Ágora: Hypatia

Escrito por picrespo | 22 Oct, 2009

    Artículo: Desmontando «Ágora» e Hypatia


    «Ágora: Hypatia» (I)

    El cine es un maravilloso medio para contar la Historia, pero tiene sus limitaciones: a veces, las ambiciones excesivas pasan factura. Los realizadores de «El Código da Vinci» pretendieron convertir a Magdalena en diosa y se pasaron. Amenábar pretende, nada más y nada menos, contar una historia a partir de la cual «el mundo cambió para siempre». Y se ha vuelto a pasar cuatro pueblos más. La película tiene tantos mensajes ideológicos que es imposible meterlos en dos horas y, al mismo tiempo, mantener un ritmo entretenido, interesante y espectacular.

    El cine requiere medir las secuencias, los silencios, los tránsitos y, sobre todo, un guión que mantenga la atención del espectador. Es una pena, porque la película contaba con todos los mimbres: un gran director, una generosa producción, una preciosa actriz, un maravilloso decorado y una perfecta ambientación. Pero lo que pretenden es inyectar en una pastilla los siguientes mensajes: primero, que las religiones generan odio y violencia. Segundo, que el cristianismo es la más talibán de todas y la que empezó. Tercero, que existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión. Cuarto, que el cristianismo al principio fue misericordioso, pero la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas. Y, sobre todo, hay dos mensajes más que son especialmente queridos por la película y por toda la explosión de libros y propaganda que estos días se vienen haciendo: el cristianismo es la causa de la caída del Imperio Romano y de la desaparición de la sabiduría grecolatina. Además, es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre. En fin, Alejandría e Hipatia son el símbolo de una civilización grecorromana basada en la filosofía, la ciencia y la libertad, hasta que llegó el cristianismo y comenzó la oscura Edad Media. Demasiado para una sola película. Y la cosa continúa porque, según declara el director, «es increíble cómo se parece a la situación actual».

    ¿Es casualidad que desde julio hasta el estreno de la película se hayan publicado más de cuatro biografías sobre Hipatia, paradigma de las cuales es la de Clelia Martínez Maza, financiada por la Dirección General de Ciencia y Tecnología? Más de 10 novelas, ejemplo de las cuales es la escrita por el hermano de Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, además de multitud de estudios de historia sobre la época. Y todo ello con el mismo mensaje. Que todo salga al mismo tiempo no puede ser casualidad. Una vez más, nos encontramos con un ataque ideológico perfectamente orquestado, del cual, por cierto, Amenábar suele ser pistoletazo de salida, como lo fue en el caso de «Mar adentro» con la eutanasia.

    Ahora la cosa va directamente contra la religión y particularmente contra el cristianismo. Lo malo de la trama que cuenta la película es que es mentira desde el principio hasta el final. Forma parte de la estrategia de reescribir la Historia a la que es tan aficionada nuestra izquierda. Hipatia no fue asesinada siendo una joven tan hermosa como Rachel Weisz, de 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61. No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película se empeñen terca y cansadamente, atribuyéndole haberse adelantado a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa» platónica, en palabras del obispo cristiano Sinesio de Cirene –única fuente coetánea que se conserva sobre ella–, a la que llama en sus cartas «madre, hermana, maestra, benefactora mía». El citado obispo, a quien en la película se le hace traidor y cómplice en el asesinato de la filósofa, murió dos años antes que ella, así que es imposible que tuviera nada que ver con su muerte. Ella fue virgen hasta el final, pero no vivió la castidad como ha dicho la protagonista, que se ha declarado feminista radical, «para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación». Lo hizo porque, coherente con su filosofía, ejercía la Sofrosine, es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes entendidas como el control de los instintos y las pasiones.

    Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni ésta fue destruida por los talibanes cristianos. La biblioteca fue incendiada por Julio César, saqueada junto con el resto de la ciudad por Aureliano en el año 273, y rematada por Diocleciano en 297. Es verdad que en el año 391 fue destruido lo que quedaba del templo del Serapeo después de la destrucción por los judíos en tiempos de Trajano, y también el repaso que le pegó Diocleciano, quien, para conmemorar la hazaña, puso allí su gran columna, razón por la cual los cristianos lo destruyeron, ya que él era el símbolo de las persecuciones que sufrieron durante trescientos años. Pero lo que allí quedaba de la biblioteca era tanto como lo que restaba en otros sitios. El paganismo siguió existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes. Y el neoplatonismo siguió floreciendo, hasta que lo recuperó el renacimiento cristiano. Por cierto, que yo sepa, su más brillante exponente se llamaba San Agustín, coetáneo de Hipatia.

    «Ágora: Cirilo» (y II)

    La historia de Hipatia ha sido objeto de manipulación por todas las tendencias ideológicas, desde la Ilustración hasta el feminismo radical más reciente. Para algunos, como Voltaire, «desde la muerte de Hipatia hasta la Ilustración, Europa está sumida en la oscuridad; la Ilustración, al rebelarse contra la autoridad de la Iglesia, la revelación y los dogmas, vuelve a abrir la iluminación de la razón». En la última versión feminista de Úrsula Molinaro, Hipatia es la campeona del amor libre, a pesar de que en realidad era virgen. La conclusión es que de la verdadera historia de Hipatia se pasa a la leyenda de Hipatia, que se convierte en la leyenda del Crimen de Alejandría, cuyo protagonista principal es el obispo Cirilo.

    La película de Amenábar recoge casi todos los ingredientes de esta leyenda: Hipatia es símbolo de mujer libre que representa el fin de la cultura grecolatina y el comienzo del oscurantismo cristiano, asesinada por unos fanáticos talibanes cristianos al mando del obispo Cirilo. ¿De dónde surge esta leyenda? El primero que narró el crimen fue Sócrates Escolástico en el siglo V, un letrado al servicio del patriarca de Constantinopla Néstorio, enemigo del patriarca de Alejandría Cirilo. Pero la atribución directa a este último de la autoría del asesinato fue cosa del escritor pagano Damascio, que escribió la «Vida de Isidoro», que es una apología del paganismo durante el final del siglo V y principios del VI.

    No obstante, la auténtica leyenda surge con la obra de John Toland en 1720. Éste era un irlandés, hijo ilegítimo de un sacerdote católico, que se hizo protestante y posteriormente activo militante del ateísmo en la Gran Logia de Londres. Después vino Voltaire; después, el historiador Edward Gibbon, quien, para argumentar su tesis acerca de que el cristianismo es la causa interna de la decadencia del Imperio Romano, utiliza la leyenda de Hipatia y declara a Cirilo responsable de todos los conflictos que estallaron en Alejandría en el siglo V. Más tarde llegarán las versiones románticas de Leconte de Lisle y otros, y finalmente el feminismo radical, para el que Hipatia fue la primera mártir de la misoginia propia del cristianismo. Todos los autores citados, y alguno más, tienen una cosa en común: son masones reconocidos.

    Una de las grandes mentiras de la historia que se quiere propagar es que la mujer fue libre en Grecia y en Roma hasta que llegó el cristianismo y la sometió la sujeción del hombre; a esta idea también contribuye la película. Lo cierto es que en Grecia la mujer era considerada una cosa más de la casa, y en Roma, no era una «sui iuris», es decir, titular de derechos, sino que era considerada «capiti diminutio», como un niño o un incapacitado y, por tanto, estaba sometida a la tutela o la «manus» del padre o del marido. Por el contrario, fue el cristianismo el que consideró al hombre y a la mujer iguales en naturaleza, pues ambos son hijos de Dios y hermanos en Cristo; y prueba de ello es que las primeras manifestaciones de mujeres libres autodeterminándose, pese a la voluntad de sus padres o del estado, fueron las primeras mártires cristianas víctimas de las persecuciones romanas, tales como Inés Ágata o Cecilia. Y precisamente la explicación fundamental en torno al odio a Cirilo está en esta cuestión. Independientemente de que la carta de San Pablo a Timoteo no refleja precisamente una visión emancipada de la mujer, no es creíble que Cirilo la impusiera como literalidad a cumplir, porque es precisamente Cirilo quien más ha exaltado en la historia de la humanidad la condición femenina, pues a él se debe la expresión «Theotokos», palabra griega que significa madre de Dios.

    El personaje del que hablamos, al que la película presenta con caracteres parecidos a Bin Laden para luego dejar en letras la explicación de que a ese «energúmeno» que ustedes han visto la Iglesia católica lo hizo Santo y León XIII lo declaró doctor de la Iglesia, efectivamente es San Cirilo de Alejandría. Él fue el que derrotó a la herejía Nestoriana en el Concilio de Éfeso del 431. En esencia, la disputa consistía en si María era madre de Cristo o madre de Dios. De la respuesta a esta cuestión surge algo muy importante: la doble naturaleza divina y humana en una persona llamada Cristo. Cirilo consiguió que se convocase un concilio en Éfeso, puesto que era el lugar donde vivió sus últimos años la Virgen María, y logró que la Iglesia declarase el primer dogma mariano de la historia: María, Madre de Dios. Hasta aquel momento nadie en la historia había conseguido colocar a un ser humano mujer por encima de cualquier hombre. Éste es el personaje que en el fondo persigue la leyenda de Hipatia; curiosamente, Beltrand Rusell comienza su «Historia del pensamiento occidental» con una irónica semblanza de San Cirilo diciendo: «El motivo principal de su fama es el linchamiento de Hipatia». Todo esto huele excesivamente a podrido.

    Jesús TRILLO FIGUEROA (Abogado del Estado)
    Diario La Razón


58 comentarios & 0 Retroenlaces de "Ágora: Hypatia"

    Me pregunto a mí mismo: ¿En qué momento he dicho aquí que la Verdad no exista? ¿Será eso verdad? Yo fui aprendiendo que las religiones no me merecen el menor respeto. Sin embargo la persona como ser sensible y pensante merece todo mi respeto. Aún la misma sociedad pensante y sensible es digna de todo mi respeto. Pero he aprendido que el prejuicio, la ignorancia y el privilegio buscan divinizarse imponiéndose en la mente humana a través del miedo, y la gran falsedad de que la Verdad cabe en el dicurso de unos cuantos, en tal o cual libro, en tal o cual doctrina, y no por ello se concluya que para mí la Verdad no exista. Eso es lo difícil para la persona y cualquier comunidad que busca la Verdad no como algo definitivo, sino como el proceso de una marcha que la compromete con el futuro. Imaginemos a un judío frente a un Jesús que según el NT se proclama así mismo el Camino, la Verdad y la Vida. Puede que crea eso pero también está en libertad de no creer en ello y permanecer judío. Y sin embargo lo que enriquece a la humanidad es el respeto entre el que cree, el que cree de otro modo y el que no cree. La ciencia como actividad liberadora ha aportado mucho en la búsqueda de respuestas y planteo de preguntas.

    Escrito por Zenón 13 Ene 2010, 07:06
     

    Amigo Zenon, la verdad se busca como algo definitivo, o lo que se está buscando es otra cosa. Hablar de la verdad supone aceptar la existencia de una realidad que se nos impone -ella misma- como superior a nosotros; no es una creación nuestra, sino un descubrimiento

    Escrito por txomin 14 Ene 2010, 20:12
     

    Creo que es posible irse con la ilusión de que la Verdad es aquello definitivo y lo más grave es cuando se cree haberla descubierto o que alguien muy superior y por pura bondad nos la revela. Porque empieza la gran labor de convenecer al otro, de sospechar de quien cusetiona aquello que hemos aceptado como Verdadero y luego nos por callarlo, por decir cuan errado está por no aceptar lo que nostros aceptamos como Verdad. Ese es el mensaje de la película Ágora, pienso yo; hasta donde nos permitimos buscar la Verdad y hasta donde divinizamos la ignorancia por no aceptar que la Verdad no es definitiva sino que acompaña al que se mantiene lúcido y vivo cada día para aprender lo cada día nos trae. No quiero decir con ello que se deba ir como entre el aire. Sino con los pies bien firmes en una Tierra que sin embargo se mueve.

    Escrito por Zenón 15 Ene 2010, 05:53
     

    Zenón y Txomin: veo que seguís preocupados en hablar de la Verdad. Me parece super interesante siempre que estemos abiertos a escuchar al otro con ganas de entenderlo pues sino la cosa acaba como siempre: discusiones sin ánimo de sacar un provecho,cosa que es poco enriquecedora, aunque cada uno hace lo que le place y eso es muy respetable. Ánimo con el tema que dá para mucho.

    Escrito por picrespo 15 Ene 2010, 09:06
     

    Estimado Zenon, me parece que te contradices o que no tienes un concepto unívoco de la palabra verdad. Una persona coherente intenta mostrar y mostrarse con argumentos que cree o no cree en algo. La inteligencia pide lógica, tanto para afirmar como para negar

    Escrito por txomin 15 Ene 2010, 20:12
     

    Txomin: me gustan tus comentarios tan coherentes y filosóficos. Gracias

    Escrito por picrespo 16 Ene 2010, 06:58
     

    Si entendemos religión como seguimiento de unas ideas, de unas prácticas, de unas creencias, el no creer en ninguna religión es también una religión con ideas, prácticas y creencias diferentes.
    Claro que en vez de llamar a todo eso religión podríanmos llamrlo "modo de entender la vida e interpretarla", o "mi fe", o "mi pensamiento"; al fin y al cabo, es todo lo mismo en un creyente y en el que no cree.
    La mayor diferencia que puede haber entre unos y otros es la tolerancia y el respeto hacia los que piensan distinto (esto, desgraciadamente no es ninguna máxima irrenunciable para muchas personas)

    Escrito por Jaca 16 Ene 2010, 12:34
     

    Jaca: estoy completamente de acuerdo. Los que no tienen fe, profesan otra religión pues acaban creyendo en otras cosas

    Escrito por picrespo 17 Ene 2010, 04:58
     

    Yo me disculpo de exponer aquí mi punto de vista. Deseando lo mejor de la vida a todos vosotros me despido.

    Escrito por Zenón 20 Ene 2010, 08:34
     

    Zenón te echaremos en falta en este blog, siempre que quieras volver por aqui o por el nuevo blog que he empezado, de hecho este apenas entro ya, serás bienvenido. Hasta siempre

    Escrito por picrespo 21 Ene 2010, 09:43
     

    Te felicito picrespo ampliamente por la idea de este blog y su excelente funcionamiento que nos permite dialogar entre personas distintas de pensamiento. Es una lástima que Zenón se despida pero a mí me simpatizó mucho su opinión porque concuerdo con la idea de que las "grandes" y "eternas verdades" no son sino construcciones mentales, eso sí muy lógicas, pero creadas por grupos de poder para servir a sus intereses específicos que justifiquen ante todo su poder sobre los demás. No hay tales "verdades" eternas (para mí).Personas como Hypatia y Galileo en el terreno de la Ciencia lo demostraron- Sin embargo uno es capaz de descubrir y vivir pequeñas y humildes verdades que le permiten a uno dar el siguiente paso de forma conciente y reponsable como aquellas pequeñas verdades que se cantan en los evangelios. Saber que el reino de los cielos es como la semilla más pequeña. O las pequeñas bienaventuranzas del sermón de la montaña. Hoy que el dolor y el odio se extienden de forma brutal y sorda y quien se cree poseedor o conocedor de grandes verdades no le importa juzgar al otro de tal o cual modo. Así digo porque en algunos paíes donde he trabajado se trata a la mujer con verdaero despotismo justificado en la religión y la moral como es el caso del aborto. Se señala a la mujer que así procede como una asesina. Y no se quiere ver que es un sociedad la que tiene sometida a la mujer en el miedo y la ignorancia. Es la sociedad la que promueve la amenaza de vida desde su concepción y no la mujer en concreto- Tal vez me equivoque. Pero si es muy humano creer es más sublime dudar y aún más aceptar la propia ignoracia.

    Escrito por Inecita 22 Ene 2010, 23:17
     

    Hola Inecita, me alegro de verte por aqui. Ya le decía a Zenón que este blog apenas lo utilizo ya. Si quieres venir al nuevo que he empezado me encantará leerte. te dejo la dirección: http://unagotamaritima.blogspot.com/
    Respecto a lo que comentas: que para ti no hay verdades me da la impresión de que afirmas eso con el convencimiento de que eso es verdad por tanto ya estás hablando de "verdades". Estoy muy de acuerdo con tus ultimas palabras sobre la duda y la ignorancia, lo que no me da la impresión de que sea incompatible con poder salir tanto de una como de otra, precisamente quién duda puede salir de su duda lo mismo diríamos de la ignorancia. Creo posible que quién duda acbae por creer o por salir de su no-saber. ¿No te parece?
    Gracias por tu aportación

    Escrito por picrespo 25 Ene 2010, 20:03
     

    Inecita, si como dices es sublime aceptar la propia ignorancia, te diría que aún lo es más asumirme que no se puede hablar de lo que se ignora. Estudia a Galileo y verás como él defendía la existencia de verdades eternas

    Escrito por Txomin 28 Ene 2010, 08:56
     

    Hola Txomin: lo que me gusta de este blog es que cada uno con sus ideas nos dáis ideas para pensar. Miraré lo que dices de Galileo pues creo que el pobre tiene una prensa que no corresponde con lo que realmente fue.

    Escrito por picrespo 28 Ene 2010, 16:08
     

    Saludos a todas y a todos. Buscando información sobre la película Agra dí con este blog que me pareció muy interesante. De hecho algunas ideas las trato de entender para exponerlas en clase. Gracias.

    Escrito por Yolanda Zepeda 03 Feb 2010, 02:31
     

    Hola Yolanda, gracias por tu intervención. Cuándo quieras te espero en el nuevo blog que he abierto:
    http://unagotamaritima.blogspot.com/

    Escrito por picrespo 04 Feb 2010, 08:31
     

    Jaca, si hubieras vivido en el año 300 o en la oscura edad media no dirias eso. Lo que pasa es que la iglesia católica no tiene poder alguno ahora.

    Escrito por Luis 01 Jul 2010, 08:52
     

    Hola Luis, agradezco tu intervención que no he visto hasta hoy, ya que este blog apenas lo utilizo.
    Es difícil saber que pensaríamos cualquiera si hubiéramos vivido en otra época. Seguramente seríamos un poco más profundos o tendriamos otros ideales...

    Escrito por picrespo 29 Jul 2010, 16:39
     
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