Las personas beneficiadas debían de estar más de seis meses sin trabajo y haber agotado toda clase de subsidios 

Salou, Cambrils y Vila-seca han puesto en marcha esta semana sus planes de ocupación extraordinarios que ha concedido la Generalitat. El objetivo de esta línea de ayudas es poder echar un cable a aquellas personas con más problemas, ya que los criterios de selección «fueron muy estrictos», explica el concejal de Governació de Salou, Jesús Barragán.

Los 163 trabajadores de las tres ciudades (61 en Salou, 54 en Cambrils y 48 en Vila-seca) debían cumplir estos criterios: estar en el paro; estar inscritos en el Servei d’Ocupació de Catalunya (el Inem catalán) un mínimo de 6 meses; haber agotado todas las prestaciones y subsidios públicos; y no haber estado antes en un plan de ocupación municipal.

Con estas bases, la Generalitat concedió un número de plazas en función de la demanda y el censo. Así, cada ayuntamiento supo cuántas personas podría contratar y las distribuyó en aquellas áreas que podían tener un mayor beneficio para la ciudad y también para la formación particular. El alcalde Josep Poblet, el día de la presentación, les remarcó que «tenemos que conseguir que nadie pueda decir que no foteu brot y que los vecinos se sientan orgullosos de los trabajos que haréis».

Estos planes de ocupación extraordinarios suponen una inversión de casi medio millón de euros por consistorio y el objetivo, además de rescatar a personas en situaciones límite, es la de formarlos con la finalidad de que tras seis meses contratados, el panorama laboral arroje una luz de esperanza para ellos.

La Costa Daurada

Paralelamente a las contrataciones municipales mediante planes de ocupación públicos, la comisión de trabajo del Congreso ha dado estos días las cifras de contrataciones de junio. El diputado del PSC, Joan Ruiz, ha explicado que «la Costa Daurada lidera la creación de ocupación en Tarragona. En junio, las tres ciudades firmaron un total de 3.831 contratos (1.719 en Salou; 1.002 en Cambrils ;y 1.110 en Vila-seca)».

Los contratos, la mayoría temporales, son habituales en verano, ya que están relacionados con el sector turístico, el principal motor de la Costa Daurada. Ruiz reconocía que «el dinamismo del sector en nuestro litoral es una de las garantías más sólidas para que podamos salir de la crisis antes que otras zonas de Catalunya».

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