Un punt de vista


La magia de la noche de reyes

Personal — Escrito por ebm @ 20:01

Ayer, una vez más, SSMM los Reyes Magos de Oriente llegaron a Tarragona.

De hecho, y a tenor de lo que se puede ver en los tele-noticiaros, lo hicieron en toooodas las ciudades de España.

Antes de seguir, mi más sentido pésame a los familiares del chiquillo que se soltó de la mano de sus padres para lanzarse bajo las ruedas de una Carroza a por un caramelo. Un puto caramelo... Un dulce que ha resultado amargo de veras para sus padres.

Como iba diciendo, ayer desembarcaron en El Serrallo SSMM, y aunque todos los reyes son queridos, pude comprobar que Baltasar es el favorito para la mayoría de peques.

Desembarco y pequeño parlamento del político de turno y de uno de los reyes.

Y después de la primera toma de contacto de SSMM con la multitud, ya se suben a las carrozas que les están esperando en la calle Real.

Llegados a este punto, cuando ya los pastorcillos y demás personajes que participan en el desfile están esperando en las carrozas de la comitiva, las luces se van poniendo en marcha, pasan los Caballos con los jinetes engalanados, los del Vespa Club, la Guàrdia Urbana,… se pone en marcha la cabalgata de Reyes.

Paralelamente, se les van poniendo a los más pequeños, una cara que da para mucho. Una cara que describiría como la Inocencia. Sí, esta sería la palabra que lo definiría o englobaría todo: ilusión, novedad, magia, temor, creencia, fe, nervios... Todas estas palabras las podríamos encontrar en los peques que contemplan con asombro, en medio de una multitud, como pasan una serie de carrozas engalanadas y luminosas desde donde salen despedidos montones de caramelos.

Es enternecedor ver las caras y las expresiones de estos peques al paso de las carrozas. Y no digamos cuando pasa uno de los tres Reyes. Espectacular de verdad.

Esta inocencia ya la veía mucho antes de ser padre, pero los años que mi hija era peque, (y que para mí siempre será “peque”), la disfruté mucho. Muchísimo.

Hoy, sigo disfrutando viendo estas caras, estas expresiones, estos gestos, estas actitudes. Y se me hace difícil de poderlos describir fielmente porque en cada peque se manifiestan de distinto modo. Pero todos quieren que Su Majestad le mire, le salude y le lance aunque sea un solo caramelo. Y ya ni te cuento si el peque tiene la suerte que, camino del Ayuntamiento, en el tramo que se realiza andando, algún paje o SSMM tenga la deferencia de acercarse y darle la mano o entregarle personalmente al peque un caramelo. Esta es la magia de esta noche.

Después, camino de casa esto se recuerda: ¡ Me ha Mirado !, ¡ Me ha tirado un caramelo !. A dormir temprano y a dejarles algo de comida, para los camellos. Y con que fe ciega se ponen al lado del balcón un plato con chuches y agua para los camellos. Nervios por dormirse, por saber que encontrará mañana en la sala, …

Y como esto agota, pues se duermen a no mucho tardar.

Lo cierto es que soy afortunado en poder estar vinculado a esta festividad tan bonita y emotiva. Es la imagen de esta época de la vida donde todos te cuidan, te miman, te satisfacen caprichitos, aprendes, y te vas haciendo mayor.

Esta inocencia se va perdiendo conforme los peques dejan de ser peques por la evolución lógica del ser humano. Hoy más deprisa que antes me parece. La juventud ha cambiado,… Quizás debería decir que ha evolucionado. ¿Por qué?

Si comparamos la cantidad de información que tiene una persona de 6 años de edad nacido en esta pasada década, con una persona de la misma edad nacida en la década de los 60, sin duda no hay color. Por ejemplo: Unos ya juegan con el móvil táctil del padre, mientras que el otro solamente podía aspirar a acercarse a un aparato enorme con un disco con diez perforaciones que estaba situado sobre un mueble, que cuando sonaba, lo hacía como el despertador, sonando una campanilla. Y al descolgar, el auricular pesaba  un montón.  Menuda diferencia entre ambas generaciones.

Y la tele, la tele era en blanco y negro, y cambiar de canal representaba levantarse de la silla y buscar la sintonización de la primera cadena (y única) mientras que hoy con el mando a distancia de una SmartTV se puede incluso navegar por internet.

¿Tienen más capacidad los peques de esta época que los “jurásicos” de los 60? ¿Disfrutábamos más nosotros, los “jurásicos” de los 60, que los de ahora? ¿Sabrían vivir los de la generación del móvil de ahora con los medios que teníamos nosotros? ¿Había la misma inocencia en la generación de los 60 que en la de ahora?

No sé, pero se me antojan tantas preguntas …

Espero por el bien de la persona, del humano,  que no se pierda esta tradición, puesto que hay detalles tiernos que todos merecen vivir antes de ir cogiendo responsabilidades y sufrimientos.

Y en otro orden de cosas, aprovecho para darles las gracias a SSMM los Reyes Magos por los dos inmensos regalos que me han traído, si bien me llegaron un poco antes de la fecha y envueltos de distinta forma, no tengo palabras para expresar mi profundo agradecimiento. De hecho, uno ha sido el medio de transporte para ir a recoger el otro. Pero son dos regalos de auténtico lujo.

Thanks for all.

 

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