La empatía es la capacidad que tenemos los seres humanos de poder ponernos en el lugar de otros o en los zapatos del otro, es decir, que tenemos la capacidad de percibir los sentimientos, emociones o pensamientos cuando una persona se encuentra en determinada situación para poder comprenderla de mejor manera.
Esta capacidad puede suceder no solo con las personas si no también con animales, muchas veces es bueno ponernos en su lugar y llegar a sentir como se sienten ellos ante determinadas situaciones.
La empatía nos puede ayudar a vivir en armonía con todos los seres vivos del planeta y con nosotros mismos. En esta oportunidad, vamos a tocar el tema de la educación a un perro desde la empatía para poder obtener resultados de una forma mucho más efectiva.
Educar desde la empatía
Los perros son una buena compañía, han sido nuestros compañeros desde hace muchos siglos y ahora son utilizados como rescatistas y hasta son recomendados para casos de depresiones o para orientar y cuidar a personas con alguna discapacidad.
Esto se debe a que son animales que tienen sentimientos y son capaces de ser empáticos con el ser humano y con animales de otras especies, según leemos en este artículo de Que.es. Un científico llamado Jakob Von Uexkull le dio un giro radical a todo lo referente a la perspectiva animal y explicó cómo es la vida animal y el por qué se debe educar con empatía.
Ante cualquier intento lo primero que debes hacer es colocarte en el lugar del perro y ver, percibir el mundo como él, tal cual como lo vería él y sentir lo que sentiría él. Puedes sentir como lo haría él y usar más el sentido del olfato. Recuerda que ellos perciben las cosas de forma diferente.
Luego de esto pregúntate cómo actúa este animal ante el mundo, cómo lo harías tú y encontrarás algunas respuestas.
Al educar con malos tratos lo que vamos a lograr es que el animal llegue a sentir desagrado por nosotros y por todo lo que lo rodea. Se volverá un ser agresivo y siempre estará a la defensiva con todo y con todos así deseen darle cariño, pues ya estará herido no querrá o sabrá quienes desean darle amor y afecto.
A nadie le gusta ser educado con agresividad o de mala gana. Además existe un refrán que dice “se atraen más moscas con miel que con hiel”. La comunicación con nuestro canino debe tener un tono de voz adecuado, que le permita tener confianza en nosotros pues no queremos que nos tema y que cada vez que nos vea se ponga a temblar si no que exista un respeto entre ambos.
Si deseas que tu perro sea un can educado y obediente debes respetar la forma en la que lo educas, el tono de voz en el que le hablas y las acciones o instrucciones que le das. Tu tono de voz debe ser seguro y evitar estar nervioso al darle instrucciones. Conocer a tu perro y saber o sentir que es lo que puede motivarlo a realizar las cosas bien te dará buenos resultados siempre.
Te pongo un ejemplo para que lo veas más claro: Si estás intentando educar a un niño con gritos o golpes podrían pasar dos cosas:
- Que el niño se vuelva sumiso y le tenga miedo a todo lo que lo rodea. Pensará que aprender cosas nuevas puede causarle dolor o tristeza y
- Podrá volver al niño agresivo, un niño grosero que siempre estará a la defensiva y se volverá rebelde con todos.
Esto es lo mismo que puede ocurrir con tu perro, por eso es tan importante educarle y enseñarle desde la empatía, te aseguro que los resultados serán mucho mejores.