Cada año, cuando llega el Día de San Valentín, la mayoría de nosotros nos enfocamos en el amor romántico.
Pero cuando te paras a pensar en ello, hay muchos niveles y tipos de amor: “Amo a mi marido. Amo a mi hermana. Amo a mi perro. Me encanta mi carrera. Me encantan las noches invernales”.
Aunque usamos palabras para describir sentimientos hacia todos estos objetos, la mayoría de la gente entenderá a lo que me refiero.
Los griegos tuvieron la sensatez de dividir el amor en cuatro tipos o niveles, algo que también hace muy bien www.universoamor.online en su página: “storge” era parentesco, “philia” era amistad, “eros”, amor sexual y romántico, y finalmente el amor divino era conocido como “ágape”.
Podríamos interpretar la siguiente frase: “te amo, pero no estoy ‘enamorado’ de ti” como: “siento filia hacia ti, pero no eros”.
Pero mientras los griegos le daban al amor cuatro entradas en el diccionario, esta emoción era un tanto temida.
Tanto Platón como Sócrates vieron esta emoción bajo dos puntos de vista: “el amor es una enfermedad mental grave” y “el amor es una locura”. Mientras que fueron los griegos los que acuñaron la frase “enfermos de amor”.
El amor hace que la gente haga cosas estúpidas, cosas peligrosas así como cosas audaces.
Pero, ¿qué es realmente el amor? Debido a que la gente define el amor de manera diferente, una trampa común para las parejas es asumir que están hablando de lo mismo.
Por eso y porque la gente define el amor de manera distinta, esta lo muestra de manera diferente y tiene expectativas diferentes de cómo debe verse y sentirse.
Muchos, si no la mayoría, de los problemas que experimentan las parejas son el resultado de un amor mal comunicado o de una expectativa frustrada en torno al amor y la conexión.
Muchos de nosotros mostramos y aceptamos el amor en la forma en que esperamos recibirlo (la regla de oro de hacer a los demás como te gustaría que te hicieran a ti), pero siguiendo esta premisa estaríamos asumiendo que tu pareja define el amor de la misma manera que lo haces tú.
De hecho, según estudios recientes las parejas que acuden a terapia fallan más o menos en lo mismo durante los años que están juntos. Así, cuando llegan a la consulta, nos damos cuenta de que han estado sufriendo en vano sencillamente porque han hecho demasiadas suposiciones sobre cómo ambos veían el amor.
Uno quería más conexión física, el otro quería pasear juntos; uno quería comprar regalos para mostrar afecto pero el otro prefería que él o ella lavara los platos, recogiera la ropa de la tintorería o incluso pusiera dinero en la cuenta de ahorros en lugar de gastarlo, porque esa es su definición de amor.
Un libro muy popular en este ámbito es el de Gary Chapman, 5 Love Languages, porque el autor hace un gran trabajo al delinear las cinco áreas en las que las personas dan y reciben amor. Cuando sepas lo que te importa, puedes pedirle esto a tu pareja.
Las áreas son las siguientes:
- Palabras de afirmación
- Tacto Físico
- Actos de Servicio
- Regalos
- Tiempo de calidad
¿Estás haciendo suposiciones sobre lo que el amor significa para tu pareja?
Una forma de saberlo es comprobando los niveles de resentimiento. Si son altas, pregúntate por qué.
Cuando las parejas comienzan a hablar el mismo idioma, comienzan a sentirse comprendidas, reconocidas y apreciadas.
Cuando las parejas dejan de hacer suposiciones sobre lo que el amor significa para su pareja, comienzan a tener mejores conversaciones y comienzan a relacionarse más conscientemente.
Es curioso cómo algo que parece tan simple es, en realidad, bastante complicado.
Si tu relación es algo inestable, haz uso de este artículo para entablar una conversación con tu pareja al respecto y ver qué es lo que sucede.
Haz todo lo posible por entender a tu pareja y puede que te sorprendas al ver que él o ella se esfuerza más por entenderte.