El bloc del Joan Ruiz

La quiebra de empresas ha dejado a 7.480 tarraconenses sin cobrar

Suben los empleados 'zombies': no les pagan, no les despiden pero tienen que ir a trabajar. El Fogasa está desbordado

 Raúl Cosano |          

Ni cobran ni pueden dejar de ir a trabajar. No están en el paro pero su empresa no les paga. Ellos, sin embargo, se levantan cada día y van al ‘tajo’ con la esperanza de que su situación laboral se arregle y de que el empresario, al fin, pueda abonarles la nómina, o parte de ella. Una nueva etiqueta acuñada define como trabajador zombie al asalariado que no cobra. «Es una tipología más que está surgiendo con la crisis, que se añade a los que están en el paro sin recibir prestación, por ejemplo. Muchos empresarios no despiden y tampoco pagan. El trabajador vive en un limbo. Es una situación dramática, es un escándalo», explica Jordi Salvador, secretario general de UGT en Tarragona.

«Se da sobre todo en las empresas que trabajan para las administraciones. El trabajador aguanta para ver si se arregla la situación. Piensa: ‘No cobro, pero si me voy pierdo el trabajo’. Es un círculo vicioso. Cada vez hay más empleados así», explica Jaume Pros desde CCOO. Sólo hay que echar un ojo a las cantidades del Fondo de Garantía Social (Fogasa), destino final de las insolvencias, una vasta hucha salvadora para muchos que acude al rescate de los trabajadores tras los impagos de las empresas.

Es el paso obligado para cobrar indemnizaciones en caso de insolvencia o de concurso de acreedores de las empresas. También constituye la parada siguiente de esos empleados zombificados, esa metáfora de la mitología vudú que define, en este caso, a esas personas que no están ni paradas ni empleadas. La actividad de ese fondo de garantía en la provincia se ha multiplicado por cinco en los últimos cinco años.

La mayoría, indemnizaciones

De los 4,7 millones destinados en Tarragona en 2007, a los 22,9 del año pasado. La mayoría de ese dinero (16 millones) ha ido a parar a indemnizaciones (hace cinco años fueron 2,7 millones), mientras que el resto, 6,6 millones, ha sido para pagar salarios pendientes (en 2007 fueron también 2 millones). Los empleados que han tenido que recurrir a ese colchón –no sin trabas ni retrasos constantes– se han multiplicado por cuatro: de los 1.074 de hace cinco años, a los 4.605 de 2012. El dato más desolador es el de la cantidad de expedientes que están sin tramitar: son 3.740 en la provincia, que corresponden a 7.480 trabajadores que aún no han cobrado. Tarragona es la novena provincia de España con más expedientes sin tramitar. Más incrementos demoledores: hay seis veces más empresas que no pueden pagar (2.087 el año pasado) y seis veces más de expedientes (3.565). Ya en lo que va de año, Fogasa ha tenido que pagar a 980 tarraconenses alrededor de seis millones de euros en concepto de sueldos e indemnizaciones, lo que significa que cada día Fogasa destina unos 33.000 euros a la provincia. El montante no ha dejado de subir con la crisis tanto en la provincia como en toda España, donde el año pasado se llegó al tope de 1.500 millones. Este año ya se han desembolsado 788 millones sólo en seis meses (hasta el día 30 de junio, según el recuento más actualizado de Fogasa)