Las frutas y verduras son parte importante de una dieta saludable y por tanto deben consumirse diariamente. No obstante, al ser alimentos frescos se dificulta su conservación por mucho tiempo sin tener que procesarlas o manipularlas.
En el caso de las frutas, se considera que tienden a perder rápidamente algunas de sus propiedades nutritivas según la forma en que se conserven o manipulen. Por ejemplo, la conservación en cámaras frigoríficas durante tiempo prolongado puede afectar tanto el sabor como las propiedades de las mismas.
Por esto, lo más conveniente es consumir principalmente frutas de temporada que, además de ser más económicas, llegaran más frescas a nuestras alacenas. Asimismo, se pueden seguir algunos pasos en su procesamiento para mantener la mayoría de sus propiedades hasta el consumo.
Trucos para conservar las propiedades de las frutas
No todas las frutas tienen las mismas características ni se pueden conservar de la misma manera para mantener sus propiedades. A continuación te presentamos algunos trucos que te pueden ayudar a una mejor conservación de las mismas:
1. Lávalas adecuadamente
Algunas frutas tienen una piel muy delgada y son susceptibles de ser atacadas por agentes patógenos con rapidez. Este es el caso de las fresas y otros frutos del bosque, los cuales se deben lavar adecuadamente antes de guardar.
Una buena forma es hacerlo en agua mezclada con un chorro de vinagre, que tiene propiedades antisépticas. Luego sécalas bien para eliminar la humedad y consérvalas en el frigorífico en un recipiente hermético.
2. Conserva la piel
Es frecuente que al momento de consumir las frutas frescas o en cualquier otro tipo de preparación, retires la piel. No obstante, muchas veces es en esta donde se encuentra la mayor cantidad de vitaminas en estos alimentos.
La piel de las manzanas, peras, melocotones y hasta los mangos es totalmente comestible y se puede utilizar en distintas preparaciones. Igualmente, no elimines la piel de los tomates y hasta de vegetales como las patatas.
3. Adquiere productos frescos
La mejor forma de garantizar que aprovechas todos los nutrientes que te ofrecen las frutas, es consumirlas frescas. En este sentido, realiza tus compras en pequeñas tiendas o distribuidores que trabajen con productores locales.
Así, si consumes frutas como las naranjas cosechadas 24 horas antes y sin pasar por cámaras frigoríficas, el sabor será mucho más intenso y tendrán todas sus propiedades (fuente: hortanoticias.com). Igualmente, prefiere aquellas frutas provenientes de la agricultura orgánica en la que se reduce el uso de los agroquímicos.
4. Utiliza formas de cocción con poca agua
Si vas a consumir las frutas con algún tipo de preparación, lo mejor es preferir aquellas donde se utiliza poca agua. Además, las altas temperaturas afectan a algunas vitaminas como la C, B1 y B6, mientras que una cocción prolongada disminuye el contenido de fibras.
Puedes optar por hacerlas asadas o al vapor y reduce los tiempos de cocción para exponerlas menos al calor. Además, es posible utilizar el microondas para cocciones más rápidas aunque esto puede afectar la textura de la fruta.
5. No proceses demasiado
Al exponer las frutas a la luz solar y el ambiente, comienzan a ocurrir procesos muy rápidos de oxidación. Esto lleva a que se pierdan rápidamente las propiedades nutricionales de estos alimentos y hagan un menor aporte a tu dieta.
Por esto, si vas a picar para consumir una macedonia como postre o en otra preparación no cortes trozos muy pequeños. Lo más conveniente es realizar este tipo de preparaciones justo antes de consumir, para reducir los procesos oxidativos.
6. Haz una adecuada separación
Algunas frutas como los plátanos o los tomates, se conservan mejor a temperatura ambiente y es recomendable colocarlas en recipientes de fibras naturales como el mimbre. Además, retira cualquier envoltura plástica que acelere los procesos de maduración y favorezca el desarrollo de microorganismos.
Las bajas temperaturas ayudan a conservar frescas una gran diversidad de frutas sin afectar su sabor, textura o propiedades. Sin embargo, no todas las frutas tienen los mismos tiempos de maduración y lo más conveniente es separarlas en cajones independientes.