Zacarías Henar

23 Gen, 2010


MENOS AUTORITARISMO I MÁS AUTORIDAD, SR. GRANADOS

Articles sobre Salou — Publicat per zacarias @ 18:58

El debate sobre las características del poder político es tan antiguo como la humanidad. Ya en la Grecia clásica se inició una distinción que ha perdurado hasta nuestros días. Se trata de la diferencia existente entre poder y autoridad.

 

El poder, (“potestas” para los clásicos), es la capacidad que tiene un órgano social, colectivo o personal, para hacer cumplir sus decisiones. Inicialmente se creía que el poder emanaba de un ser supremo, llámese como se llame, pero la Revolución Francesa puso patas arriba esta concepción  y impuso la creencia general de que el poder emanaba directamente del pueblo. Esta es, en la actualidad, la esencia de los sistemas democráticos cuyo fundamento está en el respeto a la dignidad de los demás, a la libertad de pensamiento y al pluralismo ideológico, cultural i social de los ciudadanos.

La autoridad, conocida en la concepción clásica del término como “autoritas”, a diferencia del poder, no emana de ninguna fuente externa. Es una cualidad en sí y por sí misma que emana directamente de la persona que la tiene. La autoridad es esencialmente reconocimiento de los otros, por que tienen necesidad de reconocerla y por que consideran que aquella es la persona concreta que la posee. La autoridad es esencialmente un concepto moral. Mientras que el poder vence, la autoridad convence.

  

En los sistemas democráticos, la persona que ocupa el  primer lugar de la lista que gana las elecciones y puede formar gobierno, queda revestido en el acto institucional de su nombramiento como alcalde o presidente, de “potestas”, es decir de poder. La “autoritas”, o autoridad, le viene del reconocimiento que los ciudadanos le han hecho, al votarlo mayoritariamente, como la persona adecuada para ostentar aquella responsabilidad política. Es por eso que, en democracia, los gobiernos funcionan mejor cuanto mayor es el equilibrio en que poseen ambas cualidades, poder y autoridad, ya que mientras el poder se mantiene inalterable a lo largo de la legislatura, la autoridad debe ganársela el gobierno cada día, en sintonía con el sentir mayoritario de sus conciudadanos, de ahí que, cuando se pierde la autoridad, el frío ejercicio del poder se convierte en autoritarismo.

  

Pues bien, en nuestro municipio, Salou, el Sr. Granados, nunca ha encabezado ninguna lista electoral i, como es sabido, es alcalde como consecuencia de una triquiñuela en forma de moción de censura que fue posible gracias a la complicidad traicionera del Sr. Montagut. El Sr. Granados, en la moción de censura del día 21 de abril, obtuvo el poder, pero no se ganó la autoridad. Él es consciente de ellos y por eso  intenta, sobre todo ante los medios de comunicación, aparecer como una persona dialogante y favorecedora de consensos. Pero esa terrible y inevitable limitación de su investidura como alcalde, le acompaña desgraciadamente en su gestión, haciéndose cada día que pasa más grande la brecha existente entre autoridad y poder en su forma de dirigir el gobierno municipal porque, en el fondo, no cree en los valores esenciales de la democracia como son el pluralismo y el respeto a las diferencias. Y para muestra, su desgraciada actuación en el Pleno Municipal del día 16 de diciembre en el momento de procederse a la votación de una moción presentada por los grupos de la oposición en la que se instaba al gobierno municipal a proveer, por los mecanismos de oposición o concurso oposición como marca la ley, el puesto de trabajo que, provisionalmente y en comisión de servicios, ocupa la esposa del regidor Sr. Marc Montagut. Al ir a iniciarse la votación, y habiendo, un servidor, pedido la palabra por una cuestión de procedimiento, el Sr. Granados se negó una y otra vez a concederme el uso de la misma en un duro enfrentamiento verbal. Solo mi insistente “tozudería”, sin duda proveniente de mis raíces aragonesas que con tanto orgullo llevo, consiguió finalmente permitir mi intervención. ¿Y cuál era el contenido de la misma ?. Sencillamente la exigencia del cumplimiento de la ley que impide que los concejales podamos intervenir en votaciones en que tengamos interés personal en el asunto, parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad o el segundo de afinidad con los interesados, o amistad o enemistad manifiesta, entre otras causas de abstención, y, por lo tanto, la petición de que el Sr. Montagut se abstuviera en la votación al tratarse de un asunto que afectaba directamente a su esposa, cosa que, finalmente, conseguimos.

  

Pero si lamentable fue la intervención del Sr. Alcalde, no menos lo fue la del Secretario del pleno, Sr. Alijo, en esta cuestión, pues, quizás influenciado por la crispación del momento, quizás por miedo al Sr. Granados, si bien reconoció la conveniencia de la abstención, vino a decir que otras veces se habían dado casos similares sin que nadie se abstuviera y que, por lo tanto, el Sr. Montagut hiciese lo que quisiera. Mayor falta de seriedad y rigor de un funcionario habilitado nacional, que tiene la responsabilidad del asesoramiento legal preceptivo a la corporación municipal y que ha jurado cumplir y hacer cumplir las leyes, es inconcebible.

La  deriva creciente hacia el autoritarismo por parte del Sr. Granados, cada vez más patente en sus intervenciones, en sus más mínimos gestos, en el tono de su voz, hace imposible la normalización del clima político de Salou por necesaria que sea para nuestro desarrollo económico y social. En este contexto político, los y las socialistas, no permitiremos limitación alguna a aquello que es el  oxígeno de una sociedad democrática: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. 

  

Zacarías Henar Moros

Secretario de Política Municipal de la Ejecutiva del PSC de Salou 

Salou, 15 de gener de 2010  

 

Publicat a La Vila 

Comentaris

  1. M'ha agradat molt la dissertació relativa a la distinció entre autoritat i poder...ara, davant el cas que expliques, és a dir, l'exemplificació pràctica...em ve al cap una frase, que vindria a ser allò de "margaritas para los cerdos",...em sembla que al teu Ajuntament, el partit governant destaca per la falta de cultura i, potser encara més important, de sensibilitat democràtica... entre moltes altres coses...suposo que us correspon a la oposició seguir lluitant pel respecte de les regles democràtiques, tot esperant que al vostre municipi, l'electorat us otorgui de nou l'autoritat per representar-lo, i els autoritaris se'n vagin amb els porcs de les margarites, que jo diria que és el lloc que els hi correspon...

    Publicat per J.C. — 26 Gen 2010, 21:44


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