La Ruta del Carrilet, de 39,7 kilómetros de longitud, avanza en suave pendiente desde Girona hasta Sant Feliu de Guíxols (15 m) y alcanza su punto más alto en Cassà de la Selva (136 m). Siguiendo el recorrido del antiguo tren de vía estrecha Girona –Sant Feliu, permite conocer dos comarcas –Gironès y Baix Empordà- desde la cuenca del Ter hasta el valle del Ridaura, pasando por la depresión de la Selva. La peculiaridad de este trazado es la suavidad de sus pendientes y curvas, en un recorrido que constituye una línea sinuosa matemáticamente trazada sobre el territorio. El pavimento es de un material granular de tipo sablón que queda muy integrado en la tipología de los terrenos que atraviesa, aunque también hay tramos urbanos en todas las poblaciones por las que transcurre el itinerario. Saliendo de Girona, la ruta atraviesa en primer lugar la depresión de la Selva, caracterizada por un paisaje en mosaico en el que los cultivos se alternan con terrenos boscosos y donde en los días más claros podemos disfrutar de una panorámica extraordinaria que abarca desde los contrafuertes más orientales de los Pirineos hasta el Montseny, pasando por los relieves de la Serralada Transversal (el Far, Sant Roc, Rocacorba). La segunda mitad del trazado discurre por el valle del Ridaura, que separa el macizo de Cadiretes, al sur, del de Les Gavarres y que, con un suave desnivel, nos lleva hasta el mar justo en Sant Feliu de Guíxols, cuna del topónimo «Costa Brava», desde donde se puede disfrutar de magníficas vistas.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 36 km entre ida y vuelta.