El Grau |
Este es un paseo interesante, recomendable y tranquilo por los alrededores de L’Estany, siguiendo varios GRs y pudiendo observar construcciones de pozos y minas antiguas, dolmen, varias masías y el Observatorio, entre otros puntos de interés, ademas se puede disfrutar de un paisaje esplendido. Partiendo del pueblo y en sentido antihorario, se busca la pista por donde van los GR – 3 y GR – 177. pasando por las minas, El Pedró, el Pontarró y se toma la pista que sube al dolmen del Puig Rodó, se sigue hasta el collet de la Caseta Alta, donde se deja a los GR. Encontramos a la izquierda, el camí ramader o de França. por la cresta hacia el norte, se deja pues nos desviamos por el de la derecha hasta la masía Garfís.
Boca norte de La Mina |
Pasada la masía tomaremos el desvió de la izquierda que sube al Observatorio astronómico de la Montjoia, pasando delante de las Ruinas de la La Monjoia. Se sigue este camino hasta la Casanova de la Vall, donde se deja el camí ramader Pasando por debajo de la casa, hay un camino a la derecha que pasa por el acceso a fuente Canaleta. Siguiendo adelante se llega a un valle estrecho que hay que bordear. Hacia el final, una pista grande a la izquierda lleva al l’Estany. Es una ruta cómoda, perfecta para hacer a pie o en bicicleta. El sentido antihorario garantiza un tramo final más cómodo, pero en terreno sombrío.
Monestir de Santa Maria |
El Monestir de Santa Maria de l’Estany – Es una joya del románico catalán y, antiguamente, una de las principales abadías canonicales del país. Fue fundado en el año 1080 y residió una comunidad de canónigos agustinianos. El claustro es el elemento más atractivo del monasterio y destacan las columnas dobles con sus magníficos capiteles. La iglesia de Santa María, del siglo XII, conserva el mismo estilo primitivo simple y austero: planta de cruz latina, formada por una nave amplia y larga cruzada por un Transepto y acabada con tres ábsides. Cabe destacar la escultura de la Virgen, Mare de déu gótica, de alabastro del siglo XIV.
Monestir de Santa Maria |
Las dependencias del monasterio antiguamente destinadas a las actividades cotidianas de los monjes guardan hoy una serie de colecciones de arte religioso y popular, reunidas por quien fue rector y gran impulsor de las reformas al conjunto del monasterio, Mn. Aureli Pou. La primera sala expone el tesoro parroquial de Santa María, así como otras piezas de carácter religioso procedente de otras iglesias o particulares. Cabe remarcar la cruz procesional de Santa María de l’Estany, de plata (siglo XVII), la Bacina de la Mare de Déu de la Llet (siglo XVIII), y el reliquiari de la Vera Creu (siglo XVII). Son también interesantes las vitrinas con diferentes vírgenes, procedentes de casas particulares y la colección de utensilios para elaborar las sagradas formas. La sala central guarda elementos de piedra de diferentes naturaleza. Son muy interesantes las lápidas sepulcrales góticas, con representación del calvario (siglos XIII y XIV), el osario de la familia Centelles (siglos XI-XII), y las tumbas antropomorfas (siglos XI-XII).
La mina |
La mina – El antiguo estanque, que da nombre al pueblo, fue desecado por orden del abad Carles de Cardona, el siglo XVI, mediante la construcción de una mina que aún hoy se conserva. Este lago era un depósito natural de agua y beneficiaba la caza y la agricultura en su entorno, pero por otro lado, era un foco de mosquitos y de infección de fiebre cuartanas o paludismo, que, según muchas referencias históricas, era el mal endémico del Lago. Esto movió al último abad de l’Estany a hacer construir la mina en 1554. En el 1735 se alargo. Tiene más de trescientos metros de extensión y forma un paso subterráneo de 1, 10 metros de ancho y 2,40 metros de altura, aproximadamente, cubierto de grandes losas, que saca el agua del centro del valle en el lugar del Pontarró, donde era aprovechada para manejar el antiguo molí de l’Estany o molí del Grau.
El Pedro de Pontarró |
El Pedro de Pontarró – El Pontarró, del que se conserva solamente el nombre, es ahora la boca norte de la Mina, y sobre él pasa el moderno vial hacia Puig Rodó. El Pedro de Pontarró es un monumento recordatorio erigido por Guillem de Rocafort en 1668, en agradecimiento por no haberse hecho daño al caer hasta abajo del Pontarró una noche que volvía de Barcelona. Se representa un calvario en alto relieve, con las tres Marías y la ciudad de Jerusalén al fondo: “Estaba junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. “(Juan, 19:25)
Reloj de L’Ajuntament |
L’Ajuntament – Se encuentra dentro de lo que habían sido las dependencias del monasterio. Luce su fachada de piedra, que da fe de su origen. En una de sus paredes muestra el reloj de sol, obra del ceramista Josep Roig y Ginestós.
El carrer fosc – El Carer dels Monjos(también conocido como El carrer fosc , el más antiguo del pueblo, es estrecho y empinado, y sube hacia el camí vell d’Oló y la ermita hoy en ruinas de Sant Pere del Coll de la Crosa. Las casas a ambos lados de calle conservan piedras, antiguas paredes, bóvedas, arcos que la persona curiosa puede descubrir; de todas estas destaca cal Valeri de los primeros años del siglo XVI, es la casa más antigua y mejor conservada del conjunto.
Lápida de la Font Vella |
Durante el recorrido encontramos una serie de fuentes, algunas de las cuales son:
La Font Vella – Está situada a la entrada del pueblo. Es una fuente subterránea a 4 metros de profundidad al final de una escalera de piedra. Es de piedra vista con un arco central y dos laterales y una lápida grabada en la que está la fecha de 1756.
La Font de la Mare de Déu – En los jardines de detrás de la iglesia y al bajo relieve que representa la Virgen María están grabados versos de Felipe Graugés.
La Font de Mig Prat |
La Font de Mig Prat – Está situada en el centro del prado. Los plataneros de la carretera sombrean.
La Font Canaleta – Es la más lejana, pasados los planes de la Carrera al llegar al cabezal del Valle, siguiendo el camino de la izquierda, pasado el torrente y en un sendero donde se ve encima la casa Nueva del Valle. El chorrito delgado y acompasado de esta fuente, de la que se dice que su agua tiene propiedades medicinales, chorrea medio del encanto del bosque.
Dolmen del Puig Rodo |
La Font del avi Ferreret – En una plazoleta al lado del ayuntamiento hay esta pequeña fuente, rodeada de hiedras. Cerca de ella unos bancos de piedra y unos árboles hacen buena estancia en el centro del pueblo, al abrigo del románico que perdura al paso del tiempo.
Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 12 km la vuelta.