Perdonarse a uno mismo

Escrito por picrespo | 29 Nov, 2008

    Acabo de leer este artículo y por su interés lo pongo en el blog para que sea más accesible. Es breve. Si queréis hacer comentarios podremos enriquecernos mutuamente

    Perdonarse a uno mismo

    Todos sabemos que, muchas veces, perdonar es difícil. Pero quizá para algunos sea especialmente difícil perdonarse a uno mismo. Y están tristes porque no se perdonan sus propios fracasos, porque alimentan sus errores dándoles vueltas en su memoria, porque parece que se empeñan en mantener abiertas sus propias heridas.

    Son como cadenas que se ponen a sí mismos, cárceles en las que se encierran voluntariamente.A lo mejor están tristes y sienten dentro del corazón como una especie de lanzada que les amarga la existencia, porque cargan con una responsabilidad que no les corresponde, por un fracaso que no es suyo, al menos en su totalidad.

    Sucede a veces, por ejemplo, con la educación de los hijos. Unas veces se falla porque se hace mal, otras porque hay circunstancias ajenas que lo estropean sin culpa de los padres, y otras simplemente porque los hijos son libres.

    En cualquier caso, la solución nunca es dejarse consumir por la tristeza, sino rectificar en lo posible el rumbo, procurar aprender, intentar recuperar el terreno que se haya perdido, mirar al futuro con esperanza.La falta de perdón para uno mismo suele generar tristeza, y una y otra tienen su origen en el orgullo.

    Y así como el orgullo del que es simplemente vanidoso, o de quien está pagado de sí mismo, es el más corriente y menos peligroso; en cambio, pasarse la vida dando vueltas a los propios errores suele ser señal de un orgullo más refinado y destructivo.Es preciso aprender a aceptarse serenamente a uno mismo.

    Aceptarse, que nada tiene que ver con una claudicación en la inevitable lucha que siempre acompaña a toda vida bien planteada, sino que es encontrar un sensato equilibrio entre exigirse y comprenderse a uno mismo.

    Conociéndose un poco es fácil saber cómo hacer frente a esos desánimos que acompañan a los propios errores y fracasos. Son instantes de hundimiento y de desazón, bajones de ánimo que pretenden ganarnos la partida de la vida.

    Conviene pararse a pensar en las razones que los producen. A veces nos avergonzará ver cómo pueden desanimarnos contratiempos tan tontos; cómo cosas de tan poca importancia pueden hacernos pasar de la euforia al abatimiento, o viceversa, de forma tan rápida.

    Para superarlos, conviene hacer un esfuerzo de reflexión, un serio intento para ser objetivo, para ver cómo alejar esas sombras de pesimismo que asaltan inadvertidamente a todos y que tantas veces no dejan ver la cara soleada de la vida.

    A. Aguiló


2 comentarios & 0 Retroenlaces de "Perdonarse a uno mismo"

    creo que perdonar a otros es mas sencillo que perdonarse a uno mismo.
    Para perdonar podemos encontrar razones que justifiquen el agravio porque desconocemos el grado de malicia que hubo en la persona que no dañó; pero perdonarse a uno mismo, entendiendo que en este perdonarse no quiere decir justificarse sino todo lo contario. Requiere primero reconocer el error, la maldad , la fragilidad que hay en nosotros, destruir nuestro propio ídolo y rectificar sin dejar de amarnos. Fina

    Escrito por josefina 04 Dic 2008, 00:28
     

    El amor se mide por el grado de perdón. Si no sabemos perdonarnos nunca nos encontaremos bien con nosotros mismo y por lo tanto no podremos amarmos ni amar a los demás.

    Escrito por M Jose 04 Dic 2008, 00:43
     















El masculino de gata: