NOTA A LOS PARTICIPANTES DE LA RUTA GUIADA PALAU ROBERT: PODEIS VER Y DESCARGAR LAS FOTOS DE LA RUTA AQUÍ … PULSAME.
Iniciamos la ruta desde la plaza de la iglesia del municipio de Òrrius. En su casco antiguo destaca la iglesia parroquial de Sant Andreu de origen prerománico y ampliada por última vez al siglo XVI. Comenzamos a subir directamente por el antiguo camino de Sant Bartomeu hasta llegar a la ermita románica y su campanario restaurado. Continuamos la pista hasta el cuello de Sant Bartomeu de Cabayes, un buen nudo de comunicaciones y confluencia del GR-92, del PR-C 36 y de la ruta del Meridiano Verde. Y de aquí la ruta seguirá hasta la fuente de Sant Bartomeu donde se aprovecha para hacer la parada y almorzar..La reanudación del camino conducirá nuevamente a la ermita de Sant Bartomeu para después subir hacia Séllecs. De camino se pasará por un antiguo pozo de piedra y los restos de los muros de la antigua era de Can Cabanyes.
Desde aquí se puede disfrutar del paisaje formado por el macizo de Séllecs, unas montañas que se extienden entre Sant Mateu y la Sierra de Ameia, formadas por tres cerros: Cerro del Castell (509m) con una torreta de vigilancia; cerro Gros (534 m) con restos de un poblado ibérico; y cerro Rodó (535 m) con un vértice geodésico. Arriba, la pared de Séllecs, escuela de escalada, permite contemplar el paisaje y disfrutar del entorno, un lugar magnífico y único. Además, ante el horizonte, se podrá divisar el Cerro de Mata y quizás es posible que el sol del mediodía deje entrever el agua plateada del Mediterráneo. Ya de vuelta, reculamos hasta la pista para ir hasta el Cerro Rodó (535 m) marcado con un vértice geodésico y unas cuántas antenas. La pista principal pasa por el lado mismo de la cumbre y baja dando la vuelta a la montaña hasta Can Tarascó, en la confluencia con la pista de Can Boquet (Vilassar de Dalt). Hará falta seguir algo la pista y desviarse para ir bajando en medio de bosques cambiantes, pasando primero cerca de Ca la Mort y después siempre abajo dirección a Can Prat hasta llegar al torrente. Cada vez el camino se vuelve más civilizado y esto significa la llegada al final del recorrido con el retorno en Òrrius por la parte del casco antiguo hasta llegar de nuevo a la plaza de la Iglesia.