Hoy la niebla era espesa cuando llegamos a Vallromanes, pero justo a la hora convenida para reunirnos en la plaza de la iglesia, la niebla empezó a despejar rápidamente. Caminamos junto a los compañeros de Martorellas, también se nos unieron caminantes de Canet de Mar y Hostalets de Balenya, dirigidos por Francesc sobre una ruta muy bien estudiada para que nos permitiera ver muchos puntos de interés como la Roca Foradada y algunas fuentes realmente estupendas en un entorno magnifico. Partiendo de la Plaza de la iglesia de “Sant Vicenç”, que esta documentada en 1183 como parroquia, pertenecía al término del castillo de Montornés o de “Sant Miquel de Montornès”. Al lado encontramos un pequeño pozo de hielo o antigua nevera bien conservado. Pasando por delante de Can Poal y tomando la Av. de Vilassar de Dalt hasta un desvio entrando ya en pista que nos permitirá aproximarnos a la Roca Foradada.
Subimos por la pista hasta una explanada, a la izquierda entra en un bosque salpicado de enormes rocas y entre ellas destaca la Roca Foradada, se trata de un gran bloque de granito de forma redondeada pero irregular, con un agujero en el centro no demasiado grande ni profundo donde se puede meter una persona sentada. Podría pertenecer a la época calcolítica (2700-2200 AC). Se encuentra emboscada en la falda norte del turó del Tàvec, sobre la masía de Cal Cabrit, junto al camino que conduce a Can Maimó. Formaría parte de un complejo megalítico, ya que a su alrededor hay toda una serie de rocas grandes y bien curiosas. No está nada clara su función o finalidad. Entre las diversas hipótesis, tenemos que podría ser una cueva sepulcral artificial, un monumento funerario excavado en la roca, o quizás una “jaula o prisión neolítica” la que se cerraría mediante algún sistema (podemos ver que hay un rebaje vertical en forma de canal donde debían ir los troncos de la “puerta”). También dicen que antiguamente la usaban como horno para cocer pan.
Descendemos de nuevo en parte por zona urbanizada hasta llegar a pasar por delante de Can Sala Xic, pronto tomamos de nuevo pista de tierra. A medida de avanzamos vamos aproximando a masías como Can Fuster, Can Marti de Dalt, El Raspall, nos acompañan en el ultimo tramo una buena cantidad de Eucaliptos por esta zona y algunos almendros en flor hasta llegar a Can Gurguí Gros. Desde aquí tomamos un sendero que empieza a nuestra izquierda y que zigzagueando nos va aproximando hasta Can Riera, La Masía de Can Riera esta en obras, los campos de los alrededores bien trabajados y preparados para cultivo de viña, todo indica que se le esta dando vida y un enfoque productivo interesante desde el punto de vista turístico rural y medioambiental. Ya estamos en el altiplano de Sant Mateu y nos aproximamos a la ermita de Sant Mateu ya en un paseo mas relajado para recuperar fuerza y tomar bocado.
De vuelta bajamos hasta la Font de Sant Mateu para después tomar el mismo sendero de vuelta hasta Can Gurguí Gros. Ahora continuamos con la pista que dejamos antes de subir a Can Riera. Un poco mas abajo esta la Font de Can Gurguí. Retornamos al cruce de Can Gurguí Gros. Por esta pista pasamos al lado de Can Sastre y Can Bòrrec y aqui un sendero a la derecha se adentra en un sotobosque húmedo, fresco, helechos y musgos, hojas con colores marrones rojizos y con el brillo que les da la humedad hacen de alfombra por todo el sendero. Vamos bajando hasta llegar a la Font de Santa Anna. Al llegar veo como dos coníferas presiden a la fuente, me parecen Sequoias por el tipo de corteza, lo estilizado y alto del tronco. La fuente esta adornada de musco con un verdor intenso, casi fluorescente, Seguimos sendero abajo hasta pasar un puente y llegar a la Font de Sant Joaquim si cabe mas cubierta de musgo todavía. Este tramo húmedo de las fuentes es especialmente sobresaliente en vegetación y belleza en general. Retomamos unos pasos atrás para volver a tomar la pista que nos aproximara a Vallromanes. De camino pasaremos delante de Can Sala Gros y al final de trayecto ya bastante plano, por la derecha nos da la bienvenida al pueblo una hilera copiosa de arboles y al fondo la silueta de Can Valet.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 12 km la vuelta.