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El castillo de Montjuïc |
La montaña de Montjuïc – es un barrio y una montaña de Barcelona, con una altura de 173 metros sobre el nivel del mar. La atribución tradicional de la etimología de Montjuïc es la de “Monte de los judíos”, supuestamente del catalán medieval, motivada por la existencia, confirmada por los documentos y la arqueología, de un cementerio judío en la montaña. Igualmente se contempla la posibilidad de que este topónimo venga de la forma latina Mons Iovis, es decir, Monte de Júpiter, nombre mencionado por Pomponio Mela en su obra Corografia. Se han encontrado los restos de un poblado ibérico del siglo III a. C. y siglo II a. C. Siempre ha sido un lugar estratégico desde el cual defender la ciudad, por lo que desde la antigüedad ha habido una fortaleza en su cima. En 1751 se construyó el actual castillo, obra de Juan Martín Cermeño, que durante la Guerra de la Independencia Española fue ocupado por los franceses.
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El castillo de Montjuïc |
El castillo de Montjuïc – es una antigua fortaleza militar que ha tenido un importante papel en la historia de la ciudad de Barcelona. La primera construcción que ocupó la cima de esta montaña fue una atalaya destinada a informar mediante señales de la proximidad de los barcos. En 1640, durante la revuelta contra Felipe IV, se realizó la primera fortificación en Montjuïc, construida en forma de cuadrilátero de tierra con revestimiento de piedra y barro. Esta fortificación provisional sirvió para rechazar el asalto de las tropas castellanas comandadas por el marqués de los Vélez el 26 de enero de 1641. El fortín se convirtió en castillo en 1694. Su planta ocupaba toda la parte llana de la cumbre, con tres baluartes mirando hacia tierra y una línea de dientes de sierra mirando al mar. La pequeña fortificación precedente quedó como un reducto interior.
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Font del Gat |
La Font del Gat – Fuente ornamental que brota desde la cabeza de un gato de piedra, esculpida por Joan Antoni Homs en 1918 y restaurada en 2003. La fuente se encuentra en los jardines Laribal, reformados por Jean-Claude Nicolas Forestier. La del Gat era una de las muchas fuentes que manaban en Montjuïc y donde se hacían las tradicionales comidas campestres o encuentros populares para bailar, comer y beber. La Colla de l’Arròs, un grupo de amigos que entremezclaba las tertulias con la afición gastronómica, potenció la popularidad de esta fuente a final del siglo XIX. El periodista y autor teatral Joan Amich escribió la canción La Marieta de l’ull viu (Marieta del ojo vivo), que todavía hoy se canta e incluye la estrofa: “Baixant de la font del Gat, / una noia, una noia, / baixant de la font del Gat, / una noia amb un soldat…”.
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Cascada de las escaleras del Generalife |
Cascada de las escaleras del Generalife – En los jardines de Laribal encontramos esta fuente ornamental con recirculación y aportación de agua. La fuente es una escalera inspirada en la de los jardines del Generalife de Granada, de estilo arabesco, y conecta la parte superior de los jardines Laribal con los de Amargós o del Teatre Grec. El agua cae en pequeñas cascadas por los pasamanos, hay fuentes esmaltadas en los rellanos y bancos de obra para disfrutar del fresco y el sonido del agua.
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Teatre Grec |
Estos jardines, incluidos dentro del recinto de la Exposición Universal de Barcelona de 1929, fueron reformados por Jean-Claude Nicolas Forestier y Nicolau M. Rubió Tudurí. Crearon un nuevo estilo paisajístico de raíz mediterránea, respetando las plantas preexistentes e incorporando elementos característicos de los jardines hechos por los árabes en la Península, como baldosas de cerámica, aguas ornamentales, masas de plantación o el cultivo de plantas de flor en macetas situadas en las barandillas y alféizares. Las fuentes y estanques de este espacio están incluidos en el Programa de protección de anfibios del Ayuntamiento de Barcelona, que mantiene las aguas sin clorar para favorecer la recuperación de especies protegidas de anfibios como el sapo o la reineta.
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Los Jardines de Laribal |
Los Jardines de Laribal – Es una de las perlas del Parque de Montjuïc y pasearse por ellos es un autentica delicia. La riquísima vegetación, junto con el agua que baja por cascadas y se escurre delicadamente en medio de amplias barandillas, los bancos de ladrillo y las placetas, crean un conjunto de una belleza excepcional. Es un lugar en el que estar, para contemplarlo e ir descubriendo los miles de detalles que lo configuran, con una armonía difícil de superar. Los Jardines de Laribal, de gran valor histórico, están formados por terrazas, caminos, placetas, pequeños estanques y una vegetación lozana y consolidada.
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Los Jardines de Laribal |
Una serie de terrazas sobrepuestas están unidas entre si por caminos y atajos de gran pendiente, con tramos de escaleras intercalados de diseño siempre diferente. Pérgolas de ladrillo visto, piedra y pilares blancos dan sombra a las zonas más llanas. La vegetación, exótica en su mayoría, es rica y variada en especies. A principios del siglo pasado, en la zona que hoy ocupan los jardines Laribal se celebraban encuentros populares, sobre todo en la Font del Gat, o reuniones selectas, como las que hacía la Colla de l’Arròs, un grupo medio gastronómico medio político que tuvo una cierta influencia en la Barcelona del final del siglo XIX y principio del XX y que se reunía en un pequeño edificio situado donde ahora se encuentra el Museo Etnológico.
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Noia de la Trena – Josep Viladomat |
La parte alta de los actuales jardines pertenecía a la finca de Josep Laribal, un prestigioso abogado cuyo nombre se ha perpetuado en los jardines. Allí se hizo construir un chalet neoárabe, rodeado de unos jardines eclécticos, con grandes árboles. Tras la muerte de Laribal en 1908, la finca fue adquirida por el Ayuntamiento que fundó en ella la Escola del Bosc, que todavía existe. Simultáneamente, se iniciaron los estudios para urbanizar y enjardinar la montaña, con un proyecto global que inicialmente se encargó a Josep Amargós. La Exposición de 1929 – Los jardines de Laribal, terminados en el 1922, también están vinculados con un acontecimiento posterior: la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Este acontecimiento representó la culminación de un proyecto iniciado en 1905 para organizar en Montjuïc una exposición sobre las industrias eléctricas, la energía emergente de aquel momento.
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El Teatre Lliure – Palacio de la Agricultura |
El Teatre Lliure – es un teatro de Barcelona, considerado como uno de los más prestigiosos de España. Creado en 1976, en el barrio de Gràcia, por un grupo de profesionales procedentes del teatro independiente barcelonés, destacó por su apuesta por el teatro de texto en catalán, la relectura de los clásicos y su apuesta por el teatro contemporáneo. El Teatro Lliure no sólo es un espacio de exhibición, sino que produce montajes propios, muchos de los cuales han sido exportados a otras ciudades europeas y americanas. En sus salas alterna el teatro, desde el principio, con la música y la danza.
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El Teatre Lliure – Palacio de la Agricultura |
Los promotores de su creación, bajo el liderazgo indiscutible de Fabià Puigserver, fueron Carlota Soldevila, Lluís Pasqual y Pere Planella. Tras 10 años de andadura, en 1987, pasó de la fórmula cooperativa a la fundación privada, la Fundació Teatre Lliure-Teatre Públic de Barcelona, con un equipo gestor liderado por Fabià Puigserver y formado por Josep Montanyès, Carlota Soldevila, Lluís Pasqual, el arquitecto Manuel Núñez, el abogado Josep Maria Socias i Humbert y Guillem-Jordi Graells. En 1989 fue uno de los fundadores de la Unión de Teatros de Europa. En 2001 inauguró nueva sede en la montaña de Montjuïc, en Barcelona, en el edificio que había sido el Palacio de la Agricultura de la Exposición Internacional de Barcelona (1929). La nueva sede cuenta con dos nuevas salas: el Teatro Fabià Puigserver, con una capacidad de casi 800 espectadores y el Espai Lliure, con una capacidad de unos 200 espectadores. Las salas están equipadas con la tecnología más avanzada, que permite cambiar en pocos minutos el ordenamiento de las salas, cambiando de lugar el escenario y la platea, ampliando el aforo, y facilitando el montaje.
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Jardines del Teatre Grec |
El Teatre Grec – es un teatro que a pesar de su nombre, no se trata de una construcción realizada por los antiguos griegos. Fue diseñado y construido el año 1929 con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona por el arquitecto Ramon Reventós y Nicolau Maria Rubió i Tudurí, que se inspiró en la planta del teatro de Epidauro. Se ubicó en una antigua cantera de la montaña, con lo cual la pared cortada de piedra sirve como escena del teatro. La superficie, de 460 m2, puede acoger unos 1.900 espectadores. Junto al teatro hay unos jardines, proyectados por Rubió i Tudurí y Jean-Claude Nicolas Forestier, y un pabellón que se destinaba a conciertos musicales y hoy acoge un restaurante.
Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 6 km la vuelta.