Zacarías Henar

¿Tienen razón los estrategas del Partido Popular en la puesta en escena de la línea política del todo vale contra el gobierno?. Se trata de una política áspera, indeseable, desafortunada, molesta, dirigida en la sombra por Aznar i su fundación FAES, que, al parecer, ha calado en la forma de hacer de los responsables políticos del Partido Popular. ¿Por qué esta forma de hacer política, se pregunta buena parte de la ciudadanía? ¿Dónde está la famosa derecha civilizada? ¿Es imposible que los partidos conservadores en España defiendan sus posiciones sin crispar, día tras día, el ambiente político del país? ¿Tal es la debilidad de sus propuestas en política general, política internacional o política económica que son incapaces de defenderlas sin utilizar el recurso, ya manido, ya desgastado, del rompimiento de la unidad de la patria?.

Seguramente hay causas psicológicas profundas que nos explicarían el porqué, la razón última, que hace que personajes como el Sr. Acebes sean como son, i digan lo que dicen, o porqué el discurso del Sr. Piqué es tan diferente cuando habla para su público de aquí –Catalunya-, que cuando habla para su público de allá –Madrid-, en una muestra de esquizofrenia política que llega a su paroxismo negando al nuevo estatuto la posibilidad de ser debatido en las Cortes Generales, pero exigiendo al Sr. Maragall su aceptación si es modificado en el trámite parlamentario.

A pesar del interés que un análisis psicológico de estas características tendría, no es ésta mi especialidad, ni tampoco la intención de este artículo, más orientado al análisis político de la cuestión, la cual, por otra parte, está muy clara. Se trata de la sencilla fórmula, no por antigua menos eficaz, de dar caña a Catalunya para obtener votos en España. Y para ello, los populares no reparan en gastos, les da igual la voluntad del pueblo catalán, que la subsistencia de la industria del cava o las tensiones i recelos entre comunidades autónomas. Catalunya es el enemigo que da cohesión a “la unidad de destino en lo universal”, por decirlo en palabras de José Antonio, padre ideológico del pensamiento aznariano. Aunque el Sr. Rajoy no mencionase a Catalunya en su discurso de la Puerta del Sol, todos sabemos quien, en su opinión, pone en peligro la Constitución: Catalunya y sus pretensiones estatutarias de ser reconocida como nación. Aunque no sea verdad. Aunque la Constitución diga en su famoso artículo dos que “reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades”… (¿pero alguien puede explicar sin enredarse dónde están las diferencias entre nación y nacionalidad?). Pese a quien pese, atacar a Catalunya “va bien” para la política del Partido Popular.

El discurso del Partido Popular es el más sencillo, a corto plazo, de todos los posibles discursos de la derecha conservadora que, si bien le da réditos electorales inmediatos, tiene dos grandes riesgos en el medio plazo. El primero es que, al forzar la verdad, necesita que los hechos le den la razón, para lo cual no tiene otra opción que el discurso catastrofista sistemático o, alternativamente, inventarse la realidad: así, para el Sr. Acebes, el estatuto y ETA están en íntima relación, en Catalunya se están violando los derechos de muchos españoles en opinión del Sr. Rajoy o el nuevo estatuto es malo para Catalunya en palabras del Sr. Piqué. En segundo lugar, los populares no tienen otra opción para movilizar a la España profunda que recurrir al discurso ideológico preconstitucional franquista y, en consecuencia, se distancia cada vez más de las líneas ideológicas de los modernos partidos conservadores europeos que no están por la labor. La desautorización del Sr. Rajoy por parte del Presidente de la U.E. en el tema de la OPA de Gas Natural es el último ejemplo de esta realidad. Ambos peligros tienden a desarmar ideológicamente a la derecha, a hacerla más rala intelectualmente y, por lo tanto, a incapacitarla para gobernar en la complejidad de la sociedad española del siglo XXI.

Y mientras tanto ¿que pasa en Salou? . El Sr. Rajoy se pasea por nuestra calles, viene a explicar a nuestros empresarios lo mal que lo hacen y el Sr. Esteve Ferran, nuestro querido alcalde, sigue manteniendo al Partido Popular en las regidurías de Seguridad Ciudadana y Bienestar Social, sin ninguna necesidad que tenga que ver con la aritmética electoral.

La composición política del equipo de gobierno de Salou, y la participación del Partido Popular en él, no tienen explicación en lógica política. No se trata de un gobierno municipal de unidad, ya que la izquierda: PSC, ERC i ICV está fuera del gobierno municipal. Ninguno de los socios del FUPS en el equipo de gobierno de Salou gobierna hoy ni en Catalunya ni en el Estado –cosa que podría explicar, dado el carácter puramente local del FUPS, anteriores pactos- y, por si fuera poco, el partido más anticatalanista de la historia contemporánea de Catalunya es socio de gobierno de un alcalde de militancia histórica convergente que siempre ha querido hacer gala de un posicionamiento inequívocamente defensor de los derechos históricos de Catalunya. A diferencia de otros muchos gobiernos municipales de Catalunya, en Salou no ha habido ningún acuerdo en el plenario de apoyo al nuevo Estatuto de Catalunya. El Alcalde de Salou sabe que sus socios del Partido Popular votarían en contra.

Pero Sr. Ferran, las leyes de la historia son inexorables y infinitamente más fuertes que los pactos políticos “contra natura” como el que usted ha urdido para gobernar Salou y del cual, en su momento, tendrá que rendir cuentas. Sea usted coherente con su pensamiento político y exija a sus socios del partido popular que se desmarquen públicamente de los ataques que sus líderes hacen contra Catalunya o, en caso contrario, prescinda de ellos en el gobierno municipal. Ya lo hizo una vez con el Sr. Otal por motivos todavía no claramente explicados a la ciudadanía, hágalo de nuevo que, en esta ocasión, tendrá el aplauso de la inmensa mayoría del pueblo de Salou y la solidaridad del pueblo de Catalunya.

(Publicat a "La Vila"