Paseo – Can Luna – Refugio antiaereo de La Estación – Torre Albina – Can Rosselló de Munt – Torre Enriqueta – Font Fonollosa – La Muntanyeta – Solella de Ca l’Oliveró – Forn de obra de Ca l’Oliveró – Balsa de Ca l’Oliveró – Aguas del Torrent de la Enrabiada – Ca l’Oliveró – El Querol – Can Roig – Font de Can Santadigna – Torrent de la Còva – Can Fournier – Sant Esteve – La Sinia y Platanos

Este paseo de hoy coincide en parte con una ruta mas o menos indicada ya en plafones informativos que hay en la Garriga. En nuestro caso la hacemos mas personalizada para poder pasar cerca de algunos otros puntos de interés como el refugio antiaérero, algunas masías y edificios interesantes. A continuación escribo esta explicación mas o menos oficial del camino que sigue el trazado de una antigua línea eléctrica y que permitía el acceso en caso de tener que hacer alguna reparación. 

Después se ha convertido en un sendero normal de paso que permite ir a las sierras del norte de la Garriga en un recorrido muy agradable a los pies del turó de Santa Margarida. El inicio es el paseo dels Til·lers, donde encontraremos el panel informativo y los indicadores de ruta. Saldremos en dirección norte por la calle de Cardedeu y torrent de la Cova. Aquí dejaremos las últimas casas para empezar a subir hacia el turó de can Poi. El camino va rodeando el cerro hasta situarse en el lado norte. 

Torre Enriqueta

Pronto tendremos que dejar la pista que seguíamos y tomar el sendero de la línea, que marcha en dirección norte. Antes, vale la pena proseguir unos minutos hasta el depósito de agua y subir al punto más alto del turó de can Poi (o de la bandera)”La Muntanyeta” para contemplar la Garriga desde la mejor atalaya. Haremos el regreso por el mismo camino hasta el inicio del sendero de la línea. A partir de ahora hay que seguir en dirección norte sin despistarnos, ya que las obras de instalación de la tubería del gas han desdibujado algún tramo del recorrido.

forn d’obra de Ca l’Oliveró

Cuando estamos a la vista de Ca l’Oliveró, el sendero que hasta ahora iba por antiguas viñas y zonas deforestadas se interna en el bosque. Si estais atentos, ante de llegar a la masía podréis ver el sendero que se desvía hasta el forn d’obra de Ca l’Oliveró y por el camino cruzareis el chorro de aguas del Torrent de la Enrabiada. Pasada la casa proseguimos por una pista llana que va a encontrar el camino de San Cristóbal y enlaza con el PR-C 33. se puede girar a la izquierda, de bajada, siguiendo las marcas blancas y amarillas, que nos conducirán hacia Blancafort del Molí, barrio de Querol y parc dels Pinetons. Aquí podemos enlazar con los itinerarios de los Tremolencs y la Doma o bien el regreso hacia el centro urbano.

Ca l’Oliveró

Masía Ca ​​l’Oliveró – Masía del siglo XVI situada en la falda de la montaña y rodeada de cultivos. La fachada principal orientada al sur tiene portal de medio punto dovelado y está rodeada de ventanas rectangulares. Dentro de un medallón están los anagramas de Jesús i Maria y, debajo, la inscripción Jaume Olio 1588.

Refugio antiaéreo de la estación – 

A inicios de marzo de 1938, en un momento en el que Cataluña sufría un verdadero asedio aéreo, las autoridades de La Garriga decidieron poner en marcha la construcción de tres refugios para la población debido al peligro de bombardeo y los numerosos refugiados establecidos en la población . Así empezaron las obras del refugio número 2 ubicado en la Estación, probablemente el más seguro y más grande de los que se proyectaron en La Garriga. 

El refugio de la estación está formado por un conjunto de galerías excavadas directamente en roca granítica descompuesta o arena, lo que le daba una mayor sensación de seguridad ante un ataque aéreo. Es interesante constatar que la construcción del refugio de la estación sigue el patrón del modelo de refugio de galería de mina que establecía la Junta de Defensa Pasiva de Cataluña, organismo encargado de facilitar las normas e instrucciones a las Juntas Locales de cada población por hacer efectiva la defensa de los ciudadanos ante los bombardeos aéreos. La configuración de este importante elemento defensivo no es aleatoria. Así, siempre debía contemplarse un pasillo central y dos entradas / salidas en caso de que una quedara hundida. Además, ante la posibilidad de que estallara una bomba en los accesos del mismo del refugio, los pasadizos se formaban en ángulos de 90 º para evitar las consecuencias de la onda expansiva