Entre los múltiples trabajos que existen el de traductor puede ser uno de los más exigentes. Traducir el pensamiento de otra persona y decir exactamente lo que ella quiso decir es una labor descomunal. No es de extrañar que las personas que se dedican a ello busquen constantemente nuevas maneras de mejorar su arte. Hoy en día, con el auge de la tecnología, es normal que la mayoría de las personas recurran a un traductor virtual, lo cual es aceptable. No obstante, es imposible remplazar la capacidad que tiene un ser humano para interpretar y dar a conocer aspectos de la traducción que ninguna máquina puede asimilar. En este texto te daremos siete claves para mejorar como traductor.
Leer a los mejores
Si quieres ser un buen traductor no solamente basta con leer bastante, debes leer a las mejores plumas del idioma en que te estás formando. Por ejemplo, si eres una persona que traduce del inglés, autores como Hemingway, Fitzgerald o Capote serán tus grandes maestros. Fíjate en el estilo que ellos utilizan, aprende a distinguir tus errores viendo sus textos, mira la manera en que solucionan diferentes apartados de sus libros, todo esto creará una biblioteca virtual completa en tu cabeza.
Lee acerca de todo
Leer a los mejores es una buena idea para mejorar tu escritura, pero no es lo único que debes hacer. Tú eres un mundo entero y debes estar todos los días alimentándote de nueva información. Si lo que realmente quieres es ser un gran traductor debes conocer diferentes disciplinas. Lee sobre ellas, encontrarás términos que te desafiarán y como traductor esto es lo más importante. De la misma manera tu estilo mejorará y estarán preparado cuando un texto con características únicas llegue a tu mesa.
Lee de todo
Quizá te parezca que repetimos el punto anterior, pero no es así. Leer de todo significa exactamente eso. Alimenta tu bagaje con revistas, libros, cómics, poesía etc. El vocabulario utilizado en una publicación de entretenimiento no es igual que el usado en una revista de ciencia. De esta manera tomarás conciencia de los diferentes lenguajes y podrás utilizarlos en tus traducciones.
Diccionario
Uno de tus grandes aliados será el diccionario. No lo utilices solamente para buscar definiciones, estos también te ayudan a expresarte de diferentes maneras y a hacer diferentes conexiones entre términos. Además de esto, en muchos casos los traductores se estancan por no saber cómo utilizar cierta palabra, los diccionarios son perfectos para solucionar esa clase de problema. Mantenlo cerca de ti, será un gran amigo. Para más información te recomendamos el siguiente artículo.
Sinónimos
Un buen traductor debe tener su propio diccionario de sinónimos. Es verdad que según el idioma las palabras pueden tener uno u otro significado, y la labor de acumularlas puede ser ardua; sin embargo, esto puede ayudarte cuando te encuentres en problemas y quieras utilizar una palabra pero no sabes si es la adecuada. Tener a la mano los sinónimos de esta puede sacarte de muchos problemas y proporcionarte todo un universo de posibilidades.
Compara
Si llegas al punto de no saber cómo traducir una frase o un término específico siempre puedes guiarte por el trabajo de otra persona. En muchos casos traductores con gran experiencia nos pueden servir como faro para completar nuestro trabajo. Cotejar varios textos y sus diferentes traducciones puede ser de gran ayuda, tanto para aprender de otros, como para intentar ideas nuevas.
Redacción
Los ejercicios de redacción son muy importantes ya que te ayudarán con la precisión y la economía del lenguaje. Siempre que los hagas elige bien las palabras, estructura tus párrafos y siempre mantén un espíritu crítico en todo lo que hagas. Un buen traductor no es alguien que no comete errores, es una persona que aprende de ellos e intenta ir un poco más allá de las convenciones, de los caminos fáciles. Escribe, aprende y vuelve a escribir esto te convertirá en el traductor que siempre has querido ser.