors. El camino es muy bonito y bueno para la bicicleta, algunas subidas que con el calor se hacen un poco duras. En condiciones de buen tiempo, sin estos calores es muy llevadera incluso con las subidas, algunas pronunciadas. Llegamos a la fuente, aunque no tiene agua el entorno merece la pena. Mas arriba la pista nos lleva al Turó de Can Cerdà, allí hay unas ruinas que todavía no se a que pertenecen, debo buscar información. Volvemos hacia atrás hasta llegar al cruce con Can Cerdà. Llegamos al entorno de la Fuente de Can Cerdà, un gran lugar en sombra y con unos ejemplares monumentales. Por encima de la fuente hay un Oratorio y otra fuente llamada Font de la Verge. Seguimos pista pasando por Can Cerdà del Bosc, la Torre Bonet. Tomamos la carretera un rato hasta llegar al cruce de la Flor de Maig. Ya unos indicadores nos dirigen hacia la Font de Sant Pau. Esta fuente tiene un entorno bastante atractivo, lleva agua, poca pero lleva y el torrente también, siempre lo he visto con agua. Ya de vuelta a Cerdanyola, pasamos de nuevo por el Carrer de Sant Ramón y veremos también el Museu d’Art de Cerdanyola – Can Domènech. Está ubicado en un edificio modernista original del arquitecto Gaietà Buïgas que fue el primer Teatro-Casino para los veraneantes de Cerdanyola, y posteriormente reformado por Eduard M. Balcells para convertirlo en casa de veraneo (1905 a 1912). Desde 1961 y hasta 1999 acogió los laboratorios farmacéuticos Domènech. El museo se inauguró en 2009 y tiene un fondo variado dedicado a los artistas vinculados a la ciudad como Josep de Togores, Ismael Smith y la familia Balcells-Buigas. Destacan el conjunto de los vitrales de las Damas de Cerdanyola, punto culminante del vitral modernista catalán, que han sido recuperados y reubicados en su lugar original. En la planta baja, además de la recepción, hay un espacio de exposición permanente con la muestra “Del modernismo art déco” y otro para exposiciones temporales. En la primera planta se puede visitar una sala dedicada a artistas contemporán Sant Martí. Finalmente desembocamos en la Església de Sant Martí – La primera iglesia parroquial de Cerdanyola estaba situada en Collserola. Fue consagrada en el año 1144 y ya estaba dedicada a san Martín de Tours. En el siglo XVI se construyó una nueva, el sector del plan. Y finalmente, entre 1902 y 1909 se construyó el templo actual, en el centro de la ciudad. Es un edificio de planta de cruz latina, ábside calle tres capillas laterales a cada lado. A la derecha de la fachada se encuentra la torre campanario, de planta cuadrada, con el tramo superior de ladrillo visto. Toda la obra exterior se expresa en lenguaje neorrománico. En el interior, las paredes laterales del altar mayor están adornadas con dos retablos de Lluís Bru. Las capillas resultaron muy dañadas en 1936 y fueron restauradas por Balcells entre 1939 y 1949.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 26 km la vuelta.