TORREDEMBARRA - Cultura denuncia la destrucción de patrimonio en la iglesia de Sant Pere - 12-06-08
El frontón original de la puerta lateral de la iglesia de Sant Pere, en Torredembarra, ha pasado ‘a mejor vida’
La iglesia de Sant
Pere debía reinaugurarse coincidiendo con la festividad del santo, el
domingo 29. Sin embargo, la pérdida del frontón, posiblemente de 1705
al igual que la iglesia, motivó que la Generalitat pidiera al
Ayuntamiento que se paralizaran las obras y se estudiara tanto el daño
patrimonial como las soluciones ha adoptar a partir de ahora.
El
arquitecto del Departament, Jaume Costa, no tiene dudas de que «han
destruido patrimonio y no tenían permiso para ello». El templo es un
bien cultural de interés local. Ayer por la mañana llamó al
Ayuntamiento para que iniciara la paralización de la restauración. «Son
piezas que no tienen recambio y se han perdido sin más», añadió. El
concejal de Urbanisme, Ramón Ripoll, firmó el decreto a las 14 horas.
La
restauración del templo tenía permiso de la Generalitat, aunque en
ningún momento figuraba la eliminación del frontón. Antoni Roig,
propietario de Construccions Roig, se defendía de las acusaciones y
decía que «el aparejador vio el problema de fragilidad de las piedras y
que pudieran desprenderse haciendo daño a alguien. Hemos intentado
sacarlas, pero se rompían», explicaba. Hoy, la empresa presenta a la
Generalitat un proyecto para colocar otro frontón que no distorsione
con la fachada de Sant Pere, pero a su vez que garantice la seguridad
de los peatones.
«Aunque se cambie por otro de más bonito, el
valor patrimonial está en la piedra original, no en la que se quiere
colocar en su lugar. Por ello, lo hemos denunciado y vamos a pedir
explicaciones a la parroquia y a la empresa de las obras», añadió Costa.
El párroco de la iglesia de Sant Pere, Joan Cañas, no entendía la postura de la Generalitat. «Se había decidido cambiar el frontón por seguridad. Quizá la falta de comunicación con Patrimoni sea nuestro pecado», dijo. El concejal apuntó que «prefiero paralizar las obras y analizar la situación antes de cometer un error. Si nos equivocamos, pediré perdón».