Passera de Cal Ros |
Desde Pineda de Mar tomamos una pequeña carretera BV-5126, que es la vía de entrada del Parque Natural del Montnegre. Iremos siguiendo por esta pista, que está asfaltada los dos primeros kilómetros y que discurre a orillas de la riera. Pasaremos de largo por todos los desvíos que vamos encontrando, hasta que pasado can Pallofa, cuando el coche marque el kilómetro 5,250 giramos a mano izquierda siguiendo la dirección de la riera. Hemos llegado al Pla de Cal Capità, donde aparcaremos el coche. Maravilloso circuito, con una gran variedad paisajistica. Combina la vegetación de ribera propia de los torrentes, con el bosque mediterráneo que domina la sierra, y los caminos a ras de agua de la primera parte del recorrido.
Moli de Can Mas |
Cogeremos la pista que remonta paralela a la riera. Prestemos atención, debemos tomar la primera bifurcación que sube a mano derecha, pasando por delante del barrio de una casa. A continuación volvemos a encontrar la riera que seguiremos bordeando, bien acompañados de plátanos y chopos. Atravesamos la riera siguiendo el camino que ahora remonta por la otra orilla. Vamos dejando las pistas que encontramos a la izquierda. Volvemos a pasar el arroyo, ya continuación encontramos las importantes ruinas del molino harinero de Can Mas, que quedan a la derecha del camino, que sigue subiendo arroyo arriba. Atención a la bifurcación que encontramos a mano izquierda por donde atravesaremos la riera, y entraremos en el canal del Sot del Aram, donde desaguan las aguas de los sots del Rupit, de les Nogueres, de les Índies, dels Llorers, de Canyamas y de Grimola, convirtiéndolo en el afluente más importante de la riera de Pineda. Nos desviamos ahora hacia la derecha subiendo durante unos minutos, hasta encontrar el Salt d’Aigua, un lugar espectacular que hoy esta especialmente bien por la cantidad de agua que baja y el verdor reciente de los brotes en la vegetación.
Cova de l’Aram |
De vuelta al camino principal del Sot del Aram. Atravesamos el torrente y a mano izquierda encontramos la boca de la cueva de ‘Aram, de unos 30 m de profundidad, antigua explotación minera de este metal (Cobre). Si entráis con una linterna, todavía puede observar vetas verdosas del mineral. Esta mina es la que ha dado nombre a todo el paraje. Dejaremos la cueva y seguiremos remontando el canal por un camino con exuberante vegetación y muchos zarzas. Volvemos a cruzar el torrente. A partir de aquí pasaremos por donde podremos, unas veces por el borde y otros por medio del torrente. Debemos tener en cuenta que las riadas hacen variar continuamente la fisonomía del camino.
Salto de Agua |
El margen del torrente se abre repentinamente a mano derecha formando un claro en forma de plaza, presidida por unos avellanos. Nos subiremos para saludar a la Virgen. Sobre un tronco descabezado encontraremos una capillita con una imagen, que podríamos bautizar como Nostra Senyora de l’Aram. Esta capillita es también refugio de animales salvajes. Este sitio es también el punto de confluencia con el sot de las Nogueras que nos queda a la derecha. Volveremos a bajar el canal por donde veníamos, y lo seguiremos remontando. El Sot de l’Aram nos muestra toda su belleza. En algunos puntos pasa tan hundido, que los rayos del sol no penetran nunca. La cama por donde discurran el agua está sembrado de rocas que ha ido puliendo con su acción de siglos. Los árboles, principalmente alisos y chopos, se elevan hacia el cielo buscando el sol, llegando en muchos casos los 30 m de altura.
Can Pallofa |
Hípica El Vaquero |
Pasaremos a visitar a los amigos de la Hípica El Vaquero, que hasta hace poco estaban en Calella. Se han trasladado recientemente a este nuevo emplazamiento y estan trabajando para adecuar las instalaciones y crear una zona de aparcamiento , para facilitar el acceso a sus clientes. Entre las actividades que ofrece la Hípica El Vaquero, Están las siguientes: Paseos a caballo para adultos. -Paseos con poni para peques. – Paseos con carruajes Francés ( hasta 12 personas ) – Organizan fiestas de cumpleaños. – Excursiones a caballo durante 2 días ( te iras el sábado y regresaras el domingo al atardecer) comida y alojamiento incluidos. – Parrilladas y paellas para grupos, etc.
Sant Pere de Riu |
Sant Pere de Ríu – Durante muchos siglos tuvo sacerdote propio, pero posteriormente se hizo cargo el rector de Pineda. En 1985 fue nuevamente abierta al culto, mientras que la rectoría era habilitada como casa de colonias. La iglesia mantiene la estructura románica original, del siglo XI, con nave y ábside, y un campanario tardío, de planta cuadrada, coronado por un pináculo piramidal entre almenas escalonados. Su aspecto actual es, en gran medida, fruto de las ampliaciones realizadas durante el siglo XVII, aunque aún puede observarse la decoración original del ábside románico, a base de arcuaciones ciegas y lesenas, de tipo lombardo. Esta ornamentación es también visible en el muro de mediodía, donde estaba el antiguo portal, que conserva aún dos ventanales románicos. Detrás del campanario hay una antigua construcción o comunidor, conocida como el Mirador, que algunos autores han datado en época prerrománica o visigótica, opinión no compartida por Joaquim Graupera.
Acueducto Romano |
Acueducto Romano de Can Cua – El proceso de romanización de las tierras del Maresme fue muy intenso, como lo demuestra la importante red de villas que, a partir del siglo II ac, se extendió por toda la franja costera (se han detectado restos de más de 200 en toda la comarca). Dentro del término de Pineda se encuentran los restos de una vil.la romana en el mas de Can Roig, activa probablemente entre los siglos I y V de nuestra era. Los hallazgos arqueológicos permiten deducir la importancia de este asentamiento, evidenciada sobre todo por la existencia de un lacus (depósito o estanque de riego) alimentado por un acueducto que fue profusamente estudiado por el arqueólogo Francesc Prat y Puig en el año 1932 .
Horno de Cal |
El acueducto recogía las aguas de un pequeño desfiladero del valle de Río, a la altura de Can Bufí, tenía una longitud de 3,5 kilómetros, con un desnivel de 40 metros, y durante su recorrido salvaba cuatro torrentes. A la derecha de la carretera de Hortsavinyà, a la altura de Can Cua, están los restos más interesantes del acueducto: cuatro arcadas conservadas en bastante buen estado. Prat y Puig en sitúa la fecha de construcción hacia finales del siglo II o durante el III dC. Otros autores creen que fue edificado durante el siglo I dC. El muro está hecho a base de piedras calizas o graníticas extraídas de los mismos lugares por donde transcurría el acueducto, ligadas con mortero de cal y arena, y dispuestas en hiladas de alturas diferentes. Las arcadas se apoyan sobre pilares rectangulares o ligeramente trapezoidales.
Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 16.5 km la vuelta.