Qué hace que unos diamantes sean más caros que otros

Cuando queremos comprar joyería, la primera imagen que se nos viene a la mente son los bellos y siempre únicos anillos de diamantes, o cualquier joya con contenga esta piedra preciosa. La verdad es que, alrededor del mundo, muchas personas disfrutan realizando este tipo de gastos. Y es que los diamantes son bastante costosos, debido a que la roca debe atravesar diferentes procesos hasta alcanzar las condiciones perfectas.

Todos estos procesos se deben sumar al precio final, lo cual eleva su valor considerablemente. No todos recuerdan que la historia de un diamante, hasta convertirse en joya, se remonta a las minas, luego pasa por el corte y pulido para alcanzar el resultado que todos conocemos.

Por otro lado, no todos los diamantes que existe son costosos. Algunas de estas piedras vienen con defectos e imperfecciones, las cuales se vendes por precios relativamente más bajos que sus contrapartes sin fallas. Los denominados diamantes de baja calidad, se suelen utilizar, por ejemplo, en la realización de herramientas, por lo cual cuentan con un valor, aunque sea mínimo en comparación.

Imperfecciones en los diamantes

Una de las principales razones, por no decir la principal, por la cual los diamantes valen menos que otros es debido a las imperfecciones que algunos de ellos presentan. Una de ellas, por ejemplo, es la contusión. Con ello nos referimos a un pequeño impacto o golpe en la superficie de la piedra, el cual pueda crear líneas muy parecidas a raíces diminutas en el interior del diamante. Una pequeña contusión puede marcar toda la diferencia entre un diamante de calidad o uno de calidad inferior.

Por otro lado, es muy común que los diamantes de baja calidad presente algún tipo de abolladura. Esta es una abertura en ángulo en la superficie del diamante, la cual se crea en el lugar donde se rompió parte de una pluma. Cuando una joya de este tipo presenta altos grados de claridad, la verdad es que resulta casi imposible ver a simple vista.

Otra de las imperfecciones más comunes se denomina fragmento. Esta es una abertura superficial producida por el proceso de corte o por el daño de la superficie de la piedra. Cuando un fragmento es grande, puede causar una considerable pérdida de valor. Los diamantes con alto grado de claridad presentan un fragmento que es imposible de ver a simple vista.

Cuando hablamos de diamantes de baja calidad, como puedes ver, nos referimos a aquellos que presentan una o varias de estas imperfecciones. Una de las más comunes, por ejemplo, es la nube, que no son más que un grupo de puntos diminutos que se encuentran en el interior del diamante. Al ser el diamante de calidad, leemos aquí, es difícil ver la nube en su interior, solamente con una ampliación puede visualizarse.

A veces, se presenta una pequeña cantidad de mineral, diamante u otras sustancias que se pueden ver fácilmente en el interior del diamante. Esta puede variar de tamaño, forma e incluso color, y en algunos casos se extiende por toda la piedra. La pluma es otro de los términos que se utiliza al hablar de diamantes de poca calidad, y se refiere a la fractura o fisura de la roca, la cual se extiende por la superficie.

En los diamantes de alta calidad, la pluma no suele verse a simple vista, en muchos casos ni siquiera una ampliación de 10 veces logra hacerla visible. Por lo tanto, se hace patente que para denominar a un diamante de buena calidad, debe pasar por una gran cantidad de procesos, evaluaciones, visualizaciones y exámenes. Una piedra de gran valor es, simplemente, perfecta en todos los aspectos.

 

Aquesta entrada ha esta publicada en General. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent.