Iniciaremos la ruta en el Coll de Can Benet y pasaremos por los lugares de interés siguientes: Hortsavinyà – Iiglesia de Sant Llop d’Hortsavinyà – Coll de Can Benet – Can Benet – l’Esplai – Font de la Brinxa – Sant Martí de Montnegre. El coll de Can Benet rodeando la gran casa de colonias de Can Benet Vives (l’Esplai) pasa por la urbanización Les Mimoses y baja luego hasta Pineda, aunque también permite ascender a los turons de Montnegre, que nos quedan justo encima. Pero nosotros tomaremos dirección a Sant Martí de Montnegre, todo esta indicado en el mega marcador del coll. Lo que llama la atención al llegar a Can Benet es el anunciado cambio de vertiente, de paisaje y hasta de clima. No puede dejar indiferente a nadie la vista sobre la enorme mole del Montseny y de gran parte del Vallès Oriental. Entramos ahora en un terreno mucho más húmedo, a la sombra de las cimas del Montnegre. El GR 92 entra pues en la vertiente norte del Montnegre, bajo sus cimas principales. Sigue la pista, bastante llanera, y entra en seguida en un túnel de vegetación, rodeado por las ramas de los árboles, castaños y robles que cubren toda la ladera hasta las cimas más altas. Al poco de dejar el Coll, una precaria pista baja a la derecha hacia el Sot (arroyo) de la Brinxa, siguiendo el valle de Fuirosos hasta llegar a este antiguo pueblo con su iglesia de Sant Roc, tras pasar junto a un par de pequeños pantanos artificiales, y llega a la estación de Riells-Viabrea.
Pero nosotros no tomamos esta dirección sino que seguimos la pista principal por la que sigue el GR-92 es un espectáculo en sí misma; con un perfil prácticamente llano, no ofrece ninguna dificultad y está bien señalizada. Un camino al cabo de un rato (20′) sube a la izquierda a la ermita de Santa Maria de Montnegre. Pero seguimos por el GR-92 la pista principal, empieza a descender suavemente. Más tarde pasa junto a la Font de la Brinxa (30′), normalmente con agua hasta en los meses más calurosos; luego se cruzan dos torrentes consecutivos y después, se deja otro camino a la derecha. Así llegamos a un pequeño collado en el que confluyen varias pistas (1h10′): dejamos la primera, que baja a la derecha, y desembocamos a otra más ancha; ésta es una de las principales pistas del parque, que a la izquierda se dirige a Santa Maria de Montnegre. Seguimos por un terreno llano el GR-92 vamos cruzando pequeños torrentes o sots; junto a uno de ellos está la Alzina Grossa, encina monumental que debe llevar ahí varios siglos observando el paso de los caminantes. Poco después dejamos de lado el acceso a la importante masía de Can Presas, y nuestra pista asciende suavemente hasta llegar a otro desvío a la derecha, un camino particular. Ya queda un corto tramo hasta llegar al cruce de Sant Martí de Montnegre (1h45′); atención aquí porque la señalización es bastante rudimentaria. Ahora despues de reponer fuerzas tomamos el camino a la inversa hasta el Coll de Can Benet y una vez alli y siguiendo el GR en la otra dirección nos acercamos a la Iglesia de Hortsavinyà, un lugar precioso, desde el cual otro dia podemos comenzar otra andadura.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 14 km toda la vuelta. y 4 más si vamos y volvemos a la Iglesia de Hortsavinyà.