Hacia tiempo que quería visitar Sant Feliuet de Vilamilans y habia pensado que lo haría andando desde Sant Quirtze del Vallés, pero a base de investigar rincones de aquí y de allá encontré una manera de llegar desde Barberá del Vallés hasta Sant Feliuet de Vilamilans sin a penas pisar carretera o a lo sumo cruzar alguna. Hoy lo pusimos a prueba y resulto ser un itinerario bien agradable con algunas subidas potentes pero cortas y gracias a lo nublado, mas llevaderas. Así que iniciamos en Barberá del Vallés Plaza Constitución donde tomamos el GR – 173 hacia el Parc Central por el carril bici hasta Badia por sus nuevos carriles bici y caminos de paseo, pasando el puente del Riu Sec hasta la primera subida respetable que nos acerca a la UAB.
Descubrí estos días atrás que no me hacia falta coger la carretera para acceder a la Vía Verde del Valles, pues un camino vecinal aislado del trafico nos permite acercarnos, Además se ve que están realizando algunas mejoras de acceso como una rampa vallada que desciende del Turo de Sant Pau a la Vía Verde. Así que por la vía Verde llegamos a la Estación de Bellaterra. Después descendemos a la Font de la Bonaigua y subimos por el otro lado.
Descubro que la parte superior del Torrent de Can Domènec esta habilitado con un carril de paseo que permite subir hasta las cercanías del Turo de Can Camps sin pasar por las calles asfaltadas. Ultimo gran esfuerzo para llegar a la zona del Turo de Can Camps. Cruce de GRs – GR 6 – Turo de Can Camps. La pista aquí es ancha sin desnivel hasta llegar a Can Barata.
Cruzamos la carretera y a pocos metros volvemos a tomar una pista que sube un poco y se nivela rápidamente hasta que se convierte en un sendero. Lo seguimos hasta que empieza a descender cada vez mas. Llega hasta el cruce de Can Ferran. Otra vez rozamos la carretera pero inmediatamente tomamos pista hacia arriba hasta llegar a una gran escultura de un cristo. Bajamos por un paseo emboscado hasta la Font de Sant Feliuet y Sant Feliuet de Vilamilans. De vuelta pasaremos por Can Viver de la Serra el Mas Duran el Parque de Can Duran o Parc de les Morisques el Castell de Can Feu y la Granja del Pas.
Sant Feliuet de Vilamilans es una pequeña capilla rural construida a lo largo del siglo X y modificada probablemente durante el siglo XII, cuando se construyó el ábside de levante. Posteriormente aún se añadió otro ábside en la fachada de mediodía. Está documentada desde el año 986, el año 1949 se encontró en un silo un arado paleocristiana fragmentada del siglo V que se ha podido rehacer. La iglesia está formada por una nave rectangular con una cabecera formada por tres ábsides en cruz, de época diferente, con más antiguo de planta trapezoidal. La nave está cubierta con una bóveda de cañón apuntada, de construcción moderna. También es moderno el campanario de doble espadaña. Se accede a la iglesia por una puerta situada junto a mediodía, adintelada y con un extradós formado por una hilada de piedras. Popularmente se conoce también como San Feliuet de Vilamilanys.
Can Viver de la Serra es una masía que cuenta con una finca de gran extensión. La masía y las edificaciones anexas forman un cerrado cerrado centrado por la antigua era. Dan acceso al recinto dos puertas enrejadas de arco rebajado. la casa principal es de tipo basilical, con las aberturas enmarcadas con ladrillo visto. En la parte trasera está la fuente del Laurel y una balsa.
El Parc de les Morisques situado frente a la masía de Can Duran, donde estaba la fuente de las Morisques. El parque fue inaugurado en el año 2003. El lugar se conocía como la Mesa Redonda debido a la mesa de obra que los colonos de la masía habían construido junto a la fuente y que, debido a las disputas que suscitaba su uso los días de fiesta, fue eliminada la el año 1934. El parque tiene diferentes zonas arboladas y un estanque en medio, que recoge las aguas de un manantial de agua natural. Dentro del parque está la escultura Mujer del Neolítico, de Jaume Casas, y una reproducción del famoso dragón del Parque Güell, de Gaudí.
Can Duran es una de las pocas masías que quedan dentro del núcleo urbano de Sant Quirze, popularmente conocida como el Mas. Es un edificio de planta cuadrada, de planta baja, piso y buhardilla, con tejado a cuatro aguas. Tiene un bello portal adovelado y ventanales rectangulares con dinteles y jambas de piedra. Su estado actual no se corresponde con la dignidad del edificio, y es una lástima porque está situado en un lugar de gran visibilidad, justo al lado del parque de las Morisques.
El Castell de Can Feu se empezó a construir en 1816, sobre los cimientos de la antigua masía de Sobarber, de la que se tiene noticia el 1055. En el gran jardín huerta hay una capilla dedicada a la Virgen de Montserrat, construida en 1704. La masía fue reformada a finales del siglo XIX. Se trata de un casal de forma rectangular, flanqueado por tres torretas y una torre maestra de cinco plantas, con ventanas que imitan el estilo gótico y aspilleras.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 26 km la vuelta.