PATRIMONI HISTORIC i ARTISTIC

15 Nov, 2006


México. Hallazgos en cueva La Morita corroboran presencia prehispánica en Nuevo León -[terraeantiqvae]

noticies del mon - — Publicat per josep.m @ 19:12
Cerca de 28 mil restos de lítica, hueso y concha, algunos de ellos con una antigüedad de 12 mil años, confirman la presencia prehispánica en territorios del estado de Nuevo León, y ponen fin a la idea de que se trataba de un lugar inhóspito donde sólo habitaban salvajes sin ningún tipo de cultura.
Para el arqueólogo Moisés Valadés destacó que la evidencia documental y arqueológica permite reconocer qué territorios de esa entidad estuvieron ocupados por indígenas que subsistieron de la caza, la pesca y la recolección de vegetales y animales, hasta su desaparición total, a fines del siglo XIX.
El especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Nuevo León, recordó que la cueva La Morita se localiza a 100 kilómetros de la ciudad de Monterrey, entre las poblaciones de Villaldama y Sabinas Hidalgo, al norte de Nuevo León, al pie de un cerro con un alto frente rocoso, oquedades y covachas.

Para ubicar los restos, expuso, se ascienden unos 30 metros hasta la caverna de origen cárstico, la cual tiene dos entradas principales que acceden a una cámara en algunos puntos considerablemente reducida y oscura.
De las excavaciones, explicó, se presume que a nivel regional este sitio debió ser estratégico para la residencia temporal de cazadores recolectores, quienes encontraron un lugar propicio para satisfacer sus necesidades, a través de mitos, creencias y ceremonias celebradas con grupos de cosmovisión similar.
Dentro de los vestigios que indican la presencia de las primeras ocupaciones, en una quinta capa se encontraron lascas retocadas en asociación a restos óseos de animal, en especial dos piezas molares de equus americano, que además sobresalen por su localización entre las cenizas de lo que probablemente fue un fogón u hoguera.
"Este hallazgo es importante porque es la primera vez que se encuentra fauna pleistocénica en asociación directa a materiales culturales en Nuevo León y a reserva de los resultados que arrojen las muestras de radiocarbono, prolongan de manera relativa las ocupaciones humanas hasta finales del Pleistoceno", abundó.
Valadés recordó que como parte de los trabajos de prospección realizados en 2002, se registraron y catalogaron 160 nuevos sitios arqueológicos en la entidad; 87 de ellos localizados en bajadas, planicies y abanicos aluviales, y 73 sobre laderas, cimas, frentes rocosos, cuevas y abrigos rocosos.
Del total de ocupaciones, acotó, el sitio La Morita destacó porque en superficie parecía contener sedimentación suficiente para practicar excavaciones. Sigue.
Hallazgos/dos/excavaciones.
Además, por su similitud con el abrigo rocoso Cueva Ahumada, donde entre 1997 y 1998 se rescataron numerosos artefactos líticos, ornamentos, objetos de hueso y concha y restos de una inhumación, fragmentos óseos humanos y restos botánicos, cuyo fechamiento ubicó las primeras ocupaciones del sitio en alrededor de seis mil años.
A la fecha, agregó, se han registrado casi mil sitios que en su mayoría se distribuyen en zonas a cielo abierto, pero en todos los casos donde se han practicado excavaciones estratigráficas, regularmente presentan muy baja densidad de materiales.
Esta condición se asume como una tendencia de distribución espacial normal, vinculada a la alta movilidad de las sociedades de cazadores recolectores, dado que al no existir barreras naturales, cada grupo tenía la posibilidad de emplazar su campamento en el lugar que mejor se adaptaba.
Ello dejó como resultado que la distribución de los materiales quedara sujeta a los distintos procesos naturales y culturales que forman los contextos arqueológicos.
Dura nte las temporadas 2003 y 2004, detalló, se excavó la cámara principal de la cueva, teniendo como resultado 19 unidades estratigráficas con 27 mil 865 restos que en porcentaje superior al 91 por ciento fueron líticos, 8.0 de hueso y concha y menos del uno por ciento, objetos varios que incluyen restos contemporáneos procedentes de los estratos superiores distribuidos en cinco capas.
De este voluminoso inventario destacan puntas de proyectil y herramientas cuya morfología, en comparación con tipologías de áreas vecinas, permite proponer que las primeras ocupaciones se remontan a finales del período Paleoindio y se prolongan hasta el Arcaico Medio.
Según Moisés Valadés, tanto en las paredes interiores como exteriores se elaboraron pinturas e incisos rupestres con figuras como círculos simples y concéntricos, líneas rectas, en zigzag, curvas y onduladas.
La técnica de manufactura de las pinturas fue el de delineado simple con tonalidades en rojo, naranja, amarillo y negro, mientras que los incisos representan finas líneas rectas o en ángulo, manufacturadas bajo la técnica de incisión, desgaste y pulido.
Desafortunadamente, las manifestaciones gráfico rupestres han sufrido afectaciones de graffiti con pintura en aerosol y vinílica y mutilaciones por percusión, resultado de la cercanía con la carretera.
No obstante, acotó, el resto del contexto y en particular la preservación del depósito es excelente, considerando que sólo se practicaron dos pozos de saqueo, uno de ellos en la cámara principal y el otro en una cámara anexa.
En la cuarta capa se recuperaron artefactos burdos como raspadores, tajadores, percutores, manos y lascas retocadas, puntas de proyectil, así como otros ejemplares de forma triangular con acanaladuras o adelgazamiento en su parte basal.
A partir de la tercera capa y en particular en la porción final de la capa dos, proliferan gran número de pequeñas rocas angulosas, artefactos característicos del período Arcaico, entre los que resaltan gubias, metates sobre lajas planas, manos circulares y puntas de proyectil.
Mientras que en la parte media de la capa dos, se presenta la mayor frecuencia de artefactos.
De acuerdo con e l arqueólogo, la época de mayor ocupación del sitio correspondería al período Arcaico Medio, en este caso son comunes puntas de proyectil, que a nivel regional complementan los datos cronológicos y tipologías propuestos para otros sitios como Boca de Potrerillos y Cueva Ahumada.
La capa uno por su parte da cuenta de un total abandono del sitio y en sus primeros centímetros sólo alberga algunos artefactos de los años 50 a nuestros días, seguramente relacionados con la época, cuando se abrió la carretera y hubo esporádicas visitas de lugareños y excursionistas.
Fuente: Notimex / Mundo Hispano, 14 de noviembre de 2006
Enlace: http://www.munhispano.com/?nid=255&sid=645644

Comentaris


Afegeix un comentari


Els comentaris d'aquest bloc estan moderats i son revisats pel seu propietari abans de ser publicats

 















Dos vegades 5 fan:



Powered by LifeType