No hay nada más emocionante que participar en una partida de póker y sentir que tienes las cartas ganadoras en la mano. Posiblemente, has visto algún torneo donde la tensión puede cortarse con un cuchillo y las emociones se controlan al máximo.
Si has decidido que es hora de entrar en el mundo del póker, tienes que conocer sus bases, el lenguaje y las reglas. Cuando aprendes desde cero, hay que buscar asesoría de profesionales y observar lo que hacen jugadores más experimentados.
Poco a poco irás viendo como mejoras y cada vez te irá mejor en las mesas, logrando obtener ganancias con tu juego. Aquí te dejamos algunos consejos y tips de jugadores profesionales sobre las formas de aprender a jugar al póker desde cero.
Conoce las reglas del juego
Esto es clave para empezar con buen pie, así que te recomendamos que busques una buena página de internet con información profesional o consultes algún libro de póker. Tienes que conocer las reglas básicas, las modalidades de juego y las combinaciones de carta más valiosas.
Además, tienes que preocuparte por aprender el lenguaje que se suele utilizar en las mesas, para que entiendas lo que se habla. Hay aspectos de gran importancia, como saber el momento correcto de hacer las apuestas o cuánto debes apostar para no arriesgar todo tu bankroll en una sola mano.
Si te es posible, haz un curso formativo con un jugador profesional, que te enseñará algunos trucos y técnicas para avanzar en el juego. Además, podrás aclarar tus dudas y aprender cuáles son tus debilidades y cómo reforzarlas.
Dedica tiempo a practicar
La teoría es importante para conocer el juego, pero la única forma de aprender a jugar, es haciéndolo. Por tanto, si quieres subir tu nivel de juego, tienes que dedicar varias horas al día a practicar.
La mejor manera es ir a salas donde puedes jugar con dinero ficticio, con otros jugadores principiantes, para que no arriesgues tu dinero. Así, podrás ir aprendiendo sobre el ritmo del juego, la manera en que interactúas con tus contrincantes y si eres capaz de tomar buenas decisiones bajo presión.
Si quieres jugar al póker como pasatiempo, basta con que dediques una hora al día, hasta que te sientas más confiado para ir a partidas con dinero real. Cuando tu intención es mejorar en poco tiempo, tendrás que invertir al menos cuatro horas diarias, para ejercitar tus habilidades.
Usa la plataforma adecuada
Un error frecuente en los principiantes, es que comienzan en salas muy fuertes, con jugadores profesionales que pueden oler un novato a kilómetros. Esto hace que se decepcionen y pierdan rápidamente el dinero destinado al juego.
Los expertos de TechkTimes recomiendan empezar con una plataforma o app, que te brinde la posibilidad de empezar en partidas con dinero ficticio. De esta manera, no tendrá mayores riesgos al cometer los errores típicos de quienes están aprendiendo y luego migrar a las salas más fuertes para comprobar si el entrenamiento ha sido exitoso.
Aprende a controlar tus emociones
Una máxima del póker, es no dejarte llevar por emociones al momento de tomar decisiones durante una mano. Y es quizás lo que más cuesta aprender cuando estás empezando, debido a que sueles sentirte exaltado cuando tienes una buena mano.
Asimismo, cuando vas perdiendo, sigues intentando, creyendo que en cualquier momento habrá un cambio en tu suerte. Lo que debes recordar siempre, es que el póker es más un juego mental que de azar y las probabilidades son clave para lograr ganar una mano.
Si te dejas dominar por la emoción, muy probablemente cometerás errores que te llevarán a arriesgar o perder todo tu bankroll. Esto es algo que vas aprendiendo con la práctica, lo cual te llevará a tener un juego más sereno, donde reflexiones cada paso que das.
Conoce el fino arte de retirarte a tiempo
Si algo debes aprender de los jugadores profesionales más exitosos, es que siempre se retiran de una mano donde no ven posibilidades de ganar. Han aprendido que no vale la pena arriesgarse a perder tiempo y dinero, cuando las probabilidades de éxito son muy bajas.
Un principiante quiere morir con las botas puestas, llegando hasta el final, debido a que cree que en cualquier momento las cartas pueden voltearse a su favor. Esto casi nunca ocurre y lo que lograrás es sentir frustración al perder una y otra vez.
La mejor estrategia es analizar tus cartas, las de tus oponentes y tu posición en la mesa, para decidir si debes seguir o es mejor retirarte. Cuando terminas únicamente las manos con mayor probabilidad de tener buenos resultados, verás como tus ganancias se disparan en poco tiempo.
Analiza tu evolución
Cuando emprendes cualquier proyecto, incluido jugar al póker, tienes que estudiar tu evolución a medida que avanzas. Lo mejor es que utilices algún programa en el que lleves registro de las partidas, las veces que has ganado y has perdido.
Luego de terminar de jugar, dedica unos minutos a estudiar tus resultados y analiza las posibles causas de tu éxito o fracaso. Si lo haces de forma objetiva, sin dejarte llevar por las emociones, descubrirás rápidamente tus fallas y fortalezas.
Por ejemplo, que eres bueno cuando tienes tiempo de analizar el juego de los demás, pero que no te va también al tomar decisiones rápidas. También, que hay modalidades de póker donde tienes mejores resultados o que te descubren cuando intentas hacer un farol.