Una gota en el mar. Por Pilar Crespo Álvarez

Me gusta no ser número 1 

Nadal no ha ganado su último partido. La liga de futbol tendrá necesariamente un único laureado. A nivel más personal, cada día, cada uno, somos superados por personas más competentes, mejor preparadas o más inteligentes. ¿Es motivo de preocupación no ser siempre el número uno?

Para algunos sí. Es motivo de disgusto e incluso de mal humor, sin embargo quizá deberíamos preocuparnos tanto interiormente como en nuestra tarea de educación de los hijos de considerar otros baremos. Como por ejemplo  la satisfacción del deber cumplido si en él hemos puesto el talento que poseamos (no siempre será de 10 y es bueno aceptarlo);  el nivel de satisfacción  que produce en los demás, que si son ecuánimes aceptaran la realidad; etc.

Ser el mejor sólo se puede conseguir por algún tiempo y después la caída suele ser muy dura, tanto que muchos jamás se recuperan. Es interesante recordarlo cuando para conseguirlo estamos renunciando a dedicar tiempo a cubrir otros aspectos de nuestra vida que son decisivos para mantener nuestra vida equilibrada: Familia,  aficiones o cultivar el espíritu.