¿Dónde se hacen los mejores turrones de Bilbao?

En la calle Correo número 23 de Bilbao, justo detrás de la catedral de Santiago, los hermanos Celina y Eladio Iváñez regentan la Turronería Iváñez, un negocio con más de 150 años de historia a sus espaldas, y que ofrece los que, para muchos, están entre los mejores turrones del mundo.

Tradición turronera desde 1855

Corría el año 1855 cuando Miguel Galiana (bisabuelo de los actuales propietarios) instaló en un portal de la calle Bidebarrieta una pequeña parada en la que comercializaba los turrones que elaboraba en Jijona, que era donde tenía en su obrador.

En 1915, Julia Galiana, la hija del fundador, se casó con Eladio Iváñez Coloma, que se hizo cargo del negocio de su suegro. En aquellos tiempos, el turrón no se comercializaba en tabletas de diferentes marcas comerciales, sino que se vendía directamente al peso.

En 1953, el negocio en Bilbao se amplía y comienza a venta en el portal de la calle Correo número 12. En aquella época, era muy común que los turroneros tuvieran paradas en diferentes portales para vender sus productos.

En 1973, la familia deja definitivamente el puesto de la calle Bidebarrieta y, ya en 2013, la turronería se trasladó a su ubicación actual en la calle Correo número 23. En los bajos de un edificio singular que cuenta también con una agradable terracita y en la que se pueden degustar, además de los deliciosos turrones, helados artesanos y granizados.

Una fama que no ha parado de crecer

La familia Iváñez ha demostrado siempre una gran pasión por un dulce tan típicamente navideño como lo es el turrón. Y, como bien señala este artículo de Bilbao24Horas.com, fabrican los mejores turrones de Bilbao.

La familia es oriunda de Jijona, cuna del turrón de almendra, y siguen fabricando en esta localidad la mayor de sus especialidades. Se trata de un turrón que cuenta con sello del consejo Regulador e indicación geográfica protegida, lo que garantiza su calidad y autenticidad.

Parte del secreto de su éxito está en que la Turronería Iváñez ha sabido mantener la tradición a la hora de elaborar turrones, utilizando recetas clásicas y métodos artesanales. Así como ingredientes de la mejor calidad, con almendras cuidadosamente seleccionadas y miel de abejas locales. Esto consigue que sus turrones tengan un sabor auténtico y una textura que en ningún caso podemos apreciar en los turrones elaborados de forma industrial.

Entre sus especialidades también hay que destacar el turrón de Alicante (turrón duro), que utiliza almendras Marcona mezcladas con miel de romero, de una forma tan delicada que consigue el equilibrio perfecto entre sabor y textura.

Otro de los que más éxito tiene entre los visitantes del establecimiento de la calle Correo número 23 es el turrón de yema tradicional, elaborado con yema natural confitada y siguiendo la receta y el proceso que el fundador de la saga familiar empleaba ya en 1855.

Por su llamativo aspecto, el turrón de fruta atrae la atención de los clientes, que nada más probarlo entran en un nuevo mundo de sabores. Porque en la Turronería Iváñez lo elaboran con tres capas de frutas glaseadas mezcladas con un mazapán de elaboración artesanal.

Además de los turrones, en esta empresa familiar también se fabrican otros dulces que asociamos con la Navidad, como los mazapanes, los polvorones y los roscos de vino. Pocos son los que pueden resistirse a los perritos de mazapán hechos a mano uno a uno y con todo el cariño del mundo. Son tan bonitos que casi da pena comérselos.

Entre los productos estrella también están los pasteles de gloria, que se elaboran de manera artesanal a lo largo de la semana y hacen las delicias de los bilbaínos que tienen la suerte de pasar por allí con frecuencia y poder hacerse con algunos para tomarlos junto con un buen café.

A todo esto hay que sumarle que la Turronería Iváñez ha sabido adaptar su oferta a los nuevos tiempos. Junto a los sabores clásicos de turrones encontramos otros más actuales, así como productos sin gluten y sin lactosa que permiten que las personas con intolerancias puedan disfrutar de estos deliciosos dulces.

Tradición y modernidad se dan la mano

El secreto del éxito de esta turronería es haber mantenido una elaboración artesanal, al más puro estilo clásico y con ingredientes de primera calidad, cuando el resto se han pasado a procesos industriales. Pero también haber sido capaces de adaptarse a los nuevos tiempos con nuevos productos y explorando nuevas vías de comercialización.

No es necesario que pases por Bilbao para disfrutar de sus turrones, porque cuentan con una estupenda tienda online en la que puedes comprar todos sus productos y recibirlos cómodamente en casa.

La de la Turronería Iváñez es la historia de una saga familiar iniciada en la segunda mitad del siglo XIX y que todavía tiene mucho por decir. Al mando de Celina y Eladio, la cuarta generación, el negocio sigue manteniendo su encanto e incrementando su popularidad.

 

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