Víctor García G. Estanillo el Brasileño

  

          Mi agradecimiento a los periódicos,

          Faro de Vigo,

          La Opinión de la Coruña,

          La Nueva España de Asturias,        

 

 

 

Dicen que tarde o temprano  acaba el hombre encontrándose con sus recuerdos,  seguramente cosa de viejos y gente desocupada,  y es el caso, que a mí los que más me duelen son los que no tengo,  recuerdos de un padre que me arrebataron a los ocho años, una maldita guerra que nunca tuvo que haber sido, y los puros ideales comunistas que mi padre jamás traicionó. Seguramente no convenían a los altos dirigentes del partido de aquellos momento, que seguían las órdenes de Moscú, los mismos que años después firmaron la Constitución y por tal hecho hoy  son considerandos "sus padres" y valedores de nuestra concordia. 

 

Se puede aniquilar una nación en nombre de la defensa de la Patria, se puede acabar con un pueblo en nombre de la paz, pero el matar a un hombre, siempre fue, es y será un crimen. Crimen el de Víctor García García, que nunca fue explicado, ni por Rojos, ni por Azules, intentando enterrarlo en el pozo del olvido. Por un solo motivo, las ansias de poder  político y personal de unos, y la vergüenza de muchos. Y es que las nuevas tendencias actuales apuntan a que los que fallan son los individuos, jamás una idea, un grupo o un partido, en el caso de Víctor García, y supongo que el de otros muchos, no tan solo nadie parece responsable, si no que además, se tapa y se calla.

 

Supongo que en una guerra, hay mucho “cieno” que ocultar.  Morir en el frente o fusilado por el enemigo, puede hasta “parecer” un honor, pero asesinar de noche y por la espalda a un compañero, es siempre una vergüenza, en este caso tanto del que lo hizo como del que lo ordenó.   

                J.Serra

  

    

      María de los Angeles Fernandez Roces Vda. de Víctor García "El Brasileño"

      con su hijo Victor 

 

 

                                               RECUERDOS

Me duelen los recuerdos, padre, Por más que busco, no encuentro Ni de tu mano la caricia, padre, Ni de tus labios beso. Busco por los rincones tu imagen, Junto a mi madre, en invierno, Los dos en la chimenea, Charlando al amor del fuego. Esta vacía la casa, padre, Y me duelen los recuerdos No estas junto a mi cama, Para velar mis sueños. En ellos busco tu cara Cara que apenas recuerdo, Busco tus juegos conmigo, Busco tu sabio consejo, Busco tus ojos padre Para mirarme en ellos. Que un criminal robó A este niño los recuerdos, Por eso me duelen padre, Me duelen los que no tengo.

Y veo a mi pobre madre Siempre con miedo durmiendo, Por si viene el falangista A perturbar el sueño. La veo vendiendo panes Por las calles de Langreo Para ganar las migajas Que nosotros comeremos Que pronto la dejaste viuda Con un "guaje" muy pequeño, Hacer de mi un hombre Fue su meta y su anhelo. Tu padre "ye mas listu" Me decía sonriendo Y después con ternura    Me daba siempre un beso  Que de mi madre la lagrima Lo mismo que el sentimiento Siempre, siempre padre, Se lo quedo dentro. Que un criminal robó A este niño los recuerdos Por eso también padre, Me duelen los que conservo   J.Serra