En los mercados existen distintos productos para el cuidado de la piel. Muchos de ellos funcionan de manera sorprendente y otros, como es normal, no ofrecen grandes servicios. No obstante, cada nada aparece un nuevo agente que llama la atención de todos, este es el caso de los serums. Estos son tratamientos faciales que se aplican en rostro, cuello y que sirven para hidratar en profundidad.
Su gran ventaja, es que cuentan con una concentración de activos de gran potencia. Ello, si se compara con la crema facial, encontramos que cuenta con menos ingredientes y con una base acuosa, por lo cual nos ofrece una textura más ligera y la absorción en la piel es mucho más rápida.
De igual manera el serum aporta una mayor eficacia en comparación con las típicas cremas faciales, aunque ello no significa que debamos sustituir uno por otro. De hecho, se ha demostrado que si utilizamos ambos la salud de nuestro rostro se verá multiplicada y obtendremos mejores resultados en general.
El serum, al contrario de lo que muchos piensan, no es una textura. Se pueden encontrar diferentes clases del mismo, por ejemplo, en gel, aceite y emulsiones, todos ellos de la misma categoría. De igual manera, debes tener claro que este no es un producto genérico. Cuando vaya a la tienda a comprarlo, te preguntaras sobre la clase de serum que necesitas, qué requiere tu piel y el tipo de la misma que tengas.
De hecho, la cantidad de serum que existen se equiparan a la cantidad de pieles que hayan. Hay uno para combatir las machas, otro contra el acné, antiedad, hidratante. Es importante que descubran cuál de ellos es el mejor para ti y continuar utilizándolo, solo con un uso continuo tendrás resultados.
Para qué sirve
Una vez que ya sabemos qué es el serum, es hora de indagar cuáles son sus propiedades y para qué sirve en general. Como ya comentamos, este producto cuenta con múltiples funciones, solamente debes identificar el problema que quieras tratar y dedicarte a combatirlo.
Por ejemplo, si lo que requieres es más hidratación, lo mejor que puedes hacer es usar un serum con ácido hialurónico o uno que contenga glicerina y que sirva para hidratar la piel. Puede ocurrir, y de hecho pasa bastante, que aparezca acné en tu cara y se vuelve muy importante acabarlo. En estos casos, opta por un serum que contenga ácido salicílico, glicólico o dioico.
Un aspecto que debes tener muy claro antes de decantarte por cualquier clase de serum, es que este es complemento para el resto de tu rutina de tu cuidado, y nunca el único producto que debes utilizar. Una vez te hagas con él, permitirá que la absorción de otros elementos sea mucho más sencilla, y tu rutina en general tendrá un más efecto del que normalmente tienes.
En caso de que te estés preguntando la forma de aplicarlo, te decimos que es muy sencillo. Lo único que tendrás que hacer es ponerlo sobre tu rostro antes de la crema de tratamiento, con tu cara perfectamente limpia y seca. Ten en cuenta que este tipo de producto se absorben rápidamente, leemos en InStyle, así que necesitan una aplicación rápida. Olvida los masajes que siempre se recomiendan, en este caso lo que debes hacer es dar pequeños toquecitos para lograr que el producto llegue a una mayor profundidad.
De igual manera, la frecuencia es un factor muy a tener en cuenta. Aplícalo dos veces al día, tanto en la mañana como en la noche, teniendo en cuenta siempre la clase de producto que estés usando y el problema al que te enfrentes.
Algunas personas se preguntan cuál es la mejor parte del rostro para aplicarlo. En este sentido, te recomendamos que comiences por la parte interior del rostro, realizando movimientos circulares en dirección al exterior. Ten muy en cuenta que el producto se absorba bien antes de aplicar el siguiente paso que será la crema tanto de día como de noche.