Google me parecia un “amigo”. Una empresa ejemplar, un modelo a seguir…

Pero desgraciadamente, inocente de mi, esto ya no es así. Hemos pasado de tener y obtener información que nos facilita la vida, a ser controlados queramos o no, con fines o no.

Y a mi me dicen ¿pero quién va a tener interés en tus datos? Esta no es la pregunta. Nos hemos arrodillado ante la vil extravagancia de lo gratuito… y así nos va.

Me acuerdo de mi SonyEricson P800 años à, con conexión a internet, correo electrónico, agenda… y aún no existia el 4G!!! De hecho, la conexión era prácticamente a pedales. Y ahora me estoy viendo casi obligada a volver a la agenda de papel: yo, defensora acérrima de todo lo que huele a electrónica… y de la libertad del individuo.

Cuando hoy, 22 de octubre del 2015 (un día después de aparecer en el futuro) he escuchado que gracias a un correo (electrónico se supone ya) de los billetes de avión, el diablo (quiero decir el móvil) te avisa que tienes que salir de dónde sea que estuvieres porque te vas a encontrar tránsito lento y cola en la entrada del aeropuerto -a modo de servil secretario…

Algunos lo verán como un avance pero ¿alguien ha dicho que si, que pueden hurgar en tu correo? Antes a esto se le llamaba apropiación indebida de la correspondencia, datos sagrados! Pero nos quejamos si encontramos a nuestro vecino abriendo el buzón y leyendo nuestras cartas (que ya no recibimos). La verdad, lo prefiero a que alguien a quién ni conozco me esté leyendo y almacenando TODOS mis datos, citas, correos, teléfonos, contactos, compras…

Porfavor Doc., devuélvanme a 1985.

Publicat dins de General | Feu un comentari