Los probióticos son una especie de suplementos que contienen microorganismos vivos y que pueden ayudarnos a mejorar las bacterias de nuestro cuerpo. Estos se encuentran llenos de un alto contenido de fibra que actúan en nuestra microbiota humana como nutrientes.
El alga espirulina es un alimento probiótico natural, ella nos ayuda a aumentar la cantidad de bacterias buenas y a qué nuestro intestino funcione de forma correcta.
Los probióticos se encuentran en alimentos como el yogur o el kéfir y también se pueden comprar en tiendas naturistas o farmacias, cuando son indicados por el médico o por un nutricionista.
y de eso te vamos a hablar en este artículo que vas a leer a continuación.
Beneficios de consumir probióticos
Existe una empresa bastante reconocida a nivel mundial que ha cambiado su imagen en sus productos probióticos, sería interesante que pudiera ser este artículo en la web Elcorreogallego.es. Los alimentos que contienen un alto nivel de probióticos son la leche fermentada, el yogur natural, el kéfir, los productos orientales a base de soya, los pepinillos, el chucrut, la levadura natural y la kombucha.
Ayudan a fortalecer el sistema inmunológico: La ingesta regular de probióticos ayudan aumentar los niveles de inmunoglobulinas y los linfocitos que protegen al organismo para que no desarrolles enfermedades infecciosas e inflamatorias.
El consumo de este suplemento tiene un alto efecto positivo en situaciones que alteran el equilibrio intestinal, además previenen el envejecimiento, las enfermedades gastrointestinales y el estrés.
Combaten la diarrea infecciosa y la previenen: Los probióticos, sobre todo aquellos lactobacillus rhamnosus y bifidobacterium lactis, son ideales para prevenir y tratar diarreas infecciosas que se han producido por virus o bacterias en los niños.
La causa principal de las diarreas es el virus rotavirus o la salmonela. Estas diarreas producen alteraciones en la flora intestinal, generando un aumento de bacterias y es por eso que la utilización de probióticos es ideal para combatirlas.
Evitan las enfermedades digestivas: Los probióticos son ideales para prevenir y tratar los síntomas de la úlcera péptica y el cáncer de estómago, ya que contienen potente componente que ayuda a combatir la helicobacter pylori.
Previene el cáncer de colon: Los probióticos que contienen bifidobacterias y lactobacilos son ideales para modificar la flora del intestino logrando que se reduzcan las sustancias carcinógenas y previniendo el desarrollo que produce el cáncer de colon. La avena, el centeno, la achicoria, la miel o la cebada contienen un alto contenido de esta bacteria.
Combate el estreñimiento: Son muchos los microorganismos de probióticos que actúan de forma beneficiosa en la flora intestinal y disminuyen el estreñimiento, tanto en adultos como en niños. Estas son capaces de mejorar la consistencia de las heces y reducir el dolor abdominal, además previenen las hemorroides y la diverticulitis.
Protegen la salud cardiovascular: El consumo diario de probióticos beneficia al corazón, porque disminuye la absorción de grasas de los alimentos y reduce los niveles de colesterol malo aumentando, el colesterol bueno y evitando el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Previenen infecciones urinarias: Los probióticos protegen el desarrollo de la vaginitis inducida por bacterias y levaduras que se relacionan con el consumo de antibióticos y las hormonas naturales de las mujeres. Reducen el riesgo de enfermedades en el tracto urinario.
Son beneficiosos para la salud mental: Al consumir yogur o suplementos probióticos que contengan lactobacilos y bifidobacterium podrás mejorar la depresión, la ansiedad, la memoria y problemas como el autismo y trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Mejora la intolerancia a la lactosa: Cuando estos microorganismos se encuentran en el intestino liberan una serie de enzimas llamadas b-galactosidasa que actúa sobre la digestión y evitando que las personas intolerantes a la lactosa presenten síntomas como diarrea, dolor abdominal y flatulencias.
Son beneficiosos para proteger contra infecciones respiratorias: El consumo de probióticos aumenta las actividades de los macrófagos alveolares que se presentan en las vías respiratorias, causando infecciones respiratorias como bronquitis, neumonía, sinusitis, otitis, entre otros. Estos son recomendados para personas que tienen el sistema inmune comprometido.