ARGENTINA - Las lluvias en Santa Fe ayudaron a un importante hallazgo arqueológico
La erosión de los suelos provocada por las abundantes precipitaciones en Santo Tomé, permitió descubrir restos óseos, cerámicas y otras piezas que datan de entre 800 y 2000 años atrás.
Restos óseos, de cerámicas y de otras piezas de una cultura
precolombina no identificada, de entre 800 y 2.000 años de antigüedad,
aparecieron en una calle erosionada por las recientes lluvias en la
ciudad santafesina de Santo Tomé, dijeron ayer especialistas que
investigan el hallazgo.
Las piezas fueron descubiertas por
habitantes del barrio Villa Adelina Este de esa comuna, a unos seis
kilómetros al oeste de la ciudad de Santa Fe, el 29 de marzo último,
tras quedar expuestas en la calle de tierra Roverano al 300, luego de
las fuertes precipitaciones.
Los vecinos informaron del
hallazgo a la antropóloga y arqueóloga Rosario Feuillet Terzaghi, que
al frente de un equipo de profesionales y estudiantes efectuaba una
investigación en esa zona, en el marco de un proyecto del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET).
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La investigadora dijo a Télam que hasta entonces de habían hallado
restos de cerámicas, pero al acudir al lugar comprobó que "lo que los
vecinos suponían vasijas enteras eran cráneos humanos, de unos 15
individuos, y también hay fragmentos de cerámicas y litos, areniscas,
xilopalos (maderas petrificadas) y de fauna".
Feuillet
Terzaghi aseguró que se trata de un grupo humano "muy anterior a la
conquista, recolectores y cazadores nómades, distintos a los grupos que
encontraron los españoles y luego llamaron ’guaraníes’, ’quilmes’,
’querandíes’, entre otros".
La experta señaló que entre los
restos líticos hallados "hay talla de instrumentos y materias primas
que no son de Santa Fe, sino que vinieron de Entre Ríos o Córdoba,
mediante la movilidad logística de este grupo o por intercambios".
También
precisó que los enterratorios hallados son "primarios", con gente que
falleció en el lugar, y "secundarios", que recibían cuerpos que "eran
traídos en forma de paquete desde donde morían en su vida nómade, para
marcar aquí territorialidad, aunque no límites".
Luego aclaró
que "no se trataba de un nomadismo frecuente, sino estacional, que
tenía que ver con las épocas de recolección y caza, las crecidas de
ríos, etcétera".
La mayoría de los restos de animales hallados
son "de roedores, especialmente de nutria, y comprobamos la ausencia de
restos de peces", dijo la arqueóloga.
"Lo importante de este
hallazgo es que constituye los primeros datos concretos de
enterratorios en la cuenca inferior del río Salado, ya que los más
cercanos encontrados están a la altura del río Coronda, más al sur",
explicó.
Feuillet Terzaghi, que es becaria del CONICET y desde
2003 dirige la investigación "El Registro Arqueológico del Uso del
Espacio en la Cuenca Inferior del Río Salado", dijo que ese proyecto
"es el primero que involucra directamente a este río y no al Paraná,
como tradicionalmente ha sido".