Torredembarra - Tres refugios antiaéreos engrosan el patrimonio -Diari de Tgna
por jordi cabré | jcabre@diaridetarragona.com
Los servicios técnicos municipales, a instancias del Patronat de Cultura de Torredembarra, ya ha emitido los informes para evaluar si tres de los refugios antiaéreos que sirvieron a cientos de vecinos para resguardarse de las bombas durante la guerra civil española, pueden formar parte del patrimonio torrense y preservar así la memoria histórica de estos túneles que se excavaron durante el trienio 1936-1939.
El concejal de Cultura, Gerard Ciuró, apunta que «la propuesta de estos
tres viene por dos razones: están en espacios públicos y posiblemente
sean los mejor conservados de todos los conocidos». Así, las tres
galerías que se pretende recuperar son la de la plaza del Escorxador,
plaza de la Font y la del barrio de Clarà.
El refugio de la plaza del Escorxador se descubrió en 1987 y tiene su
entrada en la confluencia de la calle Muntanyeta y Escorxador, en la
parte del núcleo histórico torrense. Construido por el Ayuntamiento de
la época, está sellado a día de hoy para mantener su aceptable estado
de conservación. Tenía luz eléctrica.
El refugio antiaéreo de la plaza de la Font tendrá una nueva entrada
habilitada, ya que en estos momentos la zona está inmersa en el plan de
peatonalización iniciado hace unas semanas. Aunque el acceso conocido
hasta hace poco era de uso privado (dentro de una vivienda), las obras
han permitido localizar esta segunda boca, que se dejará marcada para
no molestar al titular de la otra vía de acceso al túnel.
Finalmente, la galería de Clarà, también conocida como Cal Pastoret, la
construyeron los vecinos en el año 1937 y sólo recibieron ayuda
municipal para instalar alumbrado eléctrico.
Los tres refugios tiene mucha humedad, pero ello no ha provocado un deterioro alarmante de estas excavaciones obligadas.
Intención de visitarlos
Ciuró confía en que, en un breve espacio de tiempo, el Ayuntamiento
pueda declarar bien de interés local a los tres refugios. Con esta
protección legal, la idea es que «pudieran abrirse en algunas épocas a
las visitas turísticas», añade.
De hecho, la primera vez que se pudieron visitar, en las Jornadas
Europeas de Patrimonio de 2003, tuvieron una gran aceptación, hasta el
punto de que el propio Ayuntamiento limitó la afluencia. Sólo pudieron
acceder 15 personas por turno (cuatro en total) a causa del espacio
limitado de la zona.
El objetivo es que la experiencia de 2003 se repita cuanto antes, pero
siempre procurando que la apertura al público afecte lo menos posible
al estado de conservación de los refugios antiaéreos. «Es pronto para
hablar de cuándo podrían abrirse los túneles con visitas guiadas, pero
nos gustaría que fuera en verano», concluye Ciuró.