El estado de los empleados y su forma de sentirse respecto a la empresa es fundamental para garantizar el éxito de cualquier negocio. En este artículo nuestros expertos te cuentan qué es la satisfacción laboral y cómo puedes lograr medirla de forma eficaz.
Qué es la satisfacción laboral
La satisfacción laboral es la actitud y manera en la que los empleados se sienten con respecto a su trabajo y está formada por el comportamiento, el afecto y el aspecto cognitivo. Todos ellos resultan igualmente importantes y deben tenerse en cuenta a la hora de valorar la satisfacción global de los empleados. El comportamiento hace referencia a las acciones que hacen los empleados teniendo en cuenta los pensamientos y sentimientos que experimenta sobre la empresa. El afecto tiene que ver con los sentimientos que tiene hacia el trabajo y el aspecto cognitivo es la forma de apreciar de forma racional y lógica las condiciones laborales, los resultados de su trabajo, las oportunidades que tiene para desarrollarse en la empresa y la naturaleza del propio trabajo.
A partir de aquí cada trabajador compara su situación en el trabajo con sus estándares internos para revisar después como de satisfecho o de insatisfecho se encuentra. Podría decirse que la satisfacción laboral es básicamente lo que un empleado sabe sobre su trabajo, cómo se siente acerca de éste y qué hace con estos sentimientos.
Resulta fundamental revisar y garantizar la satisfacción laboral de todos los trabajadores en una empresa porque ellos son el recurso básico de todo negocio u organización. Al estar satisfechos existen menos tasas de ausentismo laboral, mejora la productividad y aumenta la lealtad de los empleados hacia la empresa porque se sienten parte de ella y trabajan de forma comprometida por un bien común.
Cómo medir la satisfacción laboral
A la hora de medir la satisfacción laboral de los trabajadores de una empresa es importante tener en cuenta que existen tres métodos de encuestas diferentes: el índice global único, el puntaje global y el puntaje por facetas. En la mayoría de casos los expertos utilizan también las entrevistas personales para conseguir resultados más concretos.
Además, como podemos ver en este artículo de ElEspanol, en la actualidad también es posible aplicar estas herramientas para la medición de la satisfacción de los empleados a través de software de gestión y de programas de gestión de recursos humanos.
El índice global único es hacer una única pregunta y valorar sus respuestas. La pregunta puede ser por ejemplo: “¿Cómo de satisfecho estás con tu trabajo?” y las respuestas deben darse de forma predeterminada incluyendo normalmente cinco opciones que vayan desde el mínimo grado de satisfacción hasta el máximo. Se trata de un método muy simple pero los expertos afirman que es igual de eficiente que las encuestas largas porque para los empleados ya saben cómo se sienten con respecto a su trabajo y por tanto cuanto más concisas y concretas sean las preguntas mejor.
Por otro lado encontramos la medición global y la medición por facetas, que son las alternativas que se suelen utilizar en la mayoría de empresas porque son bastante más sofisticadas y por ende también más precisas. Estas opciones se basan en diferentes preguntas sobre distintos aspectos y atributos del trabajo como las condiciones generales de un puesto, las compensaciones recibidas a cambio del trabajo, los beneficios, las relaciones con compañeros de trabajo, las relaciones con los supervisores, etc.
En cada uno de los puntos se considera una escala estándar que los investigadores irán combinando para generar diferentes puntuaciones. El objetivo final de este tipo de revisiones de la satisfacción laboral es conseguir crear al final una puntuación general única.
En cambio con la medición por facetas se entrega una puntuación diferente a cada uno de los aspectos laborales que se van a evaluar, siendo de esta manera muy interesante y sencillo el poder valorar los resultados finales en cada uno de estos aspectos. Así los expertos pueden implementar después diferentes técnicas para mejorar las distintas áreas en las que los trabajadores se sientan más descontentos o menos satisfechos a nivel laboral como por ejemplo los incentivos, las oportunidades de ascenso dentro de la empresa, la consecución de objetivos, etc.