8 Ene, 2009
Claro que Dios no existe
Pensar lo contrario, tal como está el patio y lo ha estado a lo largo de la historia, me parece muy estúpido, y perdón por empezar faltando el respeto a las profundas creencias del personal. Sí respeto mucho esa libertad de creencia, pero siempre y cuando sea en el ámbito privado y a mi no me afecte en absoluto. Como dicen en mi pueblo, "el que quiera vicios que se los pague". El que crea en Dios, en Jehová, Alá o en Ratuculín, pues allá él con su cuerpo, pero que no cueste un duro al ciudadano de a pié no interesado en el elixir mágico propuesto.
Esto da para mucho y yo sólo quería adherirme a la campaña de la asociación de ateos y librepensadores ingleses (y ahora españoles). Eso sí, los creyentes llevan miles de años dando la vara y ahora que alguien se le ocurre predicar a favor del ateísmo, ya han salido como lobos al contraataque. Qué buenos son los padres salesianos....

Más información en http://ateus.org/
3 Ene, 2009
Feliz Navidad (o no)
Estoy hasta los güevos de la Navidad. 13 días del tirón sin tener que madrugar y pasar frío para ir a la oficina parecen lo suficientemente atractivos como para estar más que contento. Pues 9 días después estoy de la Navidad hasta el gorro.
Todo empieza cuando empiezas a recibir felicicitaciones horteras por mail. De clientes, departamentos de tu empresa, amigos... Todo quisqui tiene que enviar su poesía estúpida y felicitarte el año y parecer que un mundo nuevo empieza a partir del día 25. La primera te la lees por curiosidad, para ver si se lo han currado artísticamente. A la quinta, no le das ni el beneplácito de la duda y va directamente a la papelera.
26 Dic, 2008
Allá voy
Ahora que parece que los blogs están desfasados, por llevar la contraria voy a comenzar uno. Pa tocar los cojones (perdón), más que nada. Dicen que soy un gruñón, que estoy siempre protestando y quejándome de todo, así que este diario va a servir para darles la razón, porque pienso escribir sobre todo lo que me indigna, me exalta o me toca los huevos (perdón).
Ante tanta incompetencia, injusticia, ineptitud, mediocridad y sinvergonzonería en la vida pública de esta ciudad, Tarragona, y en la política en general, pues sólo me queda el derecho al pataleo, a protestar. Para ello, aparte de calentarle la cabeza a mi mujer, se me ha ocurrido escribir unas líneas cada vez que tenga algo me toque la fibra. Sin pretender que nadie lea mis comentarios (“post” se llaman, no?), ni contesten mis chorradas, sólo pretendo dejar constancia escrita de todo ello y quedarme así más relajado.
Pues eso, a ver cómo va.

